El Legado Kaiba 2 El Origen

Una pequeña Muy caprichosa.

Ronald llevo a Yami al cuarto dónde estaban las cámaras de seguridad, desde el instante que se habían ido, Seto movió a toda su gente para dar con el y con la niña. Había tanta desesperación en su rostro, la agonía de no tener noticias de ningúno de los dos, al cabo de una semana se veía más delgado, demacrado y empezó a sentir culpa ya que había decidido no saber nada de él.

Rato después Ronald lo escoltó a la habitación de Asumí.

-No pido que lo perdone, pero ya vio que se acepte o no, usted es el núcleo de esta pequeña familia...-

Yami se durmió pensando en si podía o debía perdonar a Seto...

Al día siguiente la pequeña Asumi, bajo corriendo las escaleras, como siempre con mucha, energía, alegría y entusiasmo.

Salió al patio cantando y bailando, mientras creaba burbujas con magia...

-Si tú quieres bailar, jugar, pintar, cantar, tú puedes venir a mi casa... La idea es compartir, te vas a divertir.

Si quieres venir a mi casa quiero invitar a jugar a mi casa, a todas mis amigas, y amigos, quiero saltar y bailar y lo que tengo compartir contigo...

Chipi chipi chapa chapa dubi dubi daba daba mágico mi dubi dubi bum, bum, bum, bum, chipi chipi chapa chapa dubi dubi daba daba mágico mi dubi dubi bum, bum bum...-

El jardinero y Ronal que eran los que siempre despertaban temprano, al escuchar la pegajosa tonada se unieron a la diversión con la pequeña niña hasta que Seto Kaiba los interrumpió.

-Fue suficiente!-
-Por qué la fiesta apenas inicia...-

Contesto la pequeña quien reía mientras creaba burbujas.

-DIJE QUE YA FUE SUFICIENTE!!!-

La pequeña que en su vida había sufrido un regaño, por que el único que podía seguir sus locuras y travesuras era Yami, y es que no era por no supiera poner orden, simplemente le daba libertad de ser a su hija, aparte de que siempre había deseado tener un compañero de juegos y su hija, era no sólo su compañera de juegos, aventuras y travesuras, también era el motivo de sus desvelos, sus lágrimas, como sufría al ver a su hija enferma, y no poder curarla más que con medicinas.

Incluso su poder estaba limitado, pero ver a su hija reír y jugar era lo que más amaba en el mundo. La niña comenzó a llorar, Yami al escucharla uso su poder para estar con su hija, tomarla en brazos y consolarla.

Seto Intento hablar con el, pero Yami lo miro como si dijera “eres hombre muerto” Yami saco un báculo y con el hizo aparecer confeti y serpentinas pero aquello no tranquilizó a la pequeña.

Yami recostó en su pecho a la pequeña, mientras tarareaba una canción, al escuchar los latidos del corazón de Yami la pequeña se tranquilizo.

-Ahora dime que paso Haru?-
-Esta mal si alguien canta y hace burbujas?-
-No mi amor...-
-Soy mala?-
-Tu mala? Si eres la niña más hermosa y bondadosa del mundo...-
-Entonces por que mi papá me regaño...-
-Que hizo que?! Ronald lleva a mi pequeña campanita mañanera a comer algo...-

Ronald como el más leal de los sirvientes, obedeció.

-EN QUE ESTABAS PENSANDO?! ES UNA NIÑA.-
-ESTABA HACIENDO MUCHO RUIDO...-
-Es su forma de demostrar que está feliz... Ella irradia alegría, entuciasmo y mucha energía, me queda claro que es mejor estar separados...-
-Habias dicho que no me amabas... Sonó como si estuvieras decepcionado de mí.-
-Lo estoy creí que después de todos estos años, valorarias estar con ella, pero solo es una pequeña berrinchuda y caprichosa cierto?-
-La estás malcriando...-
-Prefiero mil veces malcriarla, a que sea criada como tú... Con el corazón tan putrefacto que no te permite amar ni ser amado de vuelta.-

Seto miro con odio a Yami, ¿quién demonios se creía que era para decirle aquello? Sin embargo de cierta forma tenía razón, el no sabía ni cómo criar a su propio hijo.

-TE ODIO!-

Grito Seto antes de darle la espalda a Yami, quien a su vez le daba la espalda a Seto, caminando en direcciones contrarias, Seto se detuvo y miro a atrás de él, al ver a Atem alejarse suspiro con tristeza.

("-Yami... Te amo pero tienes razón... No sé cómo amar... Y tú... Tú tienes tanto amor para dar, tu corazón noble y puro, no merece estar con alguien como yo... Aléjate de mi, soy nocivo para tí, pero quédate cerca... Perdoname...-")

Kousei, se puso delante de Seto, abrazándolo.

-Nunca es demasiado tarde para iniciar de nuevo, un perdón nunca será suficiente, pero...-
-No...-

Seto correspondió al abrazo, mientras lloraba amargamente.

-Lo amo, pero lo lastimó... Amo a mis hijos pero no sé cómo criarlos... Está mejor sin mi, de verdad lo amo y mucho... Pero lo estoy lastimando, odio verlo llorar papá, pero siempre lo hago sentir mal, siempre lo termino lastimando... Lo amo pero está mejor sin mi... Mi hija es muy tierna y yo soy un maldito amargado que la hizo llorar, solo por cantar...-

El señor Kousei beso la frente de Seto.

-Si aquel día no hubiéramos muerto, tal vez mi amor, tal vez todo sería diferente...-
-De que me sirve tenerlo todo... Si al final no tengo nada... Sin Yami, mi hijo estaría sabrá Dios dónde, nunca los hubiera visto de nuevo...-

Seto se dejó caer de rodillas, derrotado.

Bastet sabía que esa actitud era por la fórmula mágica, arrepentimiento y amor en estado puro... Soltar para que el otro fuera feliz...

Al ver aquello sonrió con tristeza, volviéndose invisible, acarició el cabello de Seto.