Pariente.

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Me separé de él empujandolo ligeramente poniendo mis manos en su pecho con mi corazón aún acelerado y mi respiración agitada.

Nos miramos a los ojos fijamente sin decir nada, la tensión volvió y la vibra rara se formó en nuestro alrededor.

Su aura azul y la vibración se apoderó de él haciendo que desapareciera sin decir nada más. Solté un gran suspiro y salí de la habitación casi corriendo con mi respiración alterada.

Me topé a Vanya y Alisson en el pasillo hablando y ellas se acercaron al verme un poco alterada recargando mi mano en una de las paredes del pasillo.

— ¿Te encuentras bien? —me preguntó Vanya mirándome preocupada.—

Las miré y desvíe la mirada.

—¿___? —Dijo mi nombre Alisson.—

Alcé la mirada y después caminé lejos de ahí a paso rápido hacia a mi habitación, cerré la puerta detrás de mí sentandome en el piso y mi espalda recargada en la puerta.

Todavía casi sin poder creerlo miré a un punto fijo del suelo con mi respiración agitada.

🌃

Salí de mi habitación a las 4 de la mañana, no había podido ni pegar un ojo en toda la noche por el momento vivido en el día, no salí de mi habitación casi desde ese momento dejando en duda a Alisson, Vanya y todos los demás.

Bajé las escaleras perezosa todavía con mis ojos cansados y mis pantuflas arrastrando por el piso.

Entré a la cocina a oscuras y solo la iluminación de la nevera haciendo un poco de luz, saqué la caja de leche y la dejé sobre la barra, cerré la nevera y tomé un vaso.

Serví la leche y de repente la luz de la cocina se prendió dándome un susto, voltee a la entrada de esta y ví cómo cinco estaba ahí parado con sus ojos adormilados y su cabello desorganizado.

Frotó sus ojos con sus dedos y al bajar las manos sus ojos se abrieron con sorpresa al verme ahí mirandolo.

Seguí mirandolo y el desvío la mirada para después acercarse a la cafetera de la barra en silencio sacando y una taza sacándola de los cajones de arriba.

El silencio me mataba y quería hablar con el, por lo que sucedió.

—¿Cinco? —musité ahora mirandolo.—

El sin devolverme la mirada solo dijo:

—Ahora no, ___. —terminó de servir el café en su taza y salió de la cocina rápidamente dejándome sola ahí de nuevo en otro silencio.—

Su actitud me molestó pero decidí ignorarla aunque sabía que de alguna forma me lastimaba un poco, subí a mi habitación con el vaso de leche en mi mano, me encerré en ella para por lo menos dormir un poco.

(...)

Mi alarma sonó haciendo que abriera los ojos lentamente y frotándolos, apagué la alarma y me levanté de la cama.

Después de una media hora ya estaba vestida con el uniforme, sabía que no formaba parte de los hermanos umbrella pero tenía que usar esto ya que no tenía otra ropa.

El silbato sonó y todos bajamos rápidamente, era hora del desayuno.

Nos acercamos al comedor y Reginald nos dió la señal de sentarnos.

Arrastramos las sillas para sentarnos en ella y comer en un gran silencio, de ves en cuando le daba unas miradas discretas a Cinco, pero el no me miraba en ningún momento, siempre con su ceño fruncido sin levantar la vista del plato.

Después de algunos minutos nos levantamos del comedor.

—___, te quiero en mi oficina en unos minutos. —dijo Reginald serio y se retiró del comedor.—

Sólo me límite a asentir y después de unos minutos llegué a su oficina.

Toqué la puerta un par de veces y este habló por dentro dejándome entrar.

—Hay buenas noticias sobre la investigación que estoy haciendo de ti. —me hizo una señal para que me sentara y eso hice.—

Lo miré atenta.

—No es demasiada pero es algo. —me miraba.— Eres sobrina de un señor que contacté por un número, el no vive aquí.

Lo miré con curiosidad sin decir nada.

—Obviamente necesito tener más información de él y es por eso que el domingo saldré de viaje para encontrarme con el. Tardaré una semana o dos maximo.  —hizo una pausa.— Necesito la mejor información y saber si el dice la verdad.

—¿Si resulta ser que el es mi familiar me iré con el?

—Sí ___, es tu familia y no puedo quedarme contigo. Lo siento.

Asentí y miré a otro lado con tristeza, me había encariñado ya con los Hargreaves y si ese señor es mi verdadero tío me dolería dejar este lugar.

—Por favor no hables de esto con los chicos. —dijo serio.— No quiero que tomen otras actitudes ante eso.

Yo asentí sin decir nada más.

—Puedes retirarte. —me dedicó una pequeña sonrisa y yo me levanté.—

—Gracias. —musité y salí de su oficina.—

Mi mirada estaba en el suelo, sabía que yo tenía una vida atrás apesar de que no recordaba nada de ella. Solo ese pequeño recuerdo vago al ver los poderes de número cinco. Tal vez y solo ese señor que dice Reginald quiere engeñar nada más pero eso no quita las posibilidades de que este diga la verdad.

Caminé lentamente por la sala y las voces de Vanya y Alisson hicieron que alzara la vista.

—Hey ___ ¿Todo bien con Reginald? —preguntó Alisson.—

—Sí, solo me comentó algo sobre mi investigación. —traté de sonreír un poco.—

—¿Fue algo malo? —preguntó Vanya.—
Me quedé en silencio dos segundos y recordé las palabras de reginald de no comentar nada con los demás.

—No, nada malo, nada nuevo. —respondí y les dí otra sonrisa.—

—Ojalá y no tengas que irte algún día. —dijo Vanya.— Ya nos encariñamos contigo. —rió.—

Una punzada se hizo presente en mi corazón, sabía que no era algo realmente confirmado pero si era verdad tenía que abandonar aquí en cualquier momento y lo peor sin decir nada por órdenes de Reginald.

Las dos me abrazaron.

—Gracias por ser nuestra amiga ___, te queremos mucho. —dijo Alisson y yo les respondí el abrazo.—

Después nos separamos y me integraron en la plática que tenian hace unos momentos, pero seguía mi cabeza pensando en eso, en qué no quería abandonar este lugar, abandonar a las personas que me aceptaron y he pasado cosas divertidas, a las chicas que son mis únicas amigas aquí.

Me dolería demasiado todo eso y más sin decir nada, ni avisar, nada...

Tu Llegada De Un Gran Viaje. || 𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔 𝑻𝒖𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora