🔥CAPITULO 11🔥

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SIN EDITAR.

ME TIRA COLGALA🎶

Seré loca pero no tanto como para irme, tenía buen humor y no hay nada como una buena bromita como para tener más todavía.

ESPERO QUE ANDEN BIEN DEMONIOS PERVERTIDOS NOS LEEMOS LUEGO.

Unos días después…

😈<<{Charlotte}>>😈

Matthew: Voy por una bebida.

Asiento con mi cabeza mientras sigo bailando, la cabeza me da un poco de vueltas, pero es como ha estado las últimas cuatro noches.

Eso me hace sentir menos mierda de persona.

No siento ser la mejor hija del mundo teniendo en cuenta que prácticamente abandone a mi madre luego de que echaramos a mi padre, mi mejor amigo se ha visto obligado a llevarme a fiestas porque lo arrastró a ellas y lo hace sin quejas a pesar de que al otro día tiene clases temprano, se supone que yo también, pero desde que paso todo con Alex lo dejé, él me iría a buscar allí y no me sentía lo suficientemente bien como para enfrentarme a él aún.

Unas manos agarran mi cadera desde atrás e instintivamente sonrío, quizá una noche de sexo me venga bien para sacar el estrés de estos días.

Me doy vuelta porque no puedo bailarle con lo chiquita que soy, es imposible y más con el hermoso hombre que está frente a mí, decir que me saca medio metro es quedarme corta, el hombre debe medir dos metros o más, lo miro de arriba a abajo hasta terminar en sus manos que están en mis caderas y trago saliva.

Sus manos tienen enormes venas que se ven jodidamente sexys, sus dedos son grandes al igual que toda su mano, al igual que todo él me atrevo a suponer.

: ¿Qué haces sola aquí nena?

Dios.

Por qué su voz suena tan ronca al decirme nena, como un gruñido sexy, casi considero que lo hizo a propósito, pero no lo creo, ¿O si?

Charlotte: La nena se llama Charlotte y no estoy sola, estoy esperando a alguien.

: Soy Giovanni nena, ¿Esperas a tu novio?

No espero a ese infiel.

Maldito perro.

Niego con la cabeza.

Charlotte: No tengo novio.

Sonríe en grande antes de inclinarse hacia mí y poner su boca en mí oreja, su respiración eriza la piel de mi cuerpo y hace que un latido se me salte.

Dios santo.

¿Todo lo que hace tiene que ser tan sexy?

Giovanni: No sabes lo feliz que estoy de escuchar eso nena.

Antes de que pueda preguntarle porque lo dice o de que pueda decir cualquier cosa soy levantada y obligada a poner mis piernas alrededor de las caderas del grandote, me besa con fiereza sin dejarme preguntar hacia dónde nos lleva, mi espalda termina apoyada contra una fría pared que hace estremecer mi cuerpo y mi boca parece estar en una guerra.

Su lengua entró sin permiso a mi boca robándome un jadeo que parece fascinarle porque me besa con mucha más intensidad, tanta que mi cabeza da más vueltas que las que me causaban los tragos, llega un punto en el que ni siquiera se dónde mierda estoy, solo soy consciente de su lengua en mi boca y de sus manos tocando cada centímetro de mi cuerpo.

De sus manos metiéndose por debajo del vestido ya levantado, una para llegar a mi intimidad y la otra para tocar mi nalga, la mano que está en mi coño encuentra rápidamente mi clítoris y comienza a masajear haciendo que un gemido me abandoné sin poder evitarlo, pero no le molesta porque se ahogó con su beso.

Me cabeza se apoya en la pared con respiraciones jadeantes cuando nos separamos del beso, pero no llego ni a cerrar los ojos y pensar en lo que estoy haciendo que siento su boca descender por mi cuello hasta llegar al inicio de mi escote el cual chupa y besa, muerde mis pezones duros como una roca por encima de la ropa y gimo.

Gimo y nunca dejó de hacerlo incluso cuando siento una presencia a nuestro lado, permanezco con los ojos cerrados gimiendo y disfrutando del toque del grandote sexy.

Matthew: Pitufa debemos irnos.

Charlotte: Matthew

Giovanni: No gimas su nombre.

Matthew: Lo siento pitufa, pero en serio debemos irnos, Alex está aquí.

Toda la excitación se me baja de golpe y le indico al sexy grandote que me baje, me acomodo con rapidez la ropa mientras el grandote intenta que le diga que pasa.

Charlotte: Lo siento grandote, debo irme.

Sin darme cuenta le doy un beso en la boca antes de tomar la mano de mi amigo y sacarnos de la fiesta casi corriendo mientras evitamos a mi primo.

Algún día estaré lista para enfrentarme a él, pero ese día no es hoy.

Llegamos a la casa y me acuesto como siempre en la cama con mi amigo, estoy apoyada en su pecho escuchando los latidos de su corazón mientras intento conciliar el sueño.

Matthew: Me mandó tu madre pitufa, ha estado llamándote sin parar, dice que entiende tu sufrimiento también, pero que está cansada de que la ignores y que estás obligada a participar mañana en el almuerzo que organiza ella porque tu tía va a presentar a su prometido.

Charlotte: Mañana tengo que…

Matthew: Me dijo que pondrías una excusa así que me dijo que te diga que si no asistes permitirá que tu padre vuelva a la casa y que venderá todas tus pinturas.

Charlotte: Eso es chantaje.

Matthew:  Duerme pitufa, necesitarás energía para mañana.

Dije que algún día estaría preparada para enfrentar a Alex, pero no dije mañana.

Dios la vida me odia.

Escapando de mis demonios. [DISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora