En la avenida hay tres autos negros rodeando el llamativo deportivo de Heechul. Siwon reconoce en el acto las dos vans que se turnan cada noche para vigilar la casa de su pareja y recuerda las palabras del chico al Comisario de Policía: "no es como si no supiéramos que están ahí".
Si, Heechul conoce bien a su enemigo.
Hay un hombre apoyado con total desparpajo sobre el capó del auto de Heechul como si fuera el rey del universo. De unos cuarenta años máximo, enfundado en un elegante traje negro, tiene los brazos cruzados sobre el pecho y mira con desdén a su pareja que baja despacio la colina funeraria como una reina. Siwon va a su lado. Olfatea el aire. Hay una pestilencia flotando alrededor del tipo, su energía se mueve como si de arenas movedizas se tratara: viscosa y pesada. Todo en él grita "hijo de puta" a voces.
Heechul se detiene tres escalones antes de llegar a la avenida, no baja al mismo nivel del otro, él siempre está por encima. El hombre, entonces, estudia al impresionante animal que lo acompaña. Siwon saca pecho y lo mira con mala cara. Una mueca desagradable que pretende ser una sonrisa, adorna el rostro del desconocido.
-¿Por aquello de "si tienes miedo, comprate un perro"..?- su intento de chiste es de los más malos que pueden haber.
-No. Por aquello de que tengo "tanto dinero que puedo comprar lo que yo quiera"...- responde Heechul tajante.
La voz de su pareja es fría e impersonal, tan distinta a aquella apasionada y visceral con que le gime en el oído su pasión cada noche. Siwon, que ya estaba predispuesto con quien fuera que intentó asesinar a su pareja, ahora siente en cada célula de su sangre cómo su naturaleza posesiva y su instinto de protección ha firmado una sentencia de muerte para este sujeto: el tipo tiene que ser eliminado. Punto.
Esa misma sentencia de muerte puede leer Siwon en los ojos de su oponente cuando mira con odio y rabia a HeeChul. Un hombre con un objetivo: eliminar de este mundo a su pareja.
La forma en que se incorpora y se enfrenta a Heechul es desde todo punto de vista violenta, los ojos furibundos, los dientes apretados, los puños cerrados, el cuerpo tensionado. El alfa se pone delante de su pareja, muy lentamente, haciendo contacto visual con él y mostrando sus caninos.
Si da un paso más, Siwon atacará y a la mierda todo...
-¡No eres más que un ladrón oportunista!- escupe con rabia el desconocido.
-Curiosa tu selección de palabras, Kim MinYul.- finalmente Heechul pone un nombre al sujeto- En el argot legal lo denominan como heredero universal. Creí que lo habías entendido, tú estabas allí el día que se leyó el testamento de tu padre.
Siwon ve las conexiones ahora: este es el hijo del difunto y el motivo que lo mueve es el dinero de la herencia.
-¿Legalidad? ¿Testamento? Ese circo que montaron tú y tus amiguitos fue una trampa total. Se confabularon contra mí, todos ustedes, pero se van a arrepentir... aunque sea lo último que haga.
-Ah, tanta energía malgastada. Si hubieras puesto ese mismo empeño en crecer como persona y hacer algo útil de tu vida, hoy pudieras ser independiente y solvente. ¡Qué desperdicio!
-¿Y eres tú quién me va a dar consejos? ¡No seas hipócrita! ¡Tu único esfuerzo en esta vida fue saltar sobre la polla de mi padre, maldita puta! ¡Asqueroso! ¡Pervertido! Te dejaste follar por un viejo que triplicaba tu edad por dinero. ¿Eso es "crecer como persona"? ¡Desvergonzado! Lo único que "creció" en ti fue el tamaño del agujero en tu culo y tu cuenta de banco...
Un largo aullido se deja escuchar como un réquiem de muerte que se extiende por el cementerio como una nube de tormenta. El alfa está listo para despedazar y aniquilar a aquel que así humilla a su mate. No, no hay piedad, no hay consideración.
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Mi pareja, mi destino.
FanfictionSiwon persiguió el rastro, efímero, escurridizo, que hacía correr su sangre y latir su corazón con más fuerza. Eso era lo único que tenía y se aferraría. Siwon lo encontró, sus esfuerzos tuvieron recompensa al final... pero se llevó una sorpresa. "E...