Estaba preocupado al notar que ___ no volvía a la academia, salí de esta para fijarme y quedé soprendido al verla pero con alguien más a su lado, ese señor que no pasa de los 50 años, ese que transmite mucha buena vibra estaba ahí y no entendía nada, me quedé incredulo y apenas podía hablar, es ese mismo ser humano que si no fuera por el nosé que sería de ___ en estos momentos. Ese que me dijo que no era tarde para llevarla a la academia y ahora resultaba ser su papá.
—Bueno. —dijo ella carraspeando la garganta y bajando la mirada para luego dedicarle una sonrisa a su padre y levantarse.
Me quedé mirandola alzando las cejas al ver que se acercaba a mí.
—Cinco, ¿Podemos hablar adentro en la academia? —me pidió jugando con sus manos mirando al suelo. Para nada me gustaba este animo.
—Sí, claro, vamos.
Entramos y nos quedamos en la entrada y ella seguía con su rostro agachado, escondido.
—¿Pasa algo, amor? —le pregunto con un tono de preocupación.
—Bueno, eh... Haz de saber que el es mi padre.
—Pude notarlo.
—Sí... —guardó silencio, incapaz de mirarme a los ojos.
—___, esto no me está gustando, ¿Que pasa? —ahora pregunto mas irritado que antes.
—Yo.. Perdón si esto te afecta solo que también lleva tiempo pensarlo. —musitó y su mirada seguía en el suelo.
—Mírame a los ojos. —dije y ella me vió solo un segundo para después apartar la vista a otro lugar. La tomé del mentón haciendo que me viera a mí. —Dímelo.
—Me ha pedido si me voy a vivir con el. —dijo tan rapido que hasta dudé si la había escuchado bien.
—¿Que? —solté su mentón lentamente y mi mirada ahora era la que estaba puesta en otro lado. —No puede ser, ¿No te irás, cierto? —la ví de vuelta y al momento de hacerlo bajó la vista, eso me respondía todo.
—No es que quiera irme solo que...
—Cómo quieras ___. —musité.
—¿Cómo dices?
—Haz lo que tu quieras.
—Pero...
—Enserio, no quiero saber nada. —caminé por su lado ignorandola completamente pero ella me detuvo sujetando mi brazo.
—Lo que menos quiero es que te enojes conmigo. —me dijo.
—Y lo que menos quiero es que te vayas. Enserio ___, haz lo que quieras que al final es lo que siempre haces. —me solté y ella quedó en silencio, se que estaba siendo duro pero tener que soportar un dolor como ese de que el amor de mi vida se vaya otra vez, claro que dolía y mucho. Me teletranporté a mi habitación con los sentimientos desbordando apunto de gritar lo que sentian pero los oprimí muy en el fondo, no quise llorar, no había razon, claramente era libre de decidir su vida, no soy nadie pero si su novio y sé que soy importante para ella, aunque creo que no lo suficiente para abandonarme otra vez.
___.
No lo podía creer, me quedé con las palabras en la boca apenas se fué, no lo podía asimilar, pensé que me apoyaría pero todo lo contrario, creo que las peores palabras para poder tomar una desición con ayuda de otra persona son "Haz lo que tu quieras". Bueno, claramente tiene toda la razón pero, ¿Así? es como si no le importara nada el que me vaya para siempre y tal vez si era así, no le importaba en nada y aunque suene casi increible, que se alegre que me vaya. Quería llorar ahí mismo pero tenía a mi padre esperando una respuesta, suspiré antes de volver a salir de la academia y tener una sonrisa falsa.
—Pensé que ya no saldrias. —dijo el levantandose de la banca.
—No me iba a ir sin decirte un adiós. —sonreí y el ladeó la cabeza con su ceño fruncido. —¿Que? —pregunté.
—Algo ha pasado, ¿No?—desvié mi mirada con verguenza. —¿Es sobre ese chico Cinco? —me preguntó con pena en su voz.
—No le gustó el que pensara en irme contigo. —contesté con mis vos temblorosa.
—Esa ya es tu desición, pequeña. —me sonrió. —Para nada te estoy obligando.
—Sí, lo sé, amo a los de la academia con todo mi corazón pero al haberte encontrado, al conocer algo de mi pasado me hace amarte y no querer volver a separarme de tí. —una lagrima cayó de mi mejilla, que estrés. La yema de su dedo pulgar limpió esa lagrima y eso gesto hizo que dejara de llorar.
—Tu tranquila, hablálo con el.
—Pensé que me apoyaría o algo, solo se fué todo enojado. —me encogí de hombros.
—El te ama, le dolerá si te vas, yo lo conocí cuando estabas a punto de morir, te dijo tantas cosas cuando te sostenía en brazos, rogando a que no te fueras y ahí le dije que no era tarde para que te llevara a la academia. —Me quedé sin palabras ante eso, realmente a cinco le dolía pero sus actitudes me hacian dudarlo demasiado.
—Lo pensaré papá. —le sonreí.
—Claro, hazlo y dime una respuesta, todo a su tiempo. —me dijo y quería morirme de la ternura, era el mejor señor del mundo y apenas lo conocía. Lo abracé despidiendome de el, después de eso entré a la academia y se me heló la sangre al ver a todos ahí menos a cinco
—Chicos, ¿Que pasa? —pregunté tratando de disimular mis nervios pero fué inutíl.
—Solo queríamos saber el por qué Cinco esta de ese humor. —preguntó Vanya con pena, había arreglado las cosas con ella pero era claro que sigue sintiendo verguenza por todo lo que pasó hace días.
—Yo, eh... —guardé silencio, todos me miraban. —Ojalá y me perdonen pero fué por mi culpa...
Sentía con todas mis fuerzas que estuvieran enojados por joder complatamente el humor tan bueno que tenía Cinco, que les ha costado que tenga pero me sorprendí a su reacción.
—Se le pasará. —dijo Luther con tranquilidad.
—No lo creo. —dije con timidez.
—¿Por qué? —preguntó Klaus.
Guardé silencio una vez más haciendo que ellos también lo hagan, me miraban atentos y con preocupación.
—La verdad es que... ahora ha venido mi padre, biológico. —parecí confundirlos más asi que continué. — Y..., me ha pedido o preguntado si podía volver a vivir con el.
—¿Que? —preguntaron todos al unisono, bajé la mirada.
—¿Y que harás? —preguntó Alisson en un hilo de voz.
—Es que no lo sé. —mi voz se volvió temblorosa ahora. —Esto es tan estresante, pensé que Cinco me entendería y dejaría que tomara con calma una desición, pero no, fué todo lo contrario, no me dejó ni hablar, solo me dijo: Haz lo que quieras. —no pude evitar soltar unas lagrimas desesperadas, estaba rota y con ellos me sentía segura de contarlo. Cerré los ojos con frustración con mi rostro escondido hasta que sentí varios cuerpos abrazandome.
—Todo estará bien, linda. —me dijo Diego que fué el primero en abrazarme.
—Es realmente lo que tu quieras. —habló Ben apoyando su cabeza sobre mi hombro.
—Nos dolerá si te vas, claro, pero no podemos obligarte, tienes una vida y eso no nos imcumbe. Solo ten siempre prensente que te apoyaremos en todo lo que decidas. —me dijo ahora Klaus con mucha calma.
Por más que sienta bonito que ellos me digan algo así, moriría porqué fuera cinco el que estuviera diciendome esto con un gran abrazo, pero siento que no me quiere ni ver ahora, sentía lo peor al no apoyarme, me sentía sola a pesar de tener a todos conmigo, solo quería a una persona, a el.
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Tu Llegada De Un Gran Viaje. || 𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔 𝑻𝒖𝒂.
RomanceNosé en que momento llegué a este lugar exactamente, mis recuerdos son borrosos pero tengo bien presente el dia que caí en ese patio y mi vista cayó en la vista de ese niño con los ojos verdes sin saber su dura actitud pero siendo un niño cariñoso e...