🔥CAPITULO 7🔥

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SIN EDITAR.

🤒<<{Matthew}>>🤒

Mi mano sale disparada a su nuca y estampó mi boca contra la suya mientras empiezo a inclinarla en el sofá, mi mano libre empieza a pasearse por su cuerpo disfrutando de cada toque, disfrutando de su piel erizandose cuando la meto dentro de su blusa para tocar su vientre, voy subiendo la mano a sus pechos lentamente entre medio del beso, tan, pero tan lento mientras espero que ella me saque.

No lo hace así que sin pudor mi mano se adentra al brasier y agarro uno de sus pechos dándole un leve apretón que la hace jadear entremedio del beso y separar su boca de la mía, sus ojos me miran con hambre, pero también con un poco de miedo y la entiendo, se que con la única persona que estuvo fue con su primo, aunque él no me guste se que fue bueno con ella.

Solo por eso hoy no fui a romperle el rostro cuando ví el dolor en los ojos de mi pitufa.

¿Quién besaría a otra teniendo al ser más perfecto entre sus brazos? Solo un idiota lo haría.

Matthew: ¿Quieres que pare? Solo dilo y freno, solo dilo y nada de esto paso, nada de esto volverá a suceder.

Charlotte: Quiero que sigas.

Matthew: ¿Estás segura? —asiente con la cabeza, pongo ambas manos en la cintura de su leggings y la miro a los ojos— puedes detener esto siempre que quieras, tu solo dime qué pare y lo haré pitufa, ¿Lo entiendes?

Charlotte: Lo entiendo rizos.

Saco el leggings junto a la braga dejándola totalmente descubierta de la zona inferior de su cuerpo, un sonrojo de vergüenza se extiende por su rostro hermosamente y le sonrió.

Matthew: No tienes que sentir vergüenza, eres lo más hermoso y sexy que haya visto —rompo su blusa al medio haciéndola jadear, pero luego me mira mal— no te enojes pitufa más tarde te llevaré a comprarte el vestido más sexy que encontremos.

Charlotte: Me lo debes.

Le sonrió antes de bajar mi boca para capturar uno de sus pezones, su mano agarra los cabellos de mi nuca cuando mis dientes muerden su pezón y me aprieta más contra su cuerpo mientras su pelvis empieza a moverse para buscar alivio.

No la hago desesperar mucho, saco su pezón de mi boca y me levanto para sacarme la ropa, sus ojos miran mi cuerpo con hambre mientras ve que busco un preservativo.

Que no tengo.

Mierda.

Claramente no estaba esperando que la pitufa me dejara besarla o follarla.

Matthew: Pitufa, no tengo preservativo.

Su mano frena mi intento de ponerme el bóxer y sus ojos perforan los míos con intensidad.

Charlotte: Tengo la inyección, no es necesario.

Lo es en realidad, pero como sé que no tengo ninguna enfermedad no me preocupo.

Me inclino sobre ella con mis rodillas entremedio medio de sus piernas abiertas, uno mi boca a la suya mientras empiezo a meterme en su coño, su humedad vuelve resbaladiza mi polla, su coño y su calor envuelve tan placenteramente mi polla que sin poder evitarlo gimo en medio del beso.

Charlotte: Dios rizos te sientes tan bien.

Se mueve indicándome que está lista para que me mueva y yo empiezo a embestirla moviendo mi pelvis para sacar mi polla hasta la mitad y entrar todavía más profundo, las manos de la pitufa van a mi espalda apretando sus dedos con fuerza, sus uñas dejar arañazos que hacen a mi piel erizarse y a mi cuerpo estremecerse.

Llevo tanto tiempo esperando sentir sus carnosos y dulces labios sobre los míos, su cuerpo contra el mío, queriendo escuchar sus excitantes gemidos y jadeos, queriendo sentir aunque sea un momento que es mía.

Por qué lo es en este preciso momento.

Charlotte: ¡Ah!

Entro y salgo de su interior con fuerza haciendo que el sofá chirríe debajo de nosotros, su calor envuelve mi polla tan perfectamente como un guante y sus piernas se aprietan a mi alrededor con fuerza haciendo que mi polla llegue tan profundamente que me contengo para no acabar.

Gime en mi oído mientras mis embestidas se vuelven crudas, el ardor en mi espalda se incrementa por sus arañazos, una de mis manos está clavada en su cintura haciendo que su pálida piel enrojezca, mi boca deja marcas en su cuello y clavícula que hacen que algo en mi interior se rompa y un sentimiento de posesividad se instale en mi pecho.

Mis embestidas son tan crudas como las de un animal salvaje por la necesidad, mi cuerpo entero arde con la necesidad de llenarla con mi semen, joder que hasta pondría un bebé en su vientre para que todos los hombres que se le acerquen sepan que tiene a alguien.

Matthew: Charlotte

Embisto una y otra vez robándole sonoros gemidos y jadeos que enloquecen mi mente, mi boca sigue saboreando su deliciosa piel con olor a jazmín y mi polla se estremece cada vez que su avasallante calor me envuelve.

Su coño empieza a contraerse a mi alrededor haciéndome gemir contra su piel, mi polla entra y sale de su interior con mucha más fuerza, sus gemidos son tan altos que podrían escucharse incluso a dos casas vecinas y sus uñas siguen dolorosa y placenteramente arañando mi espalda.

Charlotte: ¡Matthew!

Junto a ese grito su coño se contrae dolorosamente mientras se corre provocando que yo también acabe llenando todo su interior con mi espeso y caliente semen.

Matthew: Joder pitufa.

Sabía que cuando la tuviera sería lo mejor del mundo, pero no tenía idea de cuánto, no consideré que podría volverme adicto a sus gemidos, a su calor.

Escapando de mis demonios. [DISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora