🔥CAPITULO 24🔥

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SIN EDITAR.

*Inserta Sticker de se prendió esta mierda*

Tres días después...

🫦<<{Ragnar}>>🫦

Tal y como las dos locas amigas de mi mujer dijeron, los idiotas se quedaron a dormir y no porque ella quisiera claramente, sino porque se negaron a irse incluso cuando Charlotte se fue a dormir, debo decir que levantarme a medianoche y ver a dos de ellos haciendo guardia mientras los otros cuatro dormían en el suelo o sofá me dio un poquito de gracia, pero levantarnos junto a nuestra mujer y verlos acostados en el suelo con ojeras por el suelo le dio pena.

La convencimos de dejarlos un día más diciéndole que seguramente se irían y milagrosamente nos hizo caso, así que esta noche es la primera vez que dormirán en cuartos de invitados y no en el suelo.

Giovanni: Gracias nena.

Charlotte: Solo es café no es la gran cosa.

Rueda los ojos y sale del comedor para abrir la puerta porque sonó el timbre, seguramente sea una de sus amigas por eso no nos ofrecimos a ir a abrir.

Johan: Gracias nena.

Copia con voz chillona y fea lo que el castaño dijo al recibir la taza de café que nuestra mujer le dió, si no lo conociera lo suficiente diría que está celoso, pero no lo está, lo que en realidad estamos es enojados, ellos fueron los que destruyeron a mi mujer hace tantos años, por ellos ella llegó devastada, con los ojos rojos de tanto llorar y sin confianza.

Me parece justo que nos venguemos un poco en nombre de mi mujer.

Giovanni: Cállate imbécil.

Ragnar: Ustedes deberían callarse, son los perjudicados —le sonrío cínicamente— deberían de agradecer que le dieron lastima y les preparo habitaciones y comida, si por nosotros fuera dormirían con los perros.

El perro mejor dicho, solo tiene uno y en lugar de adoptado parece invocado, es feo como la mierda y chiquito como la dueña.

Emilia: ¡Mami!

Todos fruncimos el ceño y salimos corriendo al escuchar el grito desgarrador de la niña, la encontramos llorando a mares mientras Ludwig tiene a mi mujer levantada por el cuello contra la pared, Giovanni y Ethan reaccionan rápido para sacarselo de encima mientras me encargó de tranquilizar a babymiel, mi suegra baja corriendo nerviosa a socorrer a su hija mientras todos los demás golpean al hijo de puta fuera de la casa para que la niña no pueda ver nada más que la traume.

Debí matarlo cuando tuve la oportunidad, joder.

Ragnar: Bebe por favor habla y dime que estas bien.

Sigue en el suelo mirando al frente, ignorando la mirada de todos, menos la de su mamá que quedó estática, decido hacer lo más prudente y le llamo la atención a mi suegra para que lleve a babymiel, por la mirada de ella mi mujer no está bien y la niña no necesita ver eso.

Isabel: Volvió.

No entiendo de qué me habla hasta que la mirada oscurecida de mi mujer se posa en mi dejándome completamente entumecido de pies a cabeza, esta aquí, volvió, pensamos que se había ido después de incontables meses de terapia, pero no, ahí está, tan perfecta frente a mis ojos, tan imponente y oscura.

Tan completa.

😈<<{Charlotte}>>😈

Giovanni: Gracias nena.

Charlotte: Solo es café no es la gran cosa.

Ruedo los ojos y salgo del comedor dispuesta a abrir la puerta que acaba de sonar, llevo una sonrisa en el rostro como todos los días y estoy animada a pesar de las presencias intrusas en mi casa, verlos caerse del sueño me dio un poco de satisfacción, pero no tanto como verlos interactuar con mi hija, por ella fue que les di habitaciones.

Uno de ellos es su padre y no me perdonaría tratarlos así, fueron una parte de mierda de mi pasado, pero me dieron lo más hermoso de la vida y por eso les agradezco.

Abro la puerta y mi sonrisa se borra al ver a Ludwig aquí, tan bien que había empezado el día y me lo tiene que arruinar.

Charlotte: ¿Qué haces aquí? Vete.

Intentó cerrar la puerta, pero el pie de él y su mano me lo impiden, da un paso hacia adentro haciéndome retroceder para no chocar contra él, o parte de él porque el pendejo es más alto que yo también.

¿Por qué nunca pueden gustarme los bajitos? claro que este idiota ya no me gusta, creo que solo me gusto el primer mes de conocerlo, cuando su fachada de niño bueno estaba puesta, después lo único que me daba era asco.

Ludwig: Tenemos que hablar.

Ignoro su respiración agitada y el aspecto desaliñado que tiene y me planto firme cruzándome de brazos.

Charlotte: La única forma en que hable contigo es a través de un abogado, ya vete, tienes una orden de alejamiento.

Su mano toma mi hombro y me empuja con fuerza contra la pared, no se si es por el golpe de mi cabeza o que, pero una repentina punzada en mi cabeza me hace cerrar los ojos con fuerza y quejarme.

Ludwig: Hablaras conmigo te guste o no.

¿Ya no es tan divertido mantenerme escondida verdad?

No, vete, puedo sola.

¿Si? no parece.

Ambas manos de Ludwig agarran mi cuello sin presionar, intento no parecer asustada porque eso le gusta, eso lo aprendí en mi tercer mes de matrimonio con él, le excita que le tengan miedo.

Charlotte: Vete o terminarás preso.

Se ríe tan cerca de mi rostro que siento su aliento contra mi boca.

Ludwig: ¿Piensas que una orden de alejamiento va a lograr que te deje tranquila? estas tan equivocada, arruinaste mi vida hace unos años y lo deje pasar, pero no pasara eso ahora, por tu culpa me despidieron, la gente en la calle me mira feo y me insultan, todo por tu culpa, por abrir esta boca chupa pollas y decir mentiras sobre mi.

Charlotte: No es mentira, todo lo que sale sobre ti es verdad.

Su agarre en mi cuello se vuelve fuerte y pronto empiezo a sentir a mis pies despegarse del suelo, la presión en mi cuello corta el aire de mis pulmones, mis manos se dirigen a las de él clavando mis uñas con fuerza en un intento por que me suelte, pero no lo logro.

Emilia: ¿Mami?

No puedo girar mi cabeza para verlo, pero se con certeza que no falta mucho para que empiece a llorar, por ella fue que me aleje de este hombre, ella y Fénix fueron las que me sacaron del pozo en el que me metí con este hombre.

Déjame salir.

No puedo.

¿Qué es lo peor que puede pasar?

Mataste gente.

Te salve.

A costa de otras vidas.

Un precio justo en mi opinión, déjame salir, o saldré sola y habrá peores consecuencias Charlotte, estuve años escondida en la oscuridad de tu cabeza porque estabas a salvo, ya no lo estas.

¡No!

Emilia: ¡Mami!

Si.

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