Escapando de mis demonios. [DISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON]

🔥CAPITULO 21🔥

SIN EDITAR.

😈<<{Charlotte}>>😈

¿Cómo se le dice a cinco hombres visiblemente trastornados que es posible que uno de ellos sea el padre?

Dos meses después de que me escape descubrí que estaba embarazada y tuve ganas de decirles, ¿pero que les decía? ¡oye es posible que me hayas embarazado, pero no te preocupes es una posibilidad entre cinco!

Si, eso no iba a suceder.

Planeaba no decirles, como... nunca, no creí que los volvería a ver y estaba poniendo todo de mi para no hacerlo en definitiva, pero ahora están aquí, frente a mi luciendo tan jodidamente sexys como antes, más que antes en realidad.

Ethan: ¿Y bien pequeña? creo que nos debes una explicación a todos.

Ragnar: No, Emilia es nuestra, nosotros la criamos, no hay explicaciones para ustedes.

Miro a mi alrededor sintiéndome abrumada por toda la situación, me enojo rápidamente cuando hay varios empleados observando y cuchicheando por todo el drama que se armó, me maldigo mentalmente porque esto nunca había pasado aquí, mi empresa siempre fue un refugio, pero ahora no me siento cómoda, no siento que el lugar me favorezca para esta charla, necesito un lugar mío, sin gente, en donde me sienta cómoda para poder decir mi mierda y ciertamente este no es.

Mi casa lo es.

Charlotte: Adams, dile a los empleados que estaban de chismosos que el tiempo que pasaron aquí observando todo se les descontará de su pago al igual que se les descontaran a todos un cuarto de su sueldo por cada rumor que oiga circulando en los pasillos de mi empresa, cancela todas mis reuniones por hoy —hago una mueca y lo vuelvo a mirar mientras anota— y los próximos días, gracias.

Adams: ¿Algo más en lo que pueda ayudarle señorita?

Charlotte: Dales una tarjeta con mi dirección a todos estos hombres y llama a la niñera para que esté en mi casa lo antes posible, eso es todo puedes tomarte la semana libre —me estaba por discutir, pero levantó la mano para cortar su queja— una semana paga Adams deja de discutir.

Suspira, no lo dejaría sin paga una semana sabiendo que necesita el dinero para los remedios de su madre.

Salgo ignorando como algunos quieren seguirme, tomó el ascensor y cierro la puerta dejando a Johan y Ragnar junto a los demás, se que ellos me apoyaran, pero necesito el viaje a casa sin nadie mas que mi madre y mi hija.

Las recojo en la entrada con muchas de almuerzo para llevar, con una sonrisa las cargo en mi carro que siempre está en el estacionamiento y las tres nos vamos hacia mi casa donde esperaré a todos los hombres para tener la tan ansiada charla mientras comemos, en mi casa, mi terreno, espero que eso me haga sentir en confianza.

Al llegar la niñera ya se encuentra dentro de casa esperándonos, se lleva a mi hija para comer en la sala de cine que arme para ella, mi madre comprensivamente se quiso ir con ella aunque la quería como apoyo, pero la entiendo no es una charla linda escuchar a su hija decir que se follo a cinco hombres el mismo mes, algunos de hecho la misma semana.

Menos si dos son parientes consanguíneos míos, aunque sabía hace mucho tiempo que sabía lo que pasaba con Alex.

Se que se están tardando porque Ragnar y Johan los están reteniendo, por eso me tomo el tiempo para poner la mesa para poder calmarme, mi corazón pareciera que está en una carrera por ver cual late más rápido, me atrevo a decir que tengo cierto miedo, aunque hayan llegado con toda la intención de reclamar a mi hija me asusta que cuando sepan de quién es en realidad ese hombre la rechace y aunque hasta estar segura de que no sera asi no los dejare con mi hija estoy segura de que eso terminaría por resquebrajar mi maltrecho corazón.

Cuando me siento en la silla que está en la punta de la mesa la puerta se abre, momentos después con pesados pasos llegan los ocho hombres que estaba esperando, no parece haber animosidad entre ellas y eso solo confirma que Johan y Ragnar los estuvieron deteniendo para decirles algo.

Por eso es que los amo, siempre se preocuparon por que nada pueda lastimarme.

Charlotte: Siéntense a comer.

Johan y Ragnar toman los asientos a cada lado mío, aunque mi primo y Ethan se quejan por ello, se sientan obedientemente y me miran como esperando algo así que agarro el tenedor y empiezo a revolver el arroz con pollo que mi madre pidió para mi, no creo que pueda meter un solo bocado en mi boca, pero es una buena distracción.

Henry: Puedes hablar enana por favor, me haces poner nervioso.

Me río sarcásticamente, ahora quiere hablar, recuerdo que la última vez no quiso hablar conmigo, entiendo que fuera un shock saber que se follo a su hermana, pero no me merecía esa mierda.

Charlotte: No hay mucho que decir, estuve con cinco de ustedes el mes que se concibió mi hija, cualquiera de ustedes puede ser el padre —miro a Giovanni haciéndolo tragar saliva cuando la ira se refleja en mis ojos— tuya no, afortunadamente.

Giovanni: Puedo explicarte, déjame hacerlo por favor.

Charlotte: Eso ya no me interesa, espero que lleves —miro el dedo de Alex— lleven un matrimonio feliz con las mujeres que eligieron, sus vidas no me son de importancia, vinieron por la niña y les permito hacerse una prueba de paternidad si la desean, pero no estarán con ella hasta que sepa que no la abandonaran, a ella no la van a lastimar.

No se si la valentía me salió del enojo por ver los anillos en los dedos de estos hombres o por el tupé que tienen de venir a pedirme explicaciones cuando ellos hicieron su vida tanto como yo.

Matthew: Déjanos hablar contigo pitufa, déjalos explicarse.

Charlotte: Como ya dije no hay nada que explicar, así como yo no les debo explicaciones, ahora les pido amablemente que se limiten a terminar sus almuerzos y se retiren de mi casa y en lo posible de mi vida también.