🔥CAPITULO 13🔥

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SIN EDITAR.

Más de seis años después…

🤤<<{Noah}>>🤤

Miro a la coqueta mujer que tengo frente a mí quejarse sobre el servicio del restaurante, ruedo los ojos internamente por qué ninguna de las mujeres con las que hice match en las apps de citas es como aquella muñequita de la cual no pudimos saber más que su nombre y que lleva desaparecida seis años siete meses y veinte días.

Si joder así de obsesionado quede luego de aquella vez.

Cuento los días en que la muñequita está desaparecida y ni mi amigo ni yo perdemos la esperanza de encontrarla, intentamos estar con una mujer totalmente diferente a ella para ver si solo fue el momento el que nos dejó tan alucinados, spoiler, no fue el momento, fue totalmente ella.

Su diminuta y tierna estatura que la volvió tan manejable en la cama, sus carnosos labios que se abrían para dejar escapar sensuales gemidos, sus hermosos ojos verdes oscurecidos por el deseo y la pasión, su delicada y respingona nariz que…

Joder, joder, joder.

No otra vez.

No puedo tener una erección cada vez que pienso en esa muñequita perfecta.

O sí al parecer.

Sandra: Cualquiera diría que por el precio de la comida serían rápidos —bufa y pongo todo de mi para no rodar mis ojos— me estoy muriendo de hambre.

Quizá si no hubiera dejado de comer todo el día para venir y comerse todo el restaurante no tendría tanta hambre, parece una niña cuando no comía para comer en los cumpleaños de los amigos, dios, pero incluso esos niños son menos odiosos que está mujer.

Noah: Se fue hace cinco minutos, justo  después de estar diez minutos escuchando tu pedido.

Cuando ella vuelve a quejarse saco mi teléfono disimuladamente y le mando un mensaje a mi amigo para que me rescate, quiero no, necesito, salir de aquí.

Todo bien con la mujer y en que quería que alguien le pague la comida en uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad, pero ya no me aguanto su actitud mimada.

Sonrío cuando mi amigo que acaba de salir de la base que en diez minutos estará aquí, lo bueno de tener un amigo militar es que te puede salvar diciendo que surgió un inconveniente muy importante y nadie le va a llevar la contraria, después de todo se supone que salvan el mundo o lo que sea que hagan aparte de follarse a sus compañeros.

Mi amigo Ethan me contó que ha tenido que ver mucho de eso en las duchas, dice que él no se folla a sus compañeros, no le creo mucho porque estar encerrado con ellos en misiones donde duran meses incluso años sin ver a nadie más hacen que pasen cosas, claramente no le digo que no le creo cuando lo niega, quién soy yo para juzgar.

Todos son libres de experimentar y satisfacer sus necesidades mientras sea consensuado.

Sigo escuchando a la cansadora mujer durante los diez minutos más agonizantes de mi vida hasta que mi amigo entra al restaurante con su uniforme militar luciendo tan imponente como siempre con su fachada sería, aunque es un bromista de lo peor siempre que tiene que ser serio lo es.

Ethan: Noah necesito que vengas conmigo, hubo unas complicaciones en la base que requieren que te presentes.

Me pongo de pie con rostro preocupado, como si en verdad hubiera pasado algo y no es solo mi amigo salvándome por tercera vez esta semana.

Miro a la mujer frente a mí sin dudar aunque su rostro luzca decaído.

Noah: Discúlpame Sandra tengo que irme.

Sandra: Me llamo Samantha.

Noah: Discúlpame, ya pagué la cuenta.

Le digo y salgo ignorando si sigue molesta por equivocarme de nombre o feliz porque puede comer igual, mi amigo se ríe de mí al salir del restaurante y me vuelve a decir como siempre que le pido que me salve que me quedaré pobre si sigo financiando citas de las que me voy a escapar.

Es poco probable, a menos que haga al menos diez citas al día en los restaurantes más caros de la ciudad y eso solo reduciría mi dinero, no me dejaría pobre.

Noah: Cállate —se sigue riendo— ¿Por qué estás de buen humor? ¿Metiste tu mierda en alguno de tus compañeros?

Eso lo hace dejar de reír y mirarme serio antes de hablar entre dientes apretando el volante.

Ethan: Te dije que yo no me follo a mis compañeros.

Noah: Y yo que no tenía más citas y aquí me ves siendo salvado por mí no experimentado en traseros masculinos, militar amigo, Ethan Smith.

Ambos nos miramos antes de mirar la carretera y reírnos a carcajadas.

Noah: Ya enserio ¿Por qué el humor alegre?

Ethan: Me tomaré un descanso de la base para poder buscar a la pequeña.

Sonrío de oreja a oreja porque mi amigo había estado muy ocupado estos años y no había tenido tanto tiempo para encontrarla.

Noah: ¿Cómo?

Ethan: Estoy de carpeta médica porque me quebré la pierna.

Me río porque sé que es totalmente falso, camino lo más bien cuando llegó.

Noah: ¿Le cobraste el favor al médico?

Ethan: Me cansé de esperar a que la pequeña me caiga del cielo, la buscaré y la encontraré aunque tenga que levantar cada maldita piedra del mundo.

Noah: ¿Cuándo empezamos? ¿Por donde?

Ethan: Amigo, ya empecé, mientras nosotros hablamos uno de mis contactos está volviendo a mandarme los datos de todos los vuelos que se sacaron a nombre de Charlotte Davis y las cámaras para saber a cual vuelo subió en realidad, no se nos volverá a escapar.

Quiero saber qué dirá cuando la encontremos, que dirá cuando sepa que aún guardamos la carta que nos dejó al escapar de nuestra casa.

¿Tendrá novio? ¿Esposo? ¿Y si no está interesada en nosotros? Mala suerte para ella entonces porque su vida dará un gran giro.

Ya no te nos escaparas muñequita, estoy anhelando tenerte entre mis brazos y encadenarte a mí para que no vuelvas a irte.

Escapando de mis demonios. [DISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora