🔥CAPITULO 30🔥

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SIN EDITAR.

*ULTIMA SORPRESA QUE TENDRA ESTE LIBRO*

😈<<{Charlotte}>>😈

Miro al niño quien seguramente es su hijo, hermano de mi hija, una ira irreconocible empieza a circular como fuego ardiente por mis venas, cierro los puños a mi lado sin querés hacer una escena con el niño presente aquí.

No es mi hijo, pero es el hermano de mi hija y es un niño, no merece ver la peor faceta de nadie aquí.

Charlotte: No soy nadie y de hecho, ya me iba.

Empiezo a alejarme, los chicos me llaman para que no me aleje, pero ya estoy pasando a un lado de la mujer, ella no me deja continuar agarrando mi antebrazo con firmeza mientras me mira intensamente.

: Aléjate de mi esposo.

Sonrío de lado divertida por lo que dice, yo literalmente me mantuve alejada, él vino a mi, él me secuestró, si yo no me hubiera ido hace tantos años estoy segura de que esta mujer nunca en la vida sería esposa de Alex.

No creo que sus gustos hayan cambiado, pero no siento que la mujer frente a mí sea su tipo.

¿Del alto, cabello teñido y cuerpo operado no es su tipo?

No Fénix, no lo es, yo lo sé.

Sigues viendo con el corazón al hombre que te lo rompió en primer lugar.

Lo sé, no puedo evitarlo, no puedo dejar de sentir el amor que le tengo, pero tampoco puedo cerrar los ojos y dejar de verlo besando a mi bully, ni de verlo con ojos brillantes mientras esta mujer caminaba hacia el altar.

Te cambio.

Lo sé.

Hizo un mal trabajo.

Basta Fénix, hay niños y no vamos a revelarnos ahora, nos iremos, buscaremos a nuestra hija y volveremos a casa.

Por una vez se calla y espero que esté de acuerdo conmigo.

Charlotte: Es tu esposo quién me busca a mi.

: Solo eres otra de sus amantes, eres insignificante, yo soy su esposa, la mujer que le dio su heredero.

Casi me río de su confianza, pero en lugar de eso suelto el agarre de su mano haciéndola jadear cuando la empujo con fuerza lejos de mí.

Charlotte: Estamos en desacuerdo con eso cariño, estoy segura que mi hija es más grande que el tuyo, por lo que la heredera es ella —palmeó su brazo como si estuviera dándole apoyo— pero ánimo, seguro que algo te queda para ti, le diré a mi hija que sea buena con los necesitados.

Le sonrío y me voy furiosa escaleras arriba seguida por Lars, Johan y Ragnar, los demás seguramente estan calmando a la loca mujer que está gritando y rompiendo cosas abajo.

Y tú no querías mostrarle nuestro lado malo al niño, mira cómo lo trata su madre, le está gritando pequeño inútil.

No es mi hijo, no me meteré en la crianza que le dé, si no lo hace Alex.

Otro idiota más.

Agarró una muda de ropa, solo una porque sino se darán cuenta que quiero escapar y abro la puerta del baño.

Charlotte: Me voy a bañar.

Ragnar: Entraré contigo.

Charlotte: No, quiero estar sola, si quieres estar en la puerta escuchando está bien, pero no te quiero dentro, a ninguno.

Johan: Naranjita, podemos explicarte, por favor no te enojes con nosotros.

Que fácil que lo dice.

Los ignoro y me encierro en el baño, abro el agua de la ducha y doblo una toalla al medio antes de ponerla debajo del agua para que amortigüe el ruido, como pasaría si yo estuviera debajo del agua, abro la diminuta ventana, arranco la capa de rejilla para que las moscas y mosquitos no entren y con un poco de dificultad me escapó de la casa con mi muda de ropa y una toalla en la mano porque tuve que ponerme debajo del agua para trepar la ventana.

Corro por las calles que no reconozco, no había pasado por estás calles cuando vivía aquí y aunque así fuera no las recordaría, todo ha cambiado tanto desde que me fui, es como si fuera una ciudad nueva y desconocida para mí.

¡Está calle la reconozco!

Si sigo hacia delante en tres calles más estaré en el centro, allí podré perderme entre las personas y no podrán encontrarme.

Llego encontrando el centro no tan lleno de gente como quería, pero lo suficiente para perderme, corro apresurada entre los cuerpos que me esquivan para que no los choque, salvó por uno, uno que me chocó de frente y me tira al suelo por lo grande y fuerte que es.

Miro hacia arriba, muy arriba, encontrando dos orbes de un verde hermoso, un rostro duro y marcado envuelto en una escasa barba que marca más dureza en el rostro, a ellos le sigue un cuello tatuado que me hace salivar y unos hombros anchos y musculosos, unos brazos envueltos en una camisa blanca que se pega a ellos y a su pecho como una segunda piel, sigo bajando mi mirada hasta que llegó a su entrepierna y mis ojos se abren tan grandes que casi se me salen de la cuenca, giro mi rostro avergonzada por haberme fijado tanto en su enorme polla dormida.

Carajo que pienso.

En la verdad.

Cállate Fénix.

Tatuado: ¿Estás bien Klein (pequeña)? Deberías ver por dónde caminas.

Estoy tan perdida en su marcado acento, en su voz tan ronca y sexy que ni siquiera registro que me está ayudando a ponerme de pie hasta que ya estoy de pie frente a él, tan diminuta que hasta me daría miedo, pero no soy de esas.

Carraspeó.

Pareces idiota.

No contradigo porque es verdad.

Charlotte: Lo siento.

Tatuado: ¿Estás bien? ¿Te lastimaste? ¿Te llevo al doctor?

No se ha movido de su lugar, ni se ha acercado, ni me ha tocado, pero me siento completamente desnuda por su mirada indiscreta.

Charlotte: Estoy bien, no es necesario, lo siento, uhm adiós.

Lo saludo con la mano como la idiota que soy y empiezo a pasar por su lado, cuando ya estoy a su espalda su sexy voz me detiene.

Tatuado: ¿Puedo saber tu nombre klein?

Charlotte: Me llamo Charlotte, tatuado.

Una de las comisuras de su boca se levanta haciéndolo aún más sexy e irresistible de lo que es por mi apodo poco original en comparación con el suyo.

Creo, no se que dice.

Tatuado: Soy Stefan.

Charlotte: Un placer.

Le doy un asentimiento de cabeza y vuelvo a darme la vuelta para irme.

Stefan: Déjame invitarte un café, parece que llevas corriendo desde hace mucho y no lo notaste, pero te sangra la pierna.

Mierda me lastimé cuando pase por la ventana.

Apenas cabíamos ahí, era obvio que nos íbamos a lastimar.

Stefan: Déjame curarte al menos, por favor.

El hombre a su lado lo mira como si le hubiera salido una tercera cabeza lo que me hace pensar que es la primera vez que pide por favor.

Charlotte: Está bien, solo tengo unos minutos y me voy tengo que seguir mi camino.

Ni siquiera de dónde voy, pero me voy.

Escapando de mis demonios. [DISPONIBLE EN FÍSICO POR AMAZON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora