Un casi para algo.

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Era un día nuevo, una semana después de haber llegado aquí, Reginald informandome de todo y ninguna información relevante, Cinco con su misma actitud de siempre, ignorante y frío.

Me encontraba charlando con Alisson y Vanya en la sala de la academia, hablando de cosas sin sentido.

De repente Klaus llegó detrás de mi asustandome y claramente pegando un salto.

-¡Dios! Deja de hacer eso. __-suspiré y el sólo rió.-

-¿Nos pueden ayudar en algo? __-nos miró a las tres.-

-¿En qué? __-preguntó curiosa Alisson.-

-Queremos convencer a Cinco para salir con el. __-dijo klaus.-

-Eso si que es una tarea difícil. __-suspiré.- ¿Por qué no lo hacen ustedes?

-El problema es que no lo encontramos en la academia. __-se encogió de hombros.-

-El sabe que no debe salir de la academia si permiso. __-dijo vanya.- debe estar en alguna parte.

Klaus nos pidió que lo ayudaramos a buscarlo, nosotras aceptamos y empezamos a hacerlo.

-Voy a buscar a su habitación! __-dije subiendo las escaleras.-

Caminé por los grandes pasillos de las habitaciones, ya las conocía así que fui directamente al cuarto de Cinco, toqué su puerta y no hubo respuesta.

Abrí lentamente la puerta y asomé mi cabeza al no ver a nadie quise adentrarme, entré y cerré la puerta detrás de mi.

-¿Cinco? __-pregunté mirando a mi alrededor.-

Mi vista cayó automáticamente a un diario que estaba tirado en el suelo, un diario de textura de cuero color café y un listón negro rodeandolo.

Lo levanté y al mirar el título mi curiosidad aumentó.

"Cinco Hargreaves"

Abrí el diario desatando el listón y ví la primera hoja llena de ecuaciónes, fruncí el ceño y pasé a la otra hoja que eran dibujos casi sin sentido, pasando a la otra hoja pude ver su letra contando cómo estuvo su día casi nada interesante, si no que mis ojos se abrieron más de lo que quería al ver mi nombre en una de las páginas.

Cann.

Al momento de empezar a leer sentí una presencia detrás de mí.

-¿Que haces aquí?

Su voz hizo que alzara la vista y me quedara congelada, cómo pude me giré y su mirada seria analizandome.

Bajó su vista al diario que tenía en mis manos y noté cómo su rostro se volvía pálido.

Caminó hacia mi sin decir una palabra y yo escondí el diario atrás de mi retrocediendo.

—Dame eso por las buenas. —su voz era seria y alterada, la vena de su cuello estaba resaltada.

-¿Por que dice mi nombre en una página? —lo miré a los ojos y él se detuvo.-

—Eso no es de tu interés. —me sujetó de los hombros fuertemente y me acercó a el.-

Su movimiento repentino hizo que soltará el libro y cayera detrás de mí colocando mis brazos a los costados de mi cuerpo, me miraba fijamente mientras que su rostro estaba centímetros del mío y su respiración alterada chocando con mi cara, el me miraba con ceño fruncido con esa vibración que siempre corría por mi cuerpo.

Yo inmóvil lo miraba a los ojos con miedo y el por nada del mundo se alejaba, bajó su mirada a mis labios ahora respirando tranquilo y yo también bajé la mía a los de él.

Solo era para que uno de nosotros dos se inclinara más y nuestros labios se juntarian perfectamente en un beso.

Volvió a subir su vista nuevamente buscando ver mis ojos y yo volví a mirarlo fijamente.

La tensión volando en el aire y solo nuestra respiración que se podía escuchar entre nosotros.

—Mira aquí están! —la voz de Ben interrumpió el momento.

Cinco me empujó ligeramente y se puso a mi lado con la mirada al suelo pensativo.

Yo alcé la mirada dónde se encontraba Vanya y Ben mirándonos.

—Cinco, puedes venir un momento? —preguntó Ben a el que esté seguía con la mirada baja con el ceño fruncido y sus manos en los bolsillos de su short.

Vanya se acercó a mí y me tomó la mano para salir de la habitación, sentí la mirada de cinco sobre mí al retirarme pero decidí ignorarla y escapar de ese momento de tensión con Vanya.

(...)

Tu Llegada De Un Gran Viaje. || 𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔 𝑻𝒖𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora