🔥CAPITULO 34🔥

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SIN EDITAR.

Ahora sale?

😈<<{Charlotte}>>😈

Me siento en la cama, apoyo la espalda en el respaldo y espero hasta que alguno vuelva, lo cual no es mucho tiempo porque lo que calculo que fueron cuarenta minutos después ambos vuelven a ingresar a la habitación y se sorprenden al verme despierta.

Aunque ya lo estaba.

Charlotte: ¿El grillete era necesario?

Ambos se sientan a cada lado de mi cuerpo, como si esto fuera lo cotidiano y yo estuviera secuestrada y encadenada a la cama.

Stefan: ¿Te hubieras quedado tranquila en la cama sin el grillete?

Charlotte: Obvio no, no me dió estocolmo todavía.

Joshua: Tenemos tiempo.

Sonríe como si esperara que yo esté de acuerdo con lo que dice.

Estúpido.

Estocolmo es mi nombre.

Tu nombre es Fénix y deja de decir estupideces.

Charlotte: Claro hombre bestia, como ustedes digan.

Me cruzo de brazos mientras miro la pared, ignorandolos deliberadamente.

Stefan: Vamos klein ¿Que podemos hacer para que dejes de estar enojada?

No lo sé ¿No secuestrarme quizá? ¿Es mucho pedir un día de paz libre de secuestros?

Charlotte: Soltarme y dejarme ir.

Stefan: Aunque lo hiciéramos estás a muchos kilómetros de tu hogar.

Mi hogar es el que compré con mis amigas, ciertamente no es la ciudad donde nací, pero no les diré eso.

Joshua: Elige otra cosa, cualquiera, por más absurda que te pueda parecer y nosotros te la daremos.

¿Qué puedo querer que no tenga ya? Ya hice mi propio dinero, funde mi propia empresa, tengo una maravillosa hija, las mejores parejas, las mejores amigas, una buena cantidad de obsesionados, una buena cantidad de momentos humildes, mi propia casa, tengo todo y sin embargo aquí no tengo nada.

Ni siquiera mi ropa.

Charlotte: Ropa.

Ambos me miran como si hubiera dicho la peor estupidez que haya existido, al parecer ninguno de los dos noto que mi pantalón está roto donde me corté, que transpire como un cerdo y claramente que no tengo una muda aquí.

Porque el secuestro no incluía pasar por la casa para buscar mi ropa.

No sería secuestro.

Los chicos me secuestraron con mis propias cosas, deberían aprender de ellos.

Pero ellos permitieron que una loca grosera te vea y te insulte y por obvio que resulte, te pudiste escapar.

Quién dice que no puedo aquí.

Veremos.

Charlotte: ¿Pueden ir a comprarme ropa para que pueda bañarme?

Stefan: Sueñas si piensas que te dejaremos aquí para que puedas escaparte, vamos a ir a comprarte ropa, pero tú vienes con nosotros.

Joshua: Prepararé diez hombres.

Fue un buen intento.

Aún no he terminado de intentarlo.

No sería divertido si te rindieras tan fácil.

Charlotte: ¿Podrían prestarme ropa al menos? O puedo ir desnuda, no me molesta.

Joshua: Definitivamente llevarás ropa.

El tatuado palmea el grillete antes de que ambos salgan dejándome sola otra vez.

Yo estoy aquí no estás sola.

Yupi que felicidad.

Tu sarcasmo no me causa gracia.

Genial.

[•••]

Me ayudan a bajar de la camioneta, ambos hombres me flaquean a los lados mientras camino al interior de la tienda arrastrando la enorme ropa de alguno de ellos.

Sácate los pantalones, igual te llega hasta las rodillas la remera.

Podría haberlo hecho, pero ya estoy aquí y aunque dije que no me molesta andar desnuda si lo hace, no me gustaría que cualquiera de aquí pueda verme el trasero cuando me saque el pantalón.

Stefan: Vamos por la lencería primero.

Joshua: No, primero por vestidos.

Stefan: Lencería.

Joshua: Vestidos.

Charlotte: Hay dios, son mafiosos pidan ambas y ya ni que no le cumplieran cualquier mierda que pidan.

Ruedo los ojos y me encamino al sofá más cercano para sentarme, hay una mujer de pie a un lado, pero la ignoro, apoyo la espalda en el respaldo y cierro los ojos para masajearlos con los dedos índice y pulgar cuando un leve dolor me ataca las sientes y detrás de mis ojos.

...: Oye vagabunda, aquí no damos caridad, vete, espantas a los clientes.

Abro los ojos para ver a la misma mujer que estaba parada a un lado del sofá mirándome con asco grabado en su rostro.

Hombre: Señorita váyase, no quiere problemas.

Asiento con la cabeza a lo que uno de los hombres de mis secuestradores le dice a la mujer.

...: Ya escuchaste, vete vagabunda.

La carcajada más fuerte que alguna vez haya soltado escapa de mí llamando la atención de muchas personas, incluidos mis dos secuestradores que se encontraban arreglando lo que querían que me pruebe.

Stefan: ¿Qué sucede aquí?

...: Disculpe el disgusto señor Wagner, ya mismo sacamos a esta vagabunda para que no lo moleste más.

Joshua: ¿Vagabunda?

Me señala con el dedo, al parecer la mujer aparte de ser estúpida e ignorante es un cadáver, porque claramente se ve la amenaza en el rostro de la bestia cuando pide que confirme lo que acaba de decir.

Charlotte: Eso soy al parecer —miro hacia abajo, hacia la ropa que ellos me dieron— parece que está ropa no me queda bien.

Sácate el pantalón.

Me pongo de pie en el sofá, subo mis manos por mis muslos cubiertos por un enorme pantalón, tiro de la cintura de estos cuando llego y lo bajo de un tirón, la remera es lo suficientemente grande como para cubrir todo, pero eso no evita el gruñido de mis dos secuestradores quienes me cubren con el saco que se sacaron al entrar, el hombre bestia me carga sobre su hombro y empieza a caminar hacia nose dónde.

...: Señor no es necesario que la toque para sacarla, seguridad puede encargarse.

La mujer corre detrás nuestro.

Joshua: ¿Sacarla? ¿A ella? A ti te sacaré, pero con un agujero en la frente si no aprendes a dejar tu asquerosa boca cerrada, ahora muévete y trae las cosas que encargamos para que nuestra mujer se pruebe, tú le servirás en todo lo que pida el día de hoy.

Joder en que cosas me estoy metiendo.

Escapando de mis demonios. [DISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora