||Chapter #24: Todo estará bien||

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Somos un laberinto donde no te vas a perder, sino a encontrar: Missing P

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Somos un laberinto donde no te vas a perder, sino a encontrar: Missing P.

«KOASH»

—Sí es una broma no es divertido —digo, tornando mi expresión seria—, es obvio que ambos me atraen, lo saben, intenté solo verlos como amigos, pero no… No es fácil hacer eso cuando me gustan como me gustan.

«Necesito que me digan qué es lo que esperan de mí, porque ahora mismo me estoy declarando a ambos, y no con la intención de quedarme con uno, los deseo y quiero a ambos, y sí para ustedes soy una mera atracción, entonces quiero saberlo ahora mismo.

No tengo experiencia en el amor, ni en el sexo, y soy nuevo en todo lo referido a las emociones de atracción y al romance en general. Solo lo he leído en libros y escuchado en canciones. No deseo que la primera vez que quiera a alguien, o más bien, a ellos, sea algo de lo que me termine arrepintiendo luego. Sobre todo porque la pareja que me mira y escucha atentamente, me gusta y me agrada mucho de forma más sincera de la que me atrevo a admitir hasta para mí mismo.

Cubrirnos antes de siquiera sentir dolor, no es un pecado, es una forma de proteger el corazón.

—Hablaremos cuando regresemos mañana, esto es algo que debemos hablar de frente, teniéndote justo en frente, Koash.

—Me parece bien, hablaremos mañana—Muerdo mi labio inferior asintiendo lentamente. Creo que es mejor hacerlo como dice Ashton. Los miro directamente antes de agregar casi en un susurro—, ya quiero que amanezca.

—Mierda —gruñe Dashton alejándose de la pantalla—, quiero besarlo tanto, me volveré loco, lo juro, Ash, fíjate sí podemos pasar por la pantalla.

Me sonrojo porque puedo oírlo claramente, aunque algo me dice que él es muy consciente de ello.

—Duerme bonito, Koash.

—Y sí es posible, sueña con nosotros —exclama Dashton desde el fondo.

—Adiós, chicos.

Con una sonrisa corto la llamada. Ahora me siento muy expectante y nervioso. Apego mi móvil contra mi pecho dando un pequeño grito emocionado y hasta doy un ridículo salto conteniendo las ganas de gritar otra vez, realmente deseo que sea de mañana ya.

Tomo un poco de aire antes de calmarme y pedir la cena, después de todo está noche me quedo con Devon, quién ha estado bastante ocupado estos días, su nuevo trabajo y la universidad le quitan mucho tiempo, así que aprovechamos para hacer una noche de chicos de vez en cuando.

Unos minutos pasan antes de que toquen a la puerta, no dudo en ir a abrir, me duche antes que Devon, y como siempre, me puse su camiseta blanca y mis short, es cómodo aunque parezca que llevo un vestido, es un poco vergonzoso, pero no creo que vuelva a ver al repartidor otra vez, así que solo abro la puerta. El repartidor, que estaba sonriendo, borra su sonrisa al verme, es un chico un poco más alto que yo, tiene el pedido en sus manos y no deja de mirarme como sí hubiera hecho algo malo contra él.

—Em, es mi pedido, ¿o te equivocaste de puerta? —Mi tono es tranquilo, pero serio. Él aprieta su mandíbula y me extiende las bolsas con la cena—. Gracias.

Sus ojos me recorren sin disimulo alguno, y eso me hace suspirar comenzando a molestarme.

—Okay, ¿qué carajos te pasa conmigo? —Abre sus ojos al oírme—. No nos conocemos para que me estés dando esas miradas de mierda, así que dime, ¿qué es lo que te molesta?

—¿Qué pasa, Dulcesito? —Siento como Devon me abraza por detrás y pone su barbilla sobre mi cabeza—. Ah, hola, Agustin, gracias por la cena.

—¿Gracias por la cena? —gruñe el repartidor con molestia—, dijiste que solo follabas conmigo, maldito mentiroso.

—No soy un mentiroso.

