La chica quedó atrapada bajo su cuerpo e inevitablemente sus brazos rodearon el cuello del muchacho, y este soltó un gemido una vez que sintió ambas bocas tocarse, sentirse y empezar a acoplarse como tanto sabían hacerlo.Había sido suficiente para los dos...
Habían sido suficientes intentos, suficientes negaciones y mentiras, que solo los habían llevado a terminar besándose sobre esa cama. Sin remedio alguno. Cada uno con el aliento del otro, tocándose desesperadamente bajo la ropa. Era un círculo vicioso que los hacía terminar en el mismo lugar una y otra vez. Porque resultaba ser el lugar favorito de ambos: estar juntos.
Brook notó como Tom presionaba fuerte contra su vientre. Su gran erección petaba entre sus pantalones y estaba dura, ella podía sentirlo. Y el deseo que todo eso le proporciono le atemorizó de cierta forma. Dios mío, ¿cuánto es que deseaba a ese hombre? Su anatomía empezaba a producir en ella esa sensación densa en su interior y un deseo ardiente que crecía cada vez que el chico la cogía del culo y hacía presionar su vientre contra su dura erección.
No pudo evitar gemir en voz alta, haciendo que Tom encima de ella se despegaran de sus labios y le otorgara una mirada caliente. Deseosa. Eran en momentos como esos en los que notaba las distintas matices que podía tener Tom Kaulitz. De ser dulce y encantador, pasaba a ser un demonio con una mirada oscura, determinante y sobrecogedora. Con ganas de tener sexo, y ella otro tanto...
—¿Cómo esperas que no esté enamorado de ti? —sus susurros eran roncos, con un toque de excitación en ellos. Pero fueron los ojos marrones del muchacho los que tuvieron la atención de Brook en ese instante. La miraba tan... embobado. —Si me dices todas esas cosas, y me besas como lo haces... ¿cómo esperas que quiera ser tu amigo? —relamiéndose los labios, se inclinó un poco para volver a hundirse en la boca de la chica, besándola esta vez con una pizca más de intensidad. Presionando los dedos contra sus caderas.
Había tanta tensión de por medio y tanta ropa innecesaria... Y pensar que podrían estar haciendo el amor en ese instante, sin necesidad de tantas palabras o tantos rodeos.
Tom se inquietó de tan solo imaginarlo.
—¿Es esto lo que hacen los amigos, Brook? —cuando ella escuchó aquella pregunta, supo que algo vendría después... Y no se equivocó. Tom aplastó sus labios contra su cuello, depositándole un beso sonoro y caliente que la hizo arquear el cuerpo, topándose de esa forma con la masculinidad de Tom encerrada en esa tela. Queriendo salir ahora más que nunca. —Uhmm... ¿Esto es lo que haría un amigo tuyo? —en un movimiento ágil, Tom abrió un poco más la boca y chupó fuerte contra el cuello de la chica, haciéndola soltar un gemido suave donde pronunciaba fuerte y claro su nombre.
Música para sus oídos.
—Recuérdame vigilar muy bien a esos amigos tuyos... si es que no termino por desintegrarlos uno por uno. —otra mordida más. Brook acarició la espalda del muchacho bajo su ropa, tocándole la piel. Sintiendo lo caliente que estaba esta. Rápidamente pasó a tocar su abdomen marcado, disfrutando del tacto en cada centímetro. Joder, estaba duro. Bien trabajado. Moría por sacarle aquella sudadera y verlo una vez más con aquel espectacular torso desnudo.
Pero fue ella quién terminó siendo desnudada en aquel momento. Las manos de Tom actuaron rápido y quitaron de ella la camisa de cuadros junto con la blusa crema que traía dentro. Brook no tuvo siquiera oportunidad de poder hablar, y aunque hubiese querido hacerlo, las palabras habían desaparecido de su boca al ver al chico mirarla mientras empezaba a desnudar su cuerpo poco a poco.
Estaba al mismo tiempo adormilado, con los ojos cansados pero llenos de lujuria. Nunca dejaría de mirarla de esa forma. Era irónico pero, ya ni siquiera pensaba en querer probarla alguna vez, le bastaba con verla así... semidesnuda, era su paisaje favorito. Era, de alguna forma, lo más preciado que tenía en ese momento.
ESTÁS LEYENDO
𝑨𝒏𝒕𝒊𝒅𝒐𝒕𝒆 ; 𝐓𝐨𝐦 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳
FanfictionBrook Taylor lleva en su sangre el antídoto para salvar a la humanidad de una próxima pandemia que acabaría con la raza humana. Por ese motivo, el gobierno de los Estados Unidos contrata los servicios de Tom Kaulitz y su equipo especializado, quien...