Tu Llegada De Un Gran Viaje. || 𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔 𝑻𝒖𝒂.

Nuevas miradas.

—Oh maldita sea. __—dije frustada aventando mi cuaderno de ecuaciones a un lado de mi que le faltaba espacio a esa banca metalica que chocaba contra mis piernas al sentarme.

No recordaba exactamente como llegué aquí, en un año que no es el mío, toda la gente caminando a mi alrededor con ropa de los viejos tiempos de los años 80's, y yo solo una niña perdida tratando de volver a mi año correcto.

No entendía o no lograba hacer la ecuacion correcta para volver, en realidad no volvía para algo en especial sino porque estar sola en estos años no me resulta cómodo. Tengo aproximadamente 3 años aquí, sin ningún tipo de compañia o algo por el estilo.

(...)

—Vamos, no te rindas.—apreté mis puños con fuerza desatando un aura azul que brotaba con vibraciones  fuertes que hacía que todo mi cuerpo con solo 13 años temblara, puse un pie atrás y uno adelante manteniendo el equilibrio y mas fuerza para evitar una caída.

Sentí cómo una fuerza sobrenatural apretaba  fuertemente mi cuerpo y mi conciencia se perdió en un vacio negro, sin ningún tipo de iluminación alguna.

(...)

—Mierda, mi cabeza... —musité tratando de abrir los ojos, veía como unas siluetas me miraban con confusión y voces hablando entre si, carajo, de seguro están estas personas están preocupadas por un niña de...

Espera... ¿De cuantos años?

Abrí mis ojos rapidamente poniendo una de mis manos sobre mi cabeza, la imagen de unos siete niños a mi alrededor llenó por completo mi vista. Ellos me miraban con terror y un castaño de ojos color marrón se exaltó al ver como me levantaba repentinamente.

—¿Que carajos...?—seguía sentada en el suelo con mis ojos entre cerrados tratando de asimilar y recordar que hacía ahí, que mierda hacia rodeada de siete niños.

—¿Quien eres? —preguntó el niño mas cercano a mí con su mirada color azul, sus cabellos color oro puro, y una expresión de confusión con ceño fruncido.

—Yo... —traté de levantarme y al hacerlo enfrente mío vi al ser mas atractivo que pude haver visto, un chico con su mirada puesta en mi de manera fría con el ceño mas fruncido que los demás que me rodeaban, sus manos metidas en los bolsillos de su pequeño short pareciendo de alguna escuela.

No dijo ni una sola palabra solo me miraba con su mirada penetrante, con terror que hacia que cualquiera se sintiera intimidado o al menos para mi, sus labios rosados apretandolos,

Desvíe la mirada de el y puse mi atención en los demás niños que tenian los mismos trajes, una ropa color azul marino apagado, con un logotipo en los chalecos que no lograba ver con claridad. Todos mirandome con el ceño fruncido y mucho más ese chico con ojos color verdes que no despegaba la vista de mi por ningún momento.

—¿Donde estoy...? —musité mirandolos a todos que formaban un circulo alrededor que hacia que me mareara, sin darme cuenta un fuerte golpe en la cabeza hizo que mi vista se pusiera negra, pues me había desmayado.

Hey despierta...

Alcancé a oir una voz de una mujer que entraba casi silenciosamente por mis oidos pesando que ahora estaba en una bamqueta tirada y el recuerdo de esos niños intimidantes solo fueron mi imaginación.

—Despierta. —volví a escuchar la voz de aquella mujer que me hablaba de manera dulce, abrí los ojos lentamente y una dama estaba mirandome con una sonrisa, sus dientes blancos y con un alineado perfecto, rubia y sus ojos azules posaban sobre mi. —¿Cómo te sientes?

La miraba confundida ya que ahora estaba con una mujer, bueno, al menos no me miraba de una forma que hacia hacerme sentir la persona más extraña del mundo y cómo su hubiera cometido el peor error de mi vida. Entonces la imagen de esos niños rodeandome con sus miradas penetrantes inundaron mi cabeza estando realmente confundida, ¿habria sido un sueño?

—Dime, cómo te llamas. —la dulce mujer me seguía mirando con una sonrisa que hacia sentirme segura por una extraña razón.—

-Canni. —dije apenas en hilo de voz, solo reocordaba milagrosamente eso, mi nombre, lo unico que estaba presente era la imagen de esos siete jovenes rodeandome y uno en especial con su mirada color verde.-

—Puedes levantarte? —me preguntó y ella se hizo hacia atras para poder sentarme.-

Me senté y me percaté que estaba en un tipo de consultorio pero no uno cualquiera sino con iluminacion tenue y tenebrosa, con cosa de medicos a un lado de la cama dura y alrededor unos sillones y cuadros que se recargaban en las paredes pero no lograba ver por la poca iluminasión.-

—¿En donde estoy? —musité la pregunta mirando aquella mujer que por nada dejaba de sonreir.

—En la Academia Umbrella querida.

¿Academia umbrella?...