Ahora entiendo porque me miraba como si fuera a ahorcarme en cualquier momento.

—Y cómo explicas qué este chico esté vistiendo tu remera favorita y encima ande casi en bolas por tu departamento —Hago una mueca ante esos reclamos—. Hasta le has dicho “Dulcesito” ¿acaso es tu novio?

—No es mi novio, ojalá él me viera como ve a sus dos enamorados —Suspira mi mejor amigo.

Está siendo bastante indiferente con la molestia de su ¿amigo sexual? ¿Novio? La verdad no tengo idea, solo quiero cenar y que ya sea mañana.

—¡Devon! —gruñe muy irritado el de uniforme de repartidor.

—Ya, suficiente, dime, ¿qué te hace pensar qué puedes reclamarme algo? —escupe el rubio dejando en claro que se está molestando—. Solo cogemos, nada más, y te lo deje en claro desde el principio, ¿o no fue así?

Mierda. La verdad no quiero estar escuchando este conversación, pero Devon me está abrazando desde atrás mientras habla con su compañero sexual.

—Eres un imbécil, sabes perfectamente que me gustas.

—Tú a mí no me gustas, el sexo solo fue sexo para mí, Austin —asegura el de ojos oscuros con seriedad y una frialdad nueva en él—, te dije que no me enamoro.

El repartidor se queda en silencio, pero puedo ver en sus ojos el deseo de llorar, así que retrocedo junto a mi mejor amigo y cierro la puerta.

Devon se mueve hacia la sala, luciendo muy serio, tanto que hasta tengo dudas sobre sí debería o no decir algo al respecto, pero antes de que llegue a una decisión, es él el que habla primero.

—¿Fui muy cruel?

—No, solo muy imbécil.

Hago una mueca al darme cuenta de lo que le acabo de responder. En ocasiones se me olvida que debo utilizar filtros en algunas situaciones.

—Agh, lo sé, joder —dice dejándose caer en el sofá, no dudo en moverme y sentarme en la punta, él se mueve y acomoda su cabeza sobre mi regazo—. Salir con alguien es complicado, no salir y follar sin compromiso también, juro que cada vez me gustan menos las relaciones.

—Dev —Acaricio su cabello, está húmedo—, creo que aún no superas a Keegan.

—No creo que tu hermano sea alguien que se pueda superar.

—Eso no es así —Suspiro—, ahora lo ves de ese modo, pero la realidad es que nadie es insuperable, ni siquiera el príncipe Keegan Henderson.

Libera una risita al oírme llamar así a mi hermano.

—Entonces, ¿por qué sigo pensando en él?

—Porque no te esfuerzas en dejar de hacerlo, no quieres dejarlo ir a pesar de que duele y de que no está contigo… de qué no estará contigo nunca más.

Es triste y doloroso para Devon oír esto, lo sé, pero nadie más que yo puede decirle las cosas de frente. Mi hermano no volverá a él nunca más, Keegan es un buen chico, pero también es alguien que cuando decide algo, no dará marcha atrás ante ello, menos sí cree que hace lo correcto. Y sí hace alguna excepción, sólo será por su familia.

—L-Lo sé —susurra, tiene los ojos cerrados, pero puedo ver que está llorando—, es por eso que es tan difícil dejarlo ir, superarlo.

Bajo hasta su frente y dejo un pequeño beso sobre ella. Dev es alguien muy importante para mí, él se ha ganado un lugar en mi corazón y eso es suficiente para que sea su apoyo las veces que me necesite, estoy seguro de que él haría lo mismo por mí.

—Algún día lo harás, Dev, estoy seguro, solo confía en ti, en algún momento ese dolor dejará de estar ahí y solo se va a desvanecer, y entonces vas a darte cuenta de que ya lo soltaste, qué estás completamente bien… que eres libre de ese amor que no pudo ser.

No me responde nada, pero se gira y oculta su rostro en mi abdomen mientras me abraza.

—Todo estará bien, Dev.

MissingPages12.

I'm magnetic.©#2 [Saga Yo Soy] 🏳️‍🌈 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora