La atracción es una condena, nos condena a amar: MissingP.
DASHTON.
De reojo veo como mi mejor amigo charla y le sonríe a su nueva novia, es doloroso, pero estoy acostumbrado a este dolor. Un dolor que solo aquellos que aman a alguien que saben que no podrán tener jamás de la manera que desean, sienten. Es mi caso, desde los quince años siento más que amistad y cariño por Ashton, pero nunca pude decirle mis sentimientos ni mis gustos. Para todos los que me conocen yo soy un chico normal con gustos “normales”. Una vez intenté decirle a mi padre sobre mis dudas y gustos diferentes, pero me quedé en silencio cuando él descubrió que Devon es gay y se puso cómo loco, sí, nunca le dijo nada directamente a mi hermano, pero era y es notable que no aceptaba a alguien diferente.
Él no me aceptará nunca. Es lo que pienso cada vez que se me cruza por la cabeza decirle sobre lo que me está quemando por dentro. Sé que si me libero podré ser feliz realmente, pero tengo miedo, mucho miedo. Mi cabeza se llena de miles de preguntas y dudas; ¿me quedaré en la calle si mi padre se entera?, ¿mi mejor amigo se alejara de mí?, ¿les daré asco a las personas?, ¿me harán daño si saben que soy diferente?, ¿quién podría querer a alguien defectuoso cómo yo? Sé que muchas de las preguntas son tontas, pero no puedo evitar cuestionarme sobre cosas así, y las respuestas que me doy a mí mismo, nunca son buenas.
Admiro mucho a Devon. Sí, si yo fuera más como él, seguramente no tendría miedo ni dudaría tanto. O cómo ese chico desvergonzado. Yo no me atrevería a decir algo como lo que me dijo en el hospital, ni siquiera soy capaz de hacer insinuaciones de ese tipo con nadie, ni siquiera con Ashton. Creo que desde que descubrí mi orientación sexual, me alejé un poco de quien solía ser, y por consiguiente me distancié de Ashton, ahora somos mejores amigos, pero es inevitable que sienta que solo es un título que nuestras familias nos han dado, no siento que tenga significado.
—¿Tengo algo en la cara? —La voz de Ashton me saca de mi en ensimismamiento, ahora tengo sus ojos y el de su novia sobre mí.
—Eh, no, no te estaba mirando —digo y sin decir nada más me centro en mi libro de matemáticas. Aún no he comenzado a hacer ningún ejercicio.
—Nos vemos en la cafetería, guapo —La de cabello negro se pone de pie apenas el timbre resuena por el lugar—. Por cierto, Dashton, una amiga mía quiere cono…
—No me interesa, gracias.
—Uh, okay.
La chica besa a su novio y sale del curso junto con todos los demás. Cierro mi libro de matemáticas y me dispongo a salir del curso, pero la mano de Ashton me sujeta por la muñeca.
—¿Qué sucede contigo? —Quiere saber—. Has estado un poco…. Mmm, ¿sensible?
—Hoy no almorzaré con ustedes —Me libero de su agarre y salgo del curso con mi mochila colgando de mi hombro.
Es demasiado. Sí, demasiado con lo que lidiar en un día como hoy, donde mis emociones están locas y me siento infeliz. La tristeza no es considerada, ella aparece hasta en los mejores momentos.
—Dashton —El de ojos claros me sujeta del brazo antes de que pueda llegar a la puerta, los demás ya han salido—, amigo, vamos, si te pasa algo, dime, ¿o es qué no somos amigos?
—No es nada —Miro su mano que todavía sujeta mi brazo—, es solo que estoy molesto porque un idiota se metió con un amigo.
—Pero si tu no tienes más amigos que yo —dice riéndose con diversión, y por primera vez eso me cabrea bastante.
—Oh, disculpa, olvidé que solo tú puedes rodearte de amigos.
—Vamos, no exageres, solo bromeo, Dash —Su sonrisa se torna pequeña y puedo ver un poco de duda en su mirada, sin embargo, sigue hablando—, es solo que debes admitir que esos chicos no son tus amigos de verdad, son muy problemáticos y en cualquier momento podrían hacer que termines embarrado tu también, me preocupas, okay.
