xi. the victors of the district twelve

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El himno retumba en los oídos de Peter. Luego escucha a Caesar Flickerman presentar el programa a todo Panem, con los vitores del público de fondo.

Algún tiempo atrás, Peter había salido de la cirugía intensiva que había tenido apenas salió de la arena de los juegos del hambre. Sin embargo, una parte de él no logró salvarse.

Su pierna.

Peter pudo jurar que su corazón se había detenido cuando se enteró de la noticia, había perdido su pierna izquierda a causa de la infección por la herida ocasionada por Cato. Cato.

Aquel muchacho que no se había atrevido a salir de sus pesadillas, sus gritos se repetían en la mente de Peter como una grabación antigua de la que jamás podría escapar. Cato Hadley y los tributos caídos lo iban a perseguir hasta el final de sus días.

Sin embargo, ahora que a Peter le faltaba una pierna. ¿Cómo Katniss la iba a seguir queriendo? Ella se había enamorado de él en la arena y puede que ella ahora no lo viera con los mismos ojos.

¿Quién iba a querer a alguien así? Su madre tenía razón. Tenía razón en cada una de las palabras que decía sobre él.

Peter todavía tiene que llevar un bastón para acostumbrarse, pues al ser su prótesis muy nueva, su cuerpo y funcionamiento no estaban completamente moldeados el uno con el otro.

Las luces son cegadoras. El rugido de la multitud hace que a Peter le vibre el suelo que pisa. Peter siente como alguien se lanza a sus brazos y sonríe al notar la enorme sonrisa de Katniss, el se tambalea un poco, casi perdiendo el equilibrio. El rubio se endereza y la pareja se abraza cariñosamente antes de que Mellark tome la iniciativa de besar a la chica, haciendo que la multitud se vuelva loca.

Después de diez minutos así, Caesar Flickerman le da un golpecito en el hombro para poder seguir con el espectáculo, pero Peter lo aparta sin mirarlo siquiera. El público pierde la cabeza. Lo sepa o no, Peter siempre tenía a la audiencia en sus manos y sabía como usar eso a su favor.

Al final, Haymitch los interrumpe y les da un empujón cariñoso hacia el sillón de los vencedores. Lo normal es que sea un solo sillón muy recargado desde el que el tributo ganador observa la película de los mejores momentos de los juegos, pero, como son dos, los Vigilantes han puesto un lujoso sofá de terciopelo rojo.

Katniss y Peter se sientan bastante cerca, al punto de que la muchacha está prácticamente en su regazo. Luego Katniss se quita las sandalias y sube los pies al sillón, apoya la cabeza en el hombro de Peter. El muchacho siente su corazón correr como un potrillo salvaje. Peter la rodea con un brazo y por un instante, solo por uno, ambos se sienten de vuelta en la cueva. La camisa amarilla de Peter está hecha del mismo material que del vestido de Katniss, solo que el usa un pantalón negro por indicaciones de Portia.

Caesar Flickerman hace algunos chistes y pasa al espectáculo. Durará exactamente tres horas y es de visión obligatoria para todo Panem. La primera hora se centra en las cosas anteriores a los juegos, la cosecha, el paseo en carro por el patio, etc.

La mayor parte del tiempo, en la pantalla aparecen más que todo imágenes de Peter y Katniss viviendo su romance y el como ella se enamora de él, lentamente. Pero sobretodo son imágenes de Peter, ya que es él quién lleva el peso del romance en sus hombros. Y luego muestran todo, todo lo que vulnera a la pareja.

Katniss por fin puede ver cómo es que sucedió el ataque de Peter. Como fue cuidado por Thresh, como sufrió ante la fatídica muerte de Glimmer. Y luego muestran a Rue, como el chico del distrito 1 la mata y Katniss hace lo mismo con él. Como ella le canta a Rue. Y luego su dolor. Todo su dolor.

Peter y Katniss entrelazan sus manos y se aferran el uno al otro. Katniss suspira al sentir el cálido tacto de Peter sobre su mano. Y le brinda algo de seguridad.

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