Asami

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Cada 1 de marzo se festejaba el cumpleaños de la pequeña Asami, ya que como la primavera la presencia de la pequeña en la vida de Yami lo llevaba de dicha y alegría, este era el cuarto cumpleaños que festejaba lejos de los Kaiba.

Los sirvientes corrían apresurados de un lado a otro, arreglando todo para esa noche. La pequeña a pesar de tener todo lo que pudiera desear y más se mantenía humilde y sencilla, aprendiendo a su corta edad, leer, escribir, sumar, multiplicar y dividir puesto que Atem se esmeraba en enseñarle todo lo básico.

Sin embargo sabía que no siempre podía tenerla lejos del mundo exterior, pues de sobra se conocía que al mes siguiente tendría que entrar al preescolar. Que necesitaría socializar, hacer amigos, tener peleas, todo lo que un niño necesita pasar para superarse y crecer.

Yami se dejó caer en el sofá, cuando una pequeña niña con la energía de una bala entró corriendo, de nuevo la ropa estaba rasgada, llena de lodo y heno en el cabello.

-Jajajaja hay Asami, donde te metiste?-

La niña le entrego unas rosas a su papá.

-De mi para tu...-
-Oh pequeña, volviste a jugar con mis rosales... Te pinchas te?-
-No... Le quite las espinas antes de cortarlas...-
-Gracias por el detalle mi pequeña traviesa. Mi amor el mes que viene, voy a llevarte a la escuela.-
-Que es eso?-
-Es un lugar dónde van  otros pequeños como tú, a aprender...-
-Y que vamos a aprender?-
-Vas a saber lo que es la amistad, la traición, la envidia, la soberbia... Pero también aprenderás que es la bondad, la humildad, la compasión y que es compartir...-
-Tu irás conmigo?-
-No mi amor... Eso lo harás tú solita mi pequeña, ahora ven vamos a prepararte...-

El cumpleaños se festejaba con mucho entusiasmo, pues había muchas actividades para la pequeña, ya en la noche los fuegos artificiales alumbraban el cielo, pero ver fuegos artificiales desde el cementerio no solamente era raro, si no también aterrador.

Por otro lado Seto estaba en su oficina, viendo una vieja fotografía de los cuatro juntos.

-Hermano?-
-Mokuba... Pasa...-
-No hay señales de ellos verdad?-
-No... Cuatro años Mokuba... Cuatro malditos años sin saber nada de ellos, no se si estén bien, tengan frío o hambre... Pero aunque mueran de hambre Yami nunca me buscará... Nunca... Yo lo alejé... Si tan solo pudiera hablar con el...-

Seto miro a Mokuba, el CEO se veía como un cadáver viviente, delgado y ojeroso, Mokuba lo miro con tristeza.

-Esta vez si los perdiste para siempre...-
-Ya lo sé... Se mando buscarlo por todo el globo terráqueo, y ya han aparecido varios Atem falsos... Ahora siento lo que debió de pasar la abuela de Anastasia...-

Seto comenzó a llorar amargamente, aunque con los empleados, dejaba al descubierto su otra faceta.

Al mes siguiente Atem subió a la niña en una limusina rosa de los años 60 para llevarla al Kinder, la niña tenía puesto su uniforme, su mochilita, y Atem la despidió con el corazón engarruñado.

Todo era nuevo para ella, y aunque Atem quería no pudo evitar quedarse, transformado en una paloma viendo y escuchando lo que vivía su pequeña.

Sin embargo la culpa lo invadió y termino por alejarse de ahí, al volver a su casa suspiro.

-Seto... Eh? Porque me acordé de tí? Como sea seguramente volviste a casarte...-

Bueno la niña saldría hasta las cinco tenía un rato libre, que pasaría si, lo viera solo por un rato?

¿Que sentiría si lo viera con alguien más?

Transformado en paloma alzó el vuelo a la corporación, la ventana estaba abierta, y ahí está Seto con los ojos clavados en la computadora mientras tecleaba a gran velocidad.

Unos toquidos en la puerta llamaron la atención de ambos, pasando Ryu.

-Padre...-
-Ryu ¿que ocurre?-
-Hay 14 Atem falsos esperando en recepción...-
-Dile a la secretaria que pare la búsqueda...-
-Si padre... Está claro que no volverá...-

Yami miro confundido a Ryu, ese niño de ahí era su pequeño?, intrigado cambio de forma al de una pequeña abeja ya que era más rápida y discreta, al estar en la recepción, ciertamente había muchos Atem.

La recepcionista era Yumi, Ryu bajo y hablo con ella, se transformó en el verdadero Yami y se formó con los otros, Ryu había cambiado demasiado, sus ojos mostraban una muy profunda tristeza.

-El verdadero Yami fue localizado, gracias por venir...-

Entre reniegos y murmullos todos se fueron, a excepción de uno.

-Ya encontramos a Yami, puede retirarse.-
-Oh tal vez Atem los encontró a ustedes...-

Ryu y Yumi corrieron a abrazarlo.

-Donde estabas?-
-Oh no tienen de que preocuparse... Estamos muy bien.-
-Donde viven?-
-Bueno estamos...-

Seto salió del ascensor en ese momento, al ver a Atem corrió hacia él, pero este se transformó en una paloma saliendo por la ventana a toda velocidad. Al estar lo suficientemente lejos volvió a su forma humana...

-Los tres están muy delgados y decaídos...-

Se maldijo a si mismo... Por que volvió si al final los dejo igual o peor, de todas formas no había tiempo para llorar, debía ir por su pequeña.

Pero al día siguiente mientras la niña estaba en la escuela, Yami volvió a ir a la corporación.

-Ayer tenía prisa...-
-De alguna forma sabia que vendrías...-
-A si?-
-Estas igual que cuando te fuiste y yo aquí muerto en vida...-
-Tu me alejaste de tí...-
-Lo se por eso no te reclamo nada... Como está Asumi?

Atem le dió su teléfono celular dónde pudo ver los primeros pasos, sus primeras palabras...

-Aprendio a leer a los cuatro años... Su carta favorita es el dragón blanco ojiazul... Sabe de tu existencia... Hice una ilusión de tí, en cada navidad, estás presente en su vida...-
-Pero solo una ilusión... Tanto me odias?-
-Si te odiará... Ella no sabría de tí...-
-A que has venido?-
-La verdad quería verte, pero creo que fue un error...-

Seto lo abrazo con fuerza por la espalda.

-No ya no...-
-No sé si estoy listo para...-
-Dia a día estoy muriendo igual que Ryu... Tu vivirás por muchos milenios... Mi esperanza de vida es de 70 años estoy por cumplir los 50, aguantame 20 años... No deseo morir solo... No otra vez...-
-Eso debiste pensarlo antes.-
-Te dije que si un día nos separábamos tú sabrías sobrevivir, pero yo no... Te necesito... Regresa...-

De pronto vino a Yami aquel vago recuerdo de como se apoyaban mutuamente, el como habían sobrevivido a muchas cosas, siempre juntos, siempre unidos, odiándose, amándose pero siempre juntos...

-No me dejes... No otra vez...-





El Legado Kaiba 2  El Origen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora