🔥CAPITULO 27🔥

1.1K 133 10
                                    

SIN EDITAR.

💥<<{Giovanni}>>💥

Se que Alex se sentirá completamente avergonzado cuando se levanté, cosa que intentará negar con su neutral rostro, pero lo conozco lo suficiente como para saber que sentirá tanta vergüenza que apenas podrá mirar a Charlotte a los ojos.

Lo sé porque es lo que me pasaría a mi si cayera desmayado al suelo como un saco de papas.

No sé sintió igual cuando nació Michael, quizá porque no estuvo en la clínica hasta que el niño nació o porque originalmente creía que no era de él, que todo fue una jodida trampa.

Para mí absoluta desgracia y la de todos lo que lo obligamos a casarse con la mamá de Michael él estaba en lo correcto, no se hizo prueba de ADN, pero de solo mirar al niño notas las mulas similitudes entre ellos, empezando porque Alex y la madre de Michael son de pieles pálidas y sin discriminar al niño que amo, es moreno.

Lo amo, al igual que Alex, Henry y Matt, lo hacemos, a pesar de todo el inconveniente visiblemente parental, él lo crió como a su hijo y a los ojos de todos fue el ancla que necesito para salir de la depresión y el odio que tenía en su interior cuando Charlotte se fue.

El niño no tenía la culpa de la mitomana de su madre, cómo Alex no tiene la culpa de estar casado con ella, fue mi culpa y la del consejo, lo obligamos y prácticamente lo arrastramos y lo amenazamos para que diera el sí.

Pude ver en sus ojos como moría cuando dió el sí y tan rápido como lo ví me arrepentí, me sentí culpable por segunda vez en mi vida y desde entonces hago todo lo posible por compensarlo.

Como pagándole a la desgraciada de su esposa para que lo deje en paz y se vaya con sus amantes.

Un quejido sale de la boca de Alex cuando empieza a despertarse ante la mirada de todos que estábamos justamente esperando eso, nadie se movió, las dos amigas de mi nena quienes estaban sacándole fotos de todos los ángulos mientras yacía despatarrado en el suelo se vuelven a sentar una al lado de la otra mientras se muestran las fotos y se ríen al haber capturado la baba saliendo de la boca de Alex.

Si creí que sentiría un poco de vergüenza me equivoqué, sentirá jodidamente mucha vergüenza.

Alexander: ¿Qué pasó?

Janice: La fuerza de gravedad te chupo.

Ángela: Le diste un beso a tu fiel amigo el suelo.

Ambas mujeres se ríen noto que mi nena se tapa la boca con la intención de ocultar la sonrisa que se le escapó en contra de su voluntad al parecer, se ve tan jodidamente tierna, como aquella vez en la fiesta, recuerdo haberla visto y creer que era un pequeño, precioso y jodido ángel, se veía tan sexy, pero tierna, me era imposible apartar mis ojos de ella y de la delicadeza de su inocente rostro.

Y aunque quise mantenerme alejado aquella noche por la obvia razón del compromiso no pude, su aura pura e inocente me atrajo como la abeja a la miel, su olor a jazmín y su sonrisa cuando me puse a su lado hicieron que una torrente de sangre caliente recorriera mi cuerpo y estremeciera mi cuerpo, recuerdo pensar que ella olía como mi droga favorita.

Claro no preví que fuera la sobrina de mi prometida, bien pudo haber sido ella la mujer con la que hicieron el acuerdo para que me casará y ese fue mi jodido deseo cuando entre aquella vez a la casa donde sería el almuerzo para anunciar el compromiso y la vi allí sentada, pero no fue así y no lo pude cambiar porque desapareció.

Solo hay una razón por lo que los compromisos concertados en la mafia se pueden cambiar, la muerte, pero al ella desaparecer si mataba a Fawn me casarían con la otra prima de Charlotte, que en su momento tenía dieciséis años así que tuve que aceptar mi jodido destino y de paso condenar el destino de Alex con mi terquedad.

Mi ira fue lo que me hizo obligarlo, estaba furioso por ser el único en el infierno de estar casado con una mujer odiosa.

Vi la oportunidad y desgraciadamente no la desaproveché.

Charlotte: ¿Estás bien?

Alexander: ¿Te preocupas por mi?

Le sonríe egocéntricamente y ella rueda los ojos.

Charlotte: Por supuesto, eres el papá de mi hija, ¿si te mueres quién me pagará la pensión alimenticia?

Eso y la risa de las dos amigas borra la sonrisa tan rápido como apareció en el rostro de Alex y se levanta mirándola, las dos amigas imitan su acción mirándonos con una clara amenaza en los ojos, por no decir que ambas levantaron levemente sus faldas para que podamos ver qué cada una lleva una liga con una navaja y un arma, vuelven a ocultar el objeto de la amenaza y se dan vuelta para mirar a mi nena.

Charlotte: ¿Qué?

Janice: Lo sentimos.

Mi nena frunce el ceño y nosotros igual, no entiendo por qué las disculpas.

Ángela: Miente, en realidad no lo sentimos, disfruta del viaje pendeja intenta que te dejen comunicarte con nosotras o empezarás a quedarte sin hombres.

Charlotte: ¿De que….

La pregunta de mi nena se corta cuando las amigas se mueven dejándole paso a Ethan quien la levanta en su hombro haciendo que lo insulte y golpee.

Charlotte: ¿¡Qué mierda pasa!?

Janice: Te están secuestrando.

Ángela: Y los estamos dejando hacerlo.

Charlotte: ¡Se supone que son mis amigas y tienen que defenderme!

Janice: No, nosotras estamos para decirte las estupideces que haces y reírnos de ello, pero no está vez.

Ángela: Osea si nos reiremos, pero no te daremos la oportunidad de hacer la estupidez de escaparte de tu futuro o bueno, futuros ¿Cómo es?

Janice: ¿Ellos no serían sus idiotas? Si, creo que si, el futuro sería lo tendrá con los idiotas.

Noah: Seguimos aquí.

Ángela: No nos digas.

Janice: No me extraña que el imbécil este haya preguntado por qué le decimos capi.

Señala a Ethan quien tiene la decencia de parecer avergonzado.

Nos hizo quedar mal a todos, porque aunque todos vengamos de diferentes lugares, familia y tengamos diferentes opiniones llegamos al acuerdo de compartir a Charlotte y las amigas de ella ya nos ven como una unidad así que si uno es o hace algo estúpido eso influye en como nos ven a todos.

Charlotte: ¡Chicas!

Ethan: ¿Por qué les contaste?

Ángela: Nos cuenta todo.

Sonrió con suficiencia mientras las miro.

Giovanni: Dudo que les cuente todo, no la creo capaz de contarles lo que hace en la cama.

No es que yo sepa, no estuve ni cerca de estar con ella en una ni siquiera para dormir, pero quería bajarles un poco el orgullo que tienen por saber “todo” lo de mi nena.

Janice: De hecho, lo hace con lujo de detalles.

Ángela: Incluso las medidas sabemos, así que borra la estúpida sonrisa de suficiencia que tienes y llevensela antes de que nos arrepintamos.

Charlotte: ¡No sean pendejas, no pueden hacerme esto, no con ellos!

Janice: Te sorprendería de lo que somos capaces por las buenas y calientes anécdotas.

Ángela: Pero no somos chismosas, solo nos gusta estar informadas.

Niego con la cabeza mientras comenzamos a salir de la casa ignorando los gritos de mi nena hacia sus amigas y los insultos que van dirigidos a nuestra dirección.

Ya se le pasará.

Espero.

Escapando de mis demonios. [DISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora