Capítulo 7

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Lo están sacando fuera de la carretera.

Ahora ve el auto que ha golpeado la puerta del conductor y empuja a todo motor. Lleva las luces apagadas por eso no lo vio venir contra él y su coche ha amortiguado el golpe y el sonido, ni se ha enterado, así de metido estaba en sus pensamientos.

Otro auto a oscuras empuja por detrás al mismo tiempo, ambos controlan mejor la acción y superan la potencia de su auto. Rápidamente, Heechul apaga el auto y echa el freno de mano. Es una maniobra poco común, sin embargo, moverlo ahora es más difícil, requiere más coordinación y caballos de fuerzas.

Golpea los postes de contención, los rompe y sale al badén, hay unos cinco metros de césped, luego un muro de plantas y más allá ve agua. Lo están orillando al viejo camino que conectaba los distintos puertos de esa parte de la ciudad y que fue reemplazado por la carretera nueva. Ambos corren juntos unos diez kilómetros. Es el lugar perfecto para echarlo al río Ham.

Dentro, él está bastante seguro por el momento. Sin quitarse el cinturón, rebusca en su bolso, encuentra el localizador y lo activa. Su móvil suena en el siguiente segundo, él lo pone en altavoz.

-¿Heechul?- hay urgencia en la voz.

-¡Hyung! Hyung, me están sacando de la carretera. ¡Los malditos quieren echarme al río!- grita con rabia.

-¿Estás herido? Ya voy en camino. ¿Te han hecho daño?- se oye tropelaje detrás, Joon ya viene por él, una vez más viene por él.

A Heechul se le llenan los ojos de lágrimas y no es por los malditos que quieren borrarlo de la faz de la tierra, no, es porque no sabe cómo agradecer la preocupación constante, el apoyo, el amparo que ha recibido de este hombre en los últimos años solo porque le hizo una promesa a su mejor amigo en su lecho de muerte.

"Él" no lo dejó solo cuando se fue al cielo.

-No, el auto ha resistido. De hecho, ni me he enterado de lo que sucedía hasta que no cambió mi perspectiva de la carretera. ¿Hyung, si me echan al río, el auto aguantará hasta que me saques?- ahora hay temor en el timbre de su voz pero ni una sola duda de que Joon lo salvará.

-No lo sé, Heechul, no lo sé. Le hice algunas pruebas al auto pero nunca lo tiré al agua. ¡Cuesta mucho dinero!

Hay silencio de pronto en la línea. El vehículo es empujado a través de la tupida vegetación y sale al otro lado, pero hay un desnivel entre la nueva y la vieja carretera.

-¡Hyung!- grita Heechul espantado mientras siente que cae.

El auto se ha dado la vuelta como una tortilla. Dentro, aunque está amarrado, Heechul ha sido sacudido como un muñeco de trapo. Se ha golpeado en la cabeza y le duele mucho el hombro izquierdo que es donde más presión ha hecho el cinturón de seguridad. Ahora se encuentra en medio de la antigua carretera, colgando cabeza abajo.

-¿Heechul? ¿Heechul?- grita Joon por el teléfono.

-Hyung,...- su voz se oye lastimera- espera, hyung, estoy gomas arriba, el auto está de cabezas...

-Sal de ahí, Heechul. ¡Sal ahora! Un auto blindado te protege contra los que quieran entrar pero es una trampa mortal si no te deja salir.

-Ok, está bien.- suena como un niño pequeño.

Heechul forcejea con el cinturón, lo abre y cae como una piedra sobre su hombro dolorido, una queja de dolor sale de su boca. ¡Maldición, él es un chico delicado! Por suerte los cristales se han astillado pero no se han roto o tendría cortaduras por todos lados. La puerta del conductor está abollada por fuera, no se abre. Gatea a la del pasajero, sale.

Mi pareja, mi destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora