Stella Fraser
Me había desatado, ¿y que? Había tomado, había reído y sentido que todo era mejor, que podía arreglar todo, que podía olvidar todo por una noche al menos.
Bailaba al ritmo de la música que era un tanto lenta, mi vestido negro se movía con delicadeza, mis labios soltaban el humo de un cigarro con sabor cereza y mis ojos miraban a un punto en la pista.
De un atractivo oscuro y misterioso, tan lúgubre como lujurioso, con ropa negra y piel pálida aterciopelada, unos deslumbrantes ojos capaces de moverte los más retorcidos y psicóticos deseos, el cabello ligeramente desordenado y su sonrisa ladina que me llamaba y atraía como si un imán se tratara.
Poe Verne, él único y desquiciado Poe Verne.
Le dijo algo al DJ, se acercó hasta mí y mientras menos metros de separación había sonaba una melodía que conocía muy bien; la intro de gallowdance con el bajo y guitarra electrica.
—Despertaste algo peligroso en mí, Stella Fraser—susurra en mi oído
—¿Que tan peligroso?—inquirí dándole una calada a mi cigarrillo. Poe lo tomo, lo coloco en sus labios y dió una profunda y provocativa calada, el humo salió de su boca mezclandose con el ambiente de alcohol y música en la cabaña
—Tan peligroso como la muerte—dice acercándose a mis labios
—Oh no, no será tan fácil—murmure tomando nuevamente el cigarro
—Contigo nada es fácil, me ha costado tenerte y lo más loco es que...
—No me tienes—termine por él
—¿Me concedería está pieza, señorita?—consulto tomando mi mano
—Claro, señor Verne.
Él coloco una mano en mi cintura, yo una mano en su hombro y nuestros brazos extendidos y con las palmas juntas, empezamos en una fina, elegante y delicada vuelta, un compás que él y yo sabíamos llevar a la perfección.
No sé si fue por el poder de la ambrosía, el color de sus ojos con los míos, la fijación de él por mí y mi negación me hicieron sentir que Poe me estaba mirando como algo más que una de esas mujeres con las que salía.
Me miraba como suya, como su territorio, como un dulce que degustaba lentamente, como si yo fuera única y si que lo soy.
En esa noche Stella y Poe bailaron, rieron y sintieron esa misma emoción que sentían sus amigos "enamorados", esa obsesión, esa fijación del uno por él otro, tal vez no era sano, tal vez no era lo mejor pero era real, algo puro y algo distintivo que solo dos novenos, que solo Stella y Poe dentro de su locura por la sangre, dentro de su magnífica relación con la muerte podían sentir.
Stella disfruto provocar a Poe esa noche, disfruto irse a su casa con un Poe desenfrenado por ella, por un Poe loco por besarla y devorarla de todas las formas posibles.
Ella no lo beso, no lo toco como él que quería, no le había dado todo lo que Poe quería pero esas miradas de sus ojos diferentes fueron suficiente para dejar aún más psicótico al rubio.
Bailaron la danza de la horca.
Bailen mientras no estén ahorcados.
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Gallowdance [Poe Verne × tú]
Misterio / SuspensoElla vivió su vida entera siendo una sombra caminando entre las sombras, un oscuro pasaje secreto a lo prohibido y peligroso de este mundo, una novena mejor dicho, fue solitaria y paseo por allí sin que nadie la viera hasta que un día en ese oscuro...