El Legado Kaiba 2 El Origen

Un nuevo inicio...

Para los humanos habían pasado solamente dos horas, mientras que para los dioses habían pasado seis meses, todo gracias al retraso del tiempo cortesía de Cronos.

Todo estaba como antes de aquel brutal encuentro, el tiempo volvía a su normalidad... Ryu salía disparado a la cita que tenía con Yami, Seto regresaba con la pequeña en brazos, mientras Atem estaba sentado tomando té, mientras sus ojos buscaban con desesperación un nombre para su hija, en un hermoso libro de pasta dura, los señores Nakamura estaban afuera, disfrutando el día en la piscina, mientras Ronald se mensajeaba con su esposa.

-Donde estabas?-
-Sali a comprar unas cosas con mi hija, que no puedo?-
-Y por que no me avisaste?-
-Ammm es que te veías hermoso mientras dormías y se que es un pecado mortal despertar a un angelito...-
-Yo un angelito?-
-Si... Un hermoso ángel disfrazado de un humano, lujurioso, sensual, atractivo y de mirada seductora... Mmm... Ahora que lo pienso bien, tal vez no eres un ángel, eres un pequeño diablillo de fértiles caderas, que me hace caer en la tentación, un sensual demonio que puede hacerme lo que desea... Atem dime la verdad... Usaste algún tipo de embrujo conmigo? Es que no importa lo que haga no puedo dejar de pensar en ti, sabes cuando estoy en la oficina, deseo salir para estar contigo... Y cuando estamos juntos, solo quiero besarte y perderme en el abismo lujurioso de tu mirada...-

Atem miro a Seto mientras usaba el libro para tapar su sonrojo.

-Qué ocurre? Te quedaste callado... No sientes lo mismo por mi?-

-Geraldine toma a la pequeña, llevala a que tome su fórmula... Mi esposo y yo estaremos ocupados.-

La chica obedeció, Atem tomo de la mano a Seto llevándolo a la biblioteca.

-Mis días como faraón, no son del todo claros, lo que si se es que mi amor por ti, no apareció de la noche a la mañana... Desde que te conocí, estando en el cuerpo de Yugi, enfrentarme a ti por vez primera sentía algo que nunca antes había sentido, mi corazón latía tan agitado, como si una corriente eléctrica recorriera todo mi ser, cuando luchamos juntos indirectamente contra Noa, al fusionar nuestras barajas, era como sentir que estabas ahí a mi lado, en nuestro duelo contra Lumis y Umbra, sentia que mi fuerza y mi energía aumentaban, cuando perdías puntos de vida, me aterraba la idea de perderte me aterraba y al verte perder contra Dartz y su sello del Oricalcos... Me moría de miedo, por primera vez me sentí derrotado era como si me hubieran quebrado por dentro... Cuando te vi despierto de nueva cuenta, mi corazón volvió a latir. Creí que era admiración, por tu fortaleza, por que sin importar nada siempre te muestras fuerte, invencible, inquebrantable... Cuando nos besamos por vez primera... Por fin mis dudas se desvanecieron y pude ver la realidad... Te amo Seto.-
-Atem... Gracias a ti, mi vida tiene un nuevo significado, por ti anhelo volver a casa, por ti comprendí que se siente tener una verdadera familia, por ti volví a sonreír, por ti y solo por ti pude comprender lo que es la paternidad... Eres quien le da sentido a mi vida...-

Seto, tomo a Yami del mentón, deslizándola delicadamente hacia la nuca del menor, acercándose ambos lentamente, dándose un beso.

Al besarse ambos sintieron como su corazón, latía agitadamente, por sus mentes corrían recuerdos de sus vidas pasadas, como damas, un romance clandestino, un romance tabú y ahora de nuevo sus corazones latían el uno por el otro.

Ambos se vieron a los ojos, la posion de los dioses, era mucho más fuerte de lo que se esperaban, pues ese beso fue capaz de penetrar en ambos corazones y borrar el  cruel hechizo de Seth, Afrodita se convirtió en una paloma, al ver aquella escena voló emocionada por el cielo, al fin podían estar juntos... Los dioses del amor, el hogar y de la maternidad hicieron una gran fiesta festejando la unión de dos almas gemelas.

Atem y Seto entregaron sus cuerpos y almas al amor, no tocaban sus cuerpos con morbo y lujuria, si no con amor y ternura...

Al finalizar de entregarse al amor y deseo, ambos se dieron un baño tibio, llendo a la planta baja donde llenaron la sala de risas y buen humor.

Sin embargo la alegría no terminaría ahí, ya que poco antes de que el ocaso apareciera, un par de personas estaban ahí buscando a Atem.

Seto dudoso salió a recibirlos, al ver a sus suegros sintió como su alma abandonaba su cuerpo, pudo reconocer al exmonarca, aunque a la mujer que le acompañaba no la reconocía.

-Hola se encuentra Atemun-Ra?-
-Atemun-Ra? Lo siento debe estar confundido...-
-Seto... Necesito hablar con mi hijo Atem...-
-Y como se que es su padre y no es un roba chicos...-
-Crees que me robaría a mi propio hijo?-
-Usted es de la mente macabra, usted dígame...-

El exmonarca y su acompañante femenina rieron levemente.

-Los dioses nos revivieron y aparte nos hicieron de una familia bien acomodada, déjanos hablar con el... No te lo planeo robar querido Seto... Si corazón te pertenece pero deja que conviva con sus padres, no seas egoísta...-

Yami al ver que Seto tardaba en volver, salió de la casa, al ver al par de señores que estaban ahí, dejó caer la taza de té...

-Umi... Abi...-

Al estar cerca de ellos hizo una reverencia digna de un faraón, sin embargo Aknamkanon tomó del hombro a Yami abrazándolo con fuerza.

-Milenios tuvieron que pasar para por fin poder ver el hombre en el que te convertirías...-
-Estás decepcionado de mí?-
-Atemun-Ra... Hijo de Aknamkanon, nieto de Ramanamses... Nunca podrías decepcionarme, al contrario hijo mío... Eres mi máximo orgullo. No la conociste pero ella es Nahila tú madre...-
-Umi...-
-Mi sol... Mi niño, como me hubiera gustado tanto verte crecer... El chico de ahí, quién es?-
-Su nombre es Seto, el es mi esposo...-