🔥CAPITULO 29🔥

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SIN EDITAR.

Dos días después…

😈<<{Charlotte}>>😈

Paso por décimo quinta vez por la cocina para ver si el pastel que está en el horno ya se hizo o si el tiempo corrió más rápido milagrosamente, pero no, ni se hizo ni pasaron más de dos minutos desde la última vez que pase.

Estoy jodidamente aburrida y este es el quinto pastel que hago en dos días, la sala está cubierta de bocetos, la cocina inundada de pasteles y cosas dulces y mis “secuestradores” no están.

Bueno la mayoría no está, Johan, Ragnar, Henry y Matthew están aquí, obviamente Lars también, ninguno de ellos me deja salir de la casa.

¡Ni siquiera al patio me dejaron salir!

“Eres muy escurridiza bebé”

“No te nos vas a escapar enana”

“Si nos escucharás podrías salir libremente pitufa”

Pero no les daré el gusto de ceder a sus demandas, suficientes decisiones tomaron por mi con dejar ir a mi hija de viaje por el mundo con mi madre.

Traicioneras de lo peor.

¿Verdad fénix? Yo pensé lo mismo.

Estás unida a mi, pensamos literalmente lo mismo.

Ruedo los ojos, a veces me arrepiento de haberme unido a ella, luego recuerdo que quería sacarme el cuerpo y me doy cuenta que es mejor compartir.

Si estos tóxicos pueden compartirnos porque nosotras no podemos compartir un cuerpo y mente.

Lars: ¿A quién le ruedas los ojos?

¿Le hacemos una broma? Para pasar el rato.

¿Dices que está bien?

Si.

Charlotte: A la niña —señalo detrás de él y sonrió como si verdaderamente ahí hubiera alguien— No hice de chocolate niña, hice de vainilla ¿Lo quieres igual?

Casi suelto las carcajadas cuando se da vuelta con rapidez mirando literalmente el aire porque no hay tal niña.

Lars: ¿Una niña?

Charlotte: Ya deja de hacerte el tonto, está literalmente ahí —señalo otra vez el aire— ¿No la vez? No le hagas caso, niña, debe estar cansado por no dormir bien —me giro agarró un trozo de pastel y lo envuelvo en servilletas antes de darme la vuelta y dárselo a “la niña”— toma.

Suelto el pastel y me doy vuelta, lo escucho caer perfectamente al suelo, pero finjo no hacerlo y Lars le grita a los chicos que vengan mientras me toca la frente.

Lars: ¡Oigan vengan!, ¿Dulzura estás bien? ¿Te sientes bien?

Charlotte: Asustaste a la niña sargento —niego con la cabeza haciendo una mueca mientras me río a carcajadas por dentro al ver la preocupación y el miedo en sus ojos— salió corriendo y se le cayó el pastel del susto.

Me separo de él y levanto el trozo de pastel que intencionalmente deje caer al suelo, los demás llegan agitados mirando hacia todos pensando que posiblemente me escape o me sucedió algo, pero ignoro eso mientras desenvuelvo el trozo de pastel de las servilletas y lo coloco con el resto.

Lars: Dulzura, dulzura deja eso y mirame joder.

Agarra mi rostro y lo escanea con detenimiento haciendo que los demás aprieten la mandíbula, sonrío por eso.

Charlotte: ¿Qué sucede?

Johan: Si, ¿Qué sucede y por qué la agarras de ese modo?

Henry: Ya sueltala, ser su guardaespaldas —carcelero— no te da derecho a agarrarla y mirarla como si fuera tuya.

Lars: ¿Eso les preocupa? ¿Eso les importa y no que ella vea personas que no existen?

Ragnar: ¿De qué mierda hablas? Ella no tiene alucinaciones imbécil.

Aprieto los labios frunciendo el ceño.

Charlotte: No lo insultes.

Él me trata bien, no tienen por qué insultarlo.

Lars: Dulzura diles lo que viste.

Sin poder contenerme me río a carcajadas hasta que lágrimas caen por mis ojos y los pulmones me arden por no tomar aire de lo tentada que estoy por el miedo que tuvo Lars.

Charlotte: Calma sargento, solo te estábamos haciendo una broma.

Lars: ¿Estábamos quienes?

Sigue indeciso, me dejo de reír y chasqueo la lengua.

Charlotte: La niña y yo.

Señalo al aire a mi lado.

Lars: Esto no me está causando gracia dulzura, ¿En serio ves una niña?

Ragnar: No idiota, Fenix quizo jugarte una broma y bueno hubiera sido graciosa si nosotros hubiéramos sabido.

Lars: Por favor dime que Fénix no es la niña imaginaria.

Henry: Fénix es la otra personalidad de mi hermana.

Dile hola.

Charlotte: Hola.

Idiota pero dile que soy yo.

Charlotte: Hola soy yo.

Seras mensa, dile Fénix te dice hola.

Explicate bien.

Charlotte: Fenix dice hola.

Matthew: El encierro te está haciendo jodidamente mal.

Charlotte: Que quede en sus estúpidas conciencias que el encierro me está volviendo más idiota, eso se lo van a reclamar las chicas.

Ragnar: Si bebé lo que tu digas, pero no saldrás hasta que escuches todo.

Charlotte: No entiendo porque quieren que los escuche, ustedes y yo estábamos bien.

Johan: Hasta que te alejaste.

Charlotte: Si, pero solo por….

: ¿Quienes son ustedes y que hacen en mi casa?

¿Acaba de decir mi casa?

: Tío Henry, Tío Matt.

Un niño un poco más chico que mi hija corre hacia ellos y los abraza con fuerza, la mujer no ve al niño, ni a nadie aquí, me mira fijamente con superioridad mientras se cruza de brazos, una de sus manos queda a la vista dejando ver un enorme anillo de matrimonio que atrapa la luz que da por la ventana.

Demasiado grande en mi opinión, sé que ella quiere ostentar, pero para mí un anillo sencillo es más que suficiente.

: Señora, el boss dijo que no tiene permitido entrar aquí.

El pobre hombre entra corriendo, pálido como una hoja.

¿Boss? ¿Geovanni o Alexander?

Al ver la mirada de reconocimiento y superioridad en la mujer todo encaja perfectamente, ella es la esposa de Alex, él no me mantiene aquí para que la escuche, me mantiene aquí para que su esposa no sepa de mí, porque soy su oscuro secreto.

Escapando de mis demonios. [DISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora