Pasado

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Al llegar a casa después de una velada romántica, Seto tuvo que volver a la corporación pues un prototipo de un nuevo disco de duelo, había electrocutado a un empleado, de emergencia tuvo que salir. Ryu bajo las escaleras para buscar a Seto, pero al no verlo volvió a subir.

-Cariño, que te preocupa?-

Lo detuvo Yami

-No es asunto tuyo... Tengo que hablar con mi papá...-
-Bueno dime tal vez yo pueda ayudarte...-
-QUE NO! NO LO ENTIENDES TU NO ERES MI VERDADERO PADRE, SOLO ERES EL AMANTE DE MI PADRE!-

Ryu subió corriendo las escaleras, seguido de un fuerte golpe de la puerta, al ser estrellada por una rabieta. Atem sintió como su corazón se rompía en mil pedazos, lágrimas gruesas brotaban de sus ojos sin poder controlarse ni contenerse. Entro al cuarto dónde dormía su bebé plácidamente, lo tomó en brazos y se acostó a su lado, llorando en un amargo silencio.

Pero aunque costará admitirlo Ryu tenía razón, entro a la casa como una segunda opción, había entrado como amante de Seto aún en presencia de la verdadera señora Kaiba.

Ryu en su cuarto al recapacitar minutos después lo que había hecho, bajo corriendo las escaleras, la puerta del cuarto de su padre Seto estaba abierta, pero ahí no estaba, busco en el cuarto que antes era de Yami y tampoco estaba ahí, su corazón se detuvo por un rato, y se hubiese ido?corriendo corrió al cuarto del bebé, la puerta estaba con seguro, saco del bolsillo una llave maestra que abría todas las puertas de la mansión, al entrar vio a Atem dormido abrazando a su bebé.

Ryu noto que había llorado hasta caer dormido, la culpa lo consumió por completo, el era más que un papá, era su cómplice, su mejor amigo... ¿Por que había dicho esas palabras tan crueles?

-Se-Seth...-

Lo llamo entre sueños Yami, su voz era temblorosa, estaba quebrada.

-Seth... No! Por favor no!... Seth... Ryu... No... Kizara... Kizara...-

Ryu lo miro incapaz de hacer algo, un brillo intenso se hizo presente, apareciendo a un costado de él él rompecabezas del milenio.

-No... No... Seto... Seto SETOOOO SETOOOO!!!!-

Sus gritos habían despertado a su bebé, y su llanto había sacado de esa horrible pesadilla a Atem, quien despertó inquieto. Con los ojos llorosos tomo a su hija en brazos.

-Mi pequeña princesa... Perdoname te desperté, que será de ti mi pequeño ángel... Un niño necesita de un padre y una madre, te harán tanta burla en la escuela, tal parece que solo te traje a sufrir, perdóname...-

Yami con el corazón destrozado, la tomo en brazos, tarareando una canción, la pequeña estiró sus manitas para tocar la cara de su padre.

Ambos se vieron a los ojos, como si se conectarán en un lugar donde solo existían ellos dos.

-Muy bonita escena, su alteza.-

Decía Seto recargado en el marco de la puerta.

Atem giro la cabeza para verlo, esa mirada que tenía, desconcertó a Seto.

-Quien te hizo eso?-
-Que cosa?-
-No mientas, quien te lastimó... Fue Ronald, el chef? Quién fue...-
-Aunque te dijera no podrías hacerle daño...-
-Fue Ryu?-

Seto fulminó con la mirada a Ryu, quien trago saliva nervioso.

-No... Ryu es un niño muy dulce y noble el no me...-
<<TU NO ERES MI PADRE SOLO ERES SU AMANTE...>>
-Fue una pesadilla...-

-Ryu que le hiciste?!-
-Qué el no fue... Soñé de nuevo con Kizara...-
-Aun temes que te cambie?-
-Es una posibilidad y lo sabes...-
-Atem tu no eres así...-
-Seto... Si algún día llegas a enamorarte de alguien más... Dímelo aunque duela quiero que seas honesto...-
-De acuerdo ya que insistes... Te lo diré.-

Atem acostó a su bebé en la cuna, para después estar frente a frente con Seto.

-Si estoy enamorado de alguien más...-

La mirada de Atem lo decía todo, esas palabras, lo que había pasado con Ryu... Todo se desmoronaba.

-Estoy enamorado de Yami, ese que se batía en duelo conmigo, ese que era digno de ser mi igual, mi rival, mi némesis... Ese que siempre tenía una sonrisa burlesca, ese que me hizo darme cuenta de que es la paternidad, ese que uso todo su poder para rescatar a Ryu, ese que siempre está listo y dispuesto para hacer lo imposible por lo que cree que es correcto... Ese que siempre me hablaba del corazón de las cartas y que amaba hacerlo enojar, ese que se batió en duelos mortíferos a mi lado, ese por el cual doy la vida sin dudarlo... Esa es la persona que yo amo, casarme con la madre de Ryu fue un error garrafal del cual salió mi hijo, lo único bueno de esa tortura... Tu fuiste y serás siempre mi único amor, desde que eras faraón, incluso si fuéramos otras reencarnaciones te aseguro que siempre te escogería... Eres mi alma gemela... Si muriera hoy, te aseguro que haría hasta lo imposible por estar a tu lado... Tu eres mío y yo soy tuyo, no importan las sortijas o un documento que lo afirme... Tu me perteneces a mí! No a la muerte, no a los dioses, ni siquiera a tus padres, o a nuestros hijos... Tu eres mío... Y siempre serás mío...-
-Pero soy una persona... No soy un objeto...-
-De igual forma tú me perteneces, tú corazón es mío y así muera yo primero, seguirá latiendo por mi...-
-Y tu me perteneces de la misma forma?-
-Pero que dices Yami... Yo soy tuyo, cada célula te pertenece...-

Seto se levantó la manga de su brazo izquierdo...

-Desde que nací tengo esto grabado en mi piel...-

Era una especie de tatuaje, eran jeroglíficos, y no eran cualquier tipo de letras, por que formaban la palabra Atem.

-Es imposible...-
-Asi es corazón, mis padres me llevaron a varios médicos para borrarlo pero era imposible, asi que me llevaron con muchos brujos pero la mayoría eran charlatanes, solo una dijo que estaba relacionado con un amor del pasado, y pues dejaron el tema ahí, creímos que se borraría con el tiempo, pero estoy marcado de por vida... Aún así dudas de mi?-

Atem se quitó una de sus pulseras dejando al descubierto un jeroglífico que decía Seth.

-Aparecio cuando tuve mi propio cuerpo...-





El Legado Kaiba 2  El Origen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora