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Stella Fraser

Caminaba por los pasillos de la universidad con mi bata blanca, mis botas militares sonando por el suelo, mi cabello estaba recogido en una coleta alta y tenía puestos mis anteojos

"Ahí va la rarita esa"

"Es tan extraña, sus ojos son tan raros, es como deforme"

"Parece muerta"

Ignore las críticas y seguí con lo mío, en algún punto la gente cerró su enorme boca, estaba ya de salida y dispuesta a caminar directo a mi casa. Me habían castigado el auto que YO compré por llegar tarde, si, definitivamente me veían como una niña, pero quise evitar pleitos.

Ya en la salida ví a un grupo de chicas murmurando y a uno que otro chico enclosetado mirando a alguien. Cuando mire a las grandes puertas de salida ví al rubio.

Tenía sus lentes de sol mezclandose con su cabello, una camisa blanca con corbata y chaqueta oscura al igual que pantalones y zapatos. Al verme él sonrió y me miro de arriba abajo

—¿Que haces aquí?—dije mirándolo extrañada

—¿No podía venir? Quiero llevarte a tu casa, como castigaron tu auto—dice pasando su brazo por mi hombro—que bien te ves con esa bata

Sentí unos pasos venir hasta mí

—Hola—saludó coqueta la amiga fastidiosa de Amy—Stella, ¿por qué no me presentas a tu amigo?

Me acerque a ella encorvandome bastante, pase mi mano por su hombro, ella me miró extraño pero me siguió la corriente

—Allison—canturree con sarcasmo—tienes un mundo inmenso para caminar y... Caerte de un barranco—dije mirándola con una sonrisa 

Poe reprimió una risa y me extendió su brazo

—Vamos, Stella—dice con burla

—¿Tú no eras lesbiana?—pregunto Allison cruzándose de brazos

—¿Tú no te ibas?—rebatí yo

Ella se quedó ahí mirando a Poe, pero es que hay gente sin dignidad

—Tengo una cita con mi novia—le dice Poe para darme un beso en la mejilla—vamonos.

Salí de la universidad, Poe me seguía a paso rápido

—Camina más despacio, piernas de rascacielo—bromea él.

Los dos caminamos hasta su auto y el me abrió la puerta

—¿Tu novia?—hable finalmente poniéndome el cinturón

—Correcto, Fraser, mi novia—afirmo encendiendo el auto y la calefacción, sus mejillas estaban sonrojadas por el frío—y al ser mi novia debes darme un beso —él señalo sus labios

—Sueñas mucho, Verne, ya despierta y baja de esa nube—le corregí mirando al frente

—¿Que tengo que hacer, mujer? Te estoy cortejando como un caballero, si hable con tu hermano para venir a buscarte mientras tu auto está castigado incluso—bramó fingiendo estar ofendido—¿Quieres que vaya a tu casa y pida tu mano? ¿Así me darás un beso?

—No te daré un beso de ninguna forma, ¿te gustaría más una cachetada?

—Mientras tus dulces manos asesinas toquen mi piel yo aceptaré lo que sea—ronroneo. Se acercó a mí rápidamente, tomo mi rostro entre sus manos y quiso besarme pero me aparte

—Sueñas mucho, Poe Verne—murmure a unos dos centímetros de sus labios

—¿He dicho lo mucho que amo tus ojos diferentes?—aludió mirándome fijamente

Sonreí ligeramente y me enderece en mi asiento

—¿Sabes? Una vez queme el pelo de mi mamá y puse veneno para ratas en la copa de mi padre—menciono divertido—que lindos tiempos, ¿que travesuras hacías tú?

—Mataba liebres—confese recordando los viejos tiempos —después ciervos y luego...

—Personas.—acabo Poe de hablar—¿A qué edad?

—Diez, fue alguien que molestaba a... Mi otro hermano —admití sonriendo con melancolía

—Lo lamento mucho—dice él frunciendo el entrecejo—¿Cómo lidiaste con eso?

Me quedé en silencio, no quería hablar al respecto y Poe pareció comprenderlo. El resto del camino fue silencioso, Poe me dejó frente a mi casa pero antes de salir tomo mi mano

—Sabes, Stella, mañana tendré un evento importante con socios de la biblioteca. Algo de negocios y se permitirá llevar a un acompañante—me contó antes de dejarme ir

—¿Y quién será la desafortunada?

—Quiero que vengas como mi acompañante—pide finalmente—te llevaré a cenar después de eso

—Dejame pensarlo, tengo una agenda ocupada, ¿a qué hora?—consulte tomando mi teléfono y mi bolso

—A las ocho, no tienes nada que hacer a esa hora, me asegure de ello—enunció acariciando mi mano

—Te diste la tarea de investigar bien, Verne.

Él me dedico una mirada y sonrisa llena de deseo

—Te veré mañana a las ocho entonces.

—Vendre más temprano, ya verás porqué.

Gallowdance [Poe Verne × tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora