v. everybody wants to be my enemy

419 58 51
                                    

Peter no durmió anoche. No podía dejar de pensar en el momento en el que pusiera un pie en la arena, tenía miedo de lo que podía pasar. Pero tenía más miedo de que Katniss muriera.

No vió a Katniss después de eso, Portia fue a buscarlo antes del alba y le dió una túnica sencilla. Ambos estaban en la habitación de Peter, Portia acariciaba su cabello. Luego, ambos suben al tejado y entran al aerodeslizador que los espera.

Peter y Portia son recibidos por una muchacha que toma el brazo de Peter para mostrarle una jeringa.

─¿Qué es eso? ¿Qué me va a hacer? Le tengo miedo a las agujas ─confesó él. Portia negó con la cabeza y atrajo le atrajo la cabeza a su hombro

Peter chilló al sentir la punzada en su antebrazo, se quejó y luego volvió a mirar para ver qué su brazo parpadear levemente a causa del rastreador.

─Rayos ─maldijo viendo su brazo─. Esto es una locura ─acto seguido ambos son llevados al comedor en dónde son recibidos por el desayuno.

Peter arrasa con toda la comida a su paso, tiene tendencias a querer masticar algo cuando está nervioso.

─Más despacio. Vas a vomitar a este paso ─dijo Portia. Peter negó y comenzó a hablar con la boca un poco llena.

─Lo siento. Es que estoy muy nervioso y cuando me pongo nervioso siento la necesidad de masticar o me da hambre ─explicó el rubio─. Además, este será mi último desayuno.

Portia apartó la mirada y carraspeó ─. Tienes razón ─la verdad es que Portia ya se había encariñado con Peter y no quería que muriera.

Porque era solo un niño. Un niño lleno de felicidad que merecía tener una vida larga y prospera, pero eso el Capitolio no lo entendía.

El viaje dura una media hora. Después se oscurecen las ventanas, lo que les indica que llegan al estadio.

El aerodeslizador aterriza, y Portia y Peter vuelven a la escalera, aunque esta vez para bajar hasta un tubo subterráneo que da a las catacumbas. Siguen las instrucciones para llegar al destino del tributo masculino, una cámara donde realizar los preparativos. En el Capitolio la llaman la sala de lanzamiento.

En los distritos se les conoce como el corral, donde guardan a los animales antes de llevarlos al matadero.

Ya en la cámara, Peter se ducha y lava el cabello antes de partir, acto seguido se lava los dientes.

Peter tiene una toalla envuelta en la cintura y Portia comienza a peinar su pelo. Peter siente cómo lo trata delicadamente y juega con su pelo, cómo él dijo que tanto le gusta.

En todo momento le da la espalda a Portia, ya que si la mira siente que puede romper a llorar. Luego llega la ropa, la misma para cada tributo. Portia se da la vuelta mientras Peter se viste, porque sabe el pudor que siente él sobre la desnudez.

Peter se coloca la chaqueta por último. Luego se acomoda el pelo que le cae en la frente de lado.

─El material de la chaqueta está diseñado para aprovechar el calor corporal ─Peter asiente.

─Gracias por la información ─Peter sonríe un poco.

Portia sonríe y le da un beso en la frente.

─Ahora solamente queda esperar la llamada ─dice Portia─. ¿Quieres seguir comiendo? ─Peter niega con una pequeña risa.

─No. Podría vomitar si lo hago ─se quedan mirándose el uno al otro hasta que una agradable voz femenina les anuncia que ha llegado el momento de que se preparen para el lanzamiento.

all for us ★ katniss everdeen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora