Gallowdance [Poe Verne × tú]

~11~

Stella Fraser

¿Voy o no voy?

Me quedé pensando sentada en el suelo con un café y un cigarrillo. El humo dejaba mis labios y el café dejaba un gusto delicioso en mi boca.

Pensándolo bien pues Nicolás estaría en la cabaña, no tenía nada que hacer y la última vez que salí fue con Nick y no fue por tanto tiempo, merecía divertirme un rato, una diversión distinta que no fuera entre mi presa y yo aunque esa siempre sería la mejor diversión. Tenía tiempo sin hablar más de cuarenta minutos con Padme y no tenía amigos, este es el momento en el que me vuelvo sociable.

***

¿Sociable? En qué momento tan estúpido se me ocurrió. Que diría mi hermano.

Caminaba con fastidio entre la gente, me gane la mirada de algunos que otro noveno pero simplemente lo ignore. Me dirigía al lugar donde la manada de Damián siempre se reunía.

Tenía un vestido negro estilo gótico, mangas negras anchas, falda ancha y entallado a la cintura con cuello tortuga y un collar como siempre vinotinto, unas botas militares al igual que todos los días y el, mi cabello negro suelto y un labial rojo cereza junto a un delineado lo suficientemente puntiagudo para apuñalar a un hombre.

Finalmente ví al grupo reunido, tenían una neverita y una mesa en el centro.

—Stella—hablo Padme sonriendo, se levantó y me dió un pequeño abrazo—que gusto verte, siéntