Escapando de mis demonios. [DISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON]

🔥CAPITULO 1🔥

SIN EDITAR.

Charlotte 12 años…

😈<<{Charlotte}>>😈

Mamá: Charlotte, tu tía viene con tu primo, pórtate bien y no pelees.

Somos primos, estamos hechos para pelear, pero no le digo eso a mi madre.

Ella me mira desde la puerta de mi habitación mientras dibujo en mi cuaderno, levanto mi mirada del dibujo a medio comenzar de una mariposa y la dirijo a mi madre.

Charlotte: ¿Qué primo?

Mamá: Alexander.

Alex me cae bien, es un año mayor que yo, pero siempre es bueno, no como mis otros primos, mi tía en cambio siempre es muy… quejosa, desde que está criando a mi primo se queja de todo, nada está bien cocinado, el dinero nunca alcanza, mis comportamientos nunca son los de una niña bien, nada está bien.

Menor ella, ella es perfecta, una santa que se hizo cargo del hijo de su hermano fallecido, la familia finge que no lo hizo por la cuantiosa pensión que le dejo su padre a mi primo y se regocijan de los falsos logros personales de mi tía que logra con el dinero de mi primo, al menos eso es lo que dicen mis otras tías, nunca se sabe que creer de lo que salga de sus bocas, son todas muy cizañosas.

Hipócritas.

Mamá: ¡Charlotte!

¿En qué momento se fue mi madre de la habitación? No sé, pero ahora me está gritando desde el piso de abajo así que dejó mi cuaderno y mis lápices sobre la cama y me pongo de pie, acomodo el vestido blanco que mi madre me hizo poner por las festividades de hoy y bajo las escaleras, mi tía ya se encuentra hablando del niego color rubio que se hizo en el cabello y la ropa de diseñador que se compró y mi primo, bueno él me está mirando bajar las escaleras, sus ojos negros iguales que su cabello no abandonan mi pequeña figura, solo me lleva un año, pero mide casi el doble que yo.

Charlotte: Hola tía, hola Alex.

Fawn: Sobrina, te ves… presentable.

Mi madre bufa y niega con la cabeza antes de irse hacia la cocina, mi padre se lleva a su hermana hacia la sala y solo quedamos mi primo y yo en la entrada, ni siquiera se porque seguimos aquí, podría volver arriba y esperar a que mi madre me llame a comer.

Me doy la vuelta y comienzo a subir las escaleras, pero me toman de la mano, miro a mi primo quien sostiene mi mano.

Charlotte: ¿Qué pasa Alex?

Alexander: No le hagas caso, te ves linda.

Un sonrojo se extiende por mi rostro haciendo que mi mano libre cubra una de mis mejillas.

Charlotte: Gracias, uhm ¿Quieres ir a mi habitación? Estaba dibujando.

Asiente con la cabeza y subimos las escaleras sin soltarnos de la mano, al llegar a la habitación me siento en el mismo lugar en el que estaba sentada en la cama, mi primo se sienta a mi lado y agarro mi cuaderno y mi lápiz, trazo lentamente el ala de la mariposa, estoy tan concentrada que ni siquiera note la mano de mi primo en mi muslo hasta que la sentí subir lo suficiente como para que sea peligroso.

Charlotte: ¿Qué haces?

Alexander: Te acarició.

Mi madre dice que está mal que me acaricien cerca de ese lugar si no lo quiero, pero no me molesta la mano de mi primo, ¿Sigue estando mal?

¿Debería decirle a mi madre?  No, no haré eso, eso podría meter en problemas a mi primo y tiene suficiente con soportar a mi tía.

Charlotte: Eso está mal.

Alexander: No lo está, te dejaré hacer lo mismo si tú me dejas hacerlo.

¿Acariciarlo? ¿Quiero hacer eso? Siento una fuerte curiosidad por qué se sentiría así que asiento con la cabeza y dejo mi cuaderno y lápiz en la mesa de noche, me siento en chinito y mi primo hace lo mismo frente a mí.

Me mira mientras su dedo recorre mis piernas y sube por mi vientre hasta que está sobre mis pechos, mi madre dice que me desarrolle muy rápido y mis pechos se hicieron generosamente grandes de pronto cuando cumplí los doce, los odio a veces, el dolor de espalda es constante al igual que las miradas en la calle cuando regresó caminando del instituto.

La mano de mi primo se cierra alrededor de uno de mis pechos y lo aprieto, un estremecimiento recorre mi cuerpo y mi corazón comienza a latir con fuerza, es extraño, nunca había sentido algo igual, seguramente porque no había dejado a nadie tocarme.

La otra mano de él toma una de mis manos y la guía por su pierna hasta que termina apoyada sobre el cierre de su pantalón, aprieta mi mano para que se cierre alrededor de su cierre y siento algo duro debajo.

Charlotte: ¿Está bien que hagamos esto?

Alexander: ¿Te sentiste mal cuando te toque aquí?

Tocó mi pecho otra vez, considero que decirle, no me sentí mal, todo lo contrario, me gustó la electricidad que sintió mi cuerpo ante su contacto y me asombra la reacción de mi cuerpo ante su toque, hay una rara humedad en mi braga que no había antes allí.

Charlotte: Me gusto.

Alexander: Entonces podemos hacerlo siempre que nos veamos.

Charlotte: Tu no vienes mucho aquí.

A mí tía no le gusta juntarse con nuestra familia, dicen mis otra tías que porque no tenemos las cosas de ricos que ella tiene en su casa.

Alexander: Ahora lo haré, la tía Fawn intenta conseguir un novio y no cree conveniente que yo esté en la casa cuando lleve a sus citas así que cuando eso pase me traerá aquí, de eso vino a hablar hoy.

Iba a decirle que eso es bueno, que me gusta tenerlo aquí y no por lo que acabamos de hacer, si no porque es el único de mis primos que me cae bien, pero sus labios están presionados sutilmente sobre los míos.

El calor me sube por las mejillas y ninguno dice nada por lo que parecen horas, pero solo fueron segundos.

Mamá: ¡Charlotte, Alexander la comida!

Alexander: Vamos o vendrán a buscarnos.

Vuelve a tomarme de la mano y me lleva hacia el comedor, camino como si estuviera en piloto automático, aún asombrada por la textura de sus labios sobre los míos, se sienta a un lado de mi y sin que nadie lo noté por debajo de la mesa coloca su mano en mi pierna.

Mamá: ¿Tienes fiebre Charlotte? Estás colorada.

Mi primo saca su otra mano y toca mi frente, mira a mi madre y niega con la cabeza como si nada pasara.

Alexander: No tía, no está caliente.

No, por supuesto que no.