Tiene razón, no tienes amigos más que él. Y lo peor de todo es que no puedo negar sus palabras, los chicos con los que comparto de vez en cuando son problemáticos, son de los que solo compartes diversión, nada profundo.
—Tengo que ir a la biblioteca.
Me suelto de su agarre y salgo del curso intentando controlar mis ganas de llorar. Siempre he sido alguien bastante sensible, y eso es como una maldición, en ocasiones no puedo controlarlo por más que lo intente.
***
El rincón de Dashton. Si el pasillo en el que me encuentro rodeado por estantes, tuviera que tiene un nombre sería ese. Siempre que me siento como la mierda vengo a la biblioteca y me escabullo por el pasillo que nadie utiliza, aquí están los libros más viejos, esos que son ignorados por el mundo, esos que tienen historias que a nadie le interesa leer. Quizás por eso es que me identifico con ellos. Soy un libro que a nadie le interesa leer, solo ven mi cubierta, jamás mi interior.
—Estoy buscando un libro que necesito para la clase de arte —La voz que escucho me tensa unos segundos. Puedo reconocer al chico que le pertenece—. Está bien, Karl, puedes volver por mí en una hora más o menos, avísame cuando estés en el estacionamiento.
Me levanto y muevo algunos libros, por una rendija de dos tomos de tapa dura, logro verlo, está revisando algunos libros viejos de romance. Mi corazón se acelera cuando sonríe de medio lado al abrir uno, uno que leí hace tiempo. Ladea su cabeza sin dejar de sonreír, luce muy bonito. Koash Henderson es de los chicos más populares, aunque él no sea consciente de ello, del instituto. Al principio no le di relevancia a su persona, pero desde que nos cruzamos por primera vez, y por más que quiera, no puedo dejar de pensar en él y su actitud.
—¿Espiándome?
Doy un salto junto a un jadeo al oírlo susurrar en mi oídos. Giro rápidamente dándole una mirada molesta.
—Ni loco.
—Mm, pues tus ojos sobre mí me dicen otra cosa —dice con un tonito bastante molesto—, dime, ¿qué tanto me veías?
—Que no te estaba viendo —gruño y comienzo a caminar por el pasillo, él me sujeta por la muñeca, logrando que gire bruscamente, mis ojos se abren cuando me toma por la cintura—, ¿Q-Qué carajos…?
—Ups, lo siento, no medí mi fuerza —Aún cuando dice eso no hace por soltarme—. Dije que debías pagar por ese golpe, ¿lo recuerdas? Después de todo, fuiste el que malinterpreto todo en el restaurante.
—No es mi culpa que se pongan a bromear…
—Sí, pero es tu culpa el haberme dado un puñetazo cuando no era tu jodido asunto.
—Es mi hermano, solo lo defendía de un patán manipulador.
—Mm, ya veo —Muerde la esquina de su labio, pensativo—, igual voy a cobrarte ese golpe, Dashton.
—Eso no…
Mis ojos se abren cuando se mueve y me besa, solo reacciono cuando siento que muerde mi labio inferior con algo de fuerza, el quejido qué libero lo hace sonreír sobre mi boca.
—Listo.
Me libera, deja una palmada sobre mi pecho y gira sobre sus talones, luego lo veo alejarse con toda la tranquilidad del mundo mientras que yo me quedo como una maldita estatua en medio del pasillo, y lo peor de todo es el chico que se instala a mi lado.
—Vaya, eso… fue intenso, amigo.
—C-Cierra la boca, Ashton.
Y antes de darme cuenta me encuentro caminando lejos de él, no quiero mirarlo, seguramente no me gustará nada lo que vea en sus ojos. No quiero que se burle de mí por no haber podido reaccionar al jodido Koash Henderson.
MissingPages12.
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I'm magnetic.©#2 [Saga Yo Soy] 🏳️🌈
JugendliteraturHISTORIA ORIGINAL. LIBRO #2 DE LA SAGA YO SOY. Para ser sincero, nunca me gustó definir nada, ni siquiera a mí mismo, pero hay momentos en la vida en los que es importante hacerlo. Cómo ahora con esos dos chicos qué dicen querer ser parte de mi tra...