Capítulo 12

88 22 107
                                    

Siwon entra al club como si fuera el dueño de casa. Es temprano todavía y jueves, el local está prácticamente vacío, no hay nadie. Él sabe que Heechul llegó hace una media hora. ¿Para qué? Ni idea. Otra arista en la que tiene que ahondar. Va directo al bar. Su amigo limpia vasos y pule la barra de madera como si fueran a darle una medalla olímpica por eso. Lo reconoce enseguida.

-Hola, hola. ¿Cómo nos trata la vida?- saluda Siwon con una sonrisa genuina justo porque no son amigos ni se deben nada.

-No me quejo. Un día tras otro y yo tranquilo.- responde el hombre con esa simplicidad que lo caracteriza.

Siwon se sienta en la barra y le hace señas con la mano como quien escribe en el aire. El barman encoge con extrañeza el ceño pero saca un bolígrafo de su bolsillo y le alcanza una servilleta. Siwon garabatea unos números rápidamente. Deja la pequeña nota sobre la pulida superficie y devuelve el lapicero.

-Dale esto a Heechul, amigo mío, por favor. Gracias.- Siwon le dedica una media sonrisa y se pone de pie con clarísima intención de marcharse.

El barman queda con cara de "¿qué carajos está pasando aquí?" No recuerda haber mencionado el nombre del mocoso al forastero, entonces debe haber sido el propio chico quien lo hizo. Heechul es bien críptico con sus cosas, si le dejó saber su nombre es porque así lo quería. "¿Qué se traen estos dos? ¿Lo sabrá el Comisario de Policía?"

Un segundo después se encoge de hombros. "¿Y a él que le importa?" HeeChul ya está bastante crecidito. Pone la servilleta sobre el anaquel de las bebidas pensado en subirlo a la oficina más tarde, cuando le lleve algo para comer al mocoso malcriado. "¿Desde cuándo se mete en la vida de los demás?" Niega con la cabeza y sigue limpiando vasos. Se está poniendo viejo.

-¿Hyung Lee...?- lo sorprende la voz.

Se da la vuelta y ahí está Heechul. "¡Hablando del diablo y aparece!" Esto se sale completamente de su rutina habitual. ¡Jamás ha visitado el bar con tanta frecuencia! Lo único que le falta es poner su oficina en una esquina de la barra y llenarle de papeles los refrigeradores de las bebidas.

-Hyung Lee... la persona que acaba de salir... esa persona...-

Se ve un poco incómodo con lo que quiere preguntar, está buscando una manera de no ser tan evidente en su interés. Fracaso total. El hombre quiere poner los ojos en blanco. Conoce a Heechul desde que era prácticamente un niño. No va a engañarlo con una mirada de cachorro.

-Dejó esto para ti.- rápido y conciso.

Prácticamente se lo arrebata de las manos. Sale corriendo hasta la puerta del club bajo la asombrada mirada de los gorilas de seguridad y la abre de par en par. Nada, ni un rastro ni una sombra. Siempre es así con Siwon, como si fuera un maldito fantasma.

Mira el número de teléfono que tiene en la servilleta, ¿será esta la señal que con tanto desespero pidió unos días atrás..?

?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi pareja, mi destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora