Stella Fraser
Habían pasado dos semanas desde lo que ocurrió con Poe y con Nicolás. Tenía dos semanas sin ver a Poe, lo único que hacía era estudiar, ir a la universidad, había tenido unas cuatro presas y más nada. El resto de mi tiempo era para planear con lujo de detalle lo que haríamos Nicolás y yo.
Ya teníamos un lugar donde ejecutar. Teníamos varios peces, un anzuelo y un pescador, ¿el anzuelo?
—¿Estas segura que lo harás?—pregunte a Deena
—Ellos hicieron lo mismo con mi mejor amiga—dice con tristeza—tengo que hacerlo
Esos tipos habían hecho lo mismo con tantas y Deena era una de las afectadas, su mejor amiga Carmina sufrió lo mismo y a ella si la mataron, por suerte a Deena no la conocían, en ese momento ella se veía muy distinta.
Deena era morena, su cabello era largo y rizado, tenía mechones azules, sus ojos color miel, su sonrisa brillante, nariz perfilada, tenía una figura curvilenea y era mucho más baja que yo.
—Merecemos venganza —expreso con rabia—todas.
Asentí con la cabeza y me levanté para mirar las fotos de esos hombres.
—¿Tienes en claro lo que debes hacer?—consulte mientras buscaba un cigarrillo y un encendedor, ella tomo uno y también lo encendió
—Tengo todo claro—aseguró con su sonrisa ladina—absolutamente.
Ella me dió un abrazo y se retiro cordialmente.
Mire mi imagen en el espejo, tenía más ojeras que nunca.
Extrañaba a Poe, quería verlo. Únicamente lo veía de lejos al salir en la mañana, vivir tan cerca y estar tan lejos.
Me había dado cuenta que de verdad quería a Poe conmigo, no quería algo como lo de Archie y Tatiana, no como lo de Damián y Padme, algo como Poe y yo, algo que solo él y yo.
Él y yo encajamos tan bien.
Poe había dicho que quería ayudar, no sé cómo y cuando.
Ahora solo quería despejar mi mente.
Me coloque unos pantalones azul marino con bota ancha junto a un suéter negro con rayas grises, botas negras militares y mi cabello recogido cuidadosamente.
Salí de mi casa con mi daga en mi bota, camine con tranquilidad por la acera mirando a las casas, las luces encendidas y otras apagadas, algunas personas pasando de un lado a otro con sus bicicletas, los hombres con sus trajes empresariales y las mujeres caminando por ahí con hermosos trajes.
Pase frente a la casa de Poe, se veía lujosa, moderna e impecable, mi casa era lujosa también pero con un estilo antiguo, victoriano, era la casa más antigua de Asfil es la mía. Mire por el enorme balcón de aquella gigante casa y pude ver al rubio inclinado sobre el barandal con los antebrazos sobre este, tenía una camisa marrón entreabierta dejando ver su pecho definido, unos pantalones marrones también y no tenía zapatos puestos, su cabello estaba desordenado por el viento y desde ahí se veía inalcanzable, aunque, no para mí obviamente.
Si cabeza bajo hasta verme ahí, su sonrisa se ensanchó y me saludo con la mano, yo solamente sonreí ligeramente
—¿Subes?—lei sus labios
—Baja—respondí metiendo mis manos en los bolsillos
Vi como desapareció del balcón, unos segundos después apareció en la puerta principal, salió de ella pasando por el jardín y la fuente hasta llegar finalmente al portón, lo abrió y me miro de arriba a abajo
—Te ves más fantasma que nunca—comento sonriente—que fantasma más sensual, ¿me extrañaste?
Resople mientras giraba los ojos
—Esa mirada... La extrañaba—admitió tomando mi mano, miro a la puerta y luego a mí —tomemos algo
Asentí con la cabeza y lo seguí..
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Gallowdance [Poe Verne × tú]
Mistero / ThrillerElla vivió su vida entera siendo una sombra caminando entre las sombras, un oscuro pasaje secreto a lo prohibido y peligroso de este mundo, una novena mejor dicho, fue solitaria y paseo por allí sin que nadie la viera hasta que un día en ese oscuro...