12: 13 de noviembre

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Querido diario,

Esta semana tenía un examen de química, así que no he podido quedar con Ja-Cheol y, aunque lo echo mucho de menos, mamá tiene razón cuando insiste en que debo esforzarme un poco más este año para conseguir subir la media y poder elegir una buena Universidad. Por suerte, él se lo tomó bien, me animó a ello y no dejó de llamarme cada noche para preguntarme qué tal me había ido el día y charlar un rato.

A veces hablamos de todo. A veces de nada. A veces, simplemente nos quedamos en silencio y escuchamos la respiración del otro. Imagino su mejilla pegada al teléfono, sus labios entreabiertos inhalando y exhalando con lentitud, su rostro tranquilo, relajado. Han pasado dos semanas desde que, oficialmente, estamos juntos, aunque hemos decidido que la fecha de nuestro aniversario sea la de aquel día que nos conocimos en el festival de Bannim.

«¿Sabes qué pienso hacer en cuanto nos veamos?», me preguntó anoche y antes de que pudiese contestar, añadió: «Besarte, besarte hasta que me pidas que pare».

Me reí.

«Dudo que te lo pida».

«Mejor para mí», contestó y, a pesar de no poder verle, supe que estaba sonriendo.

Hoseok.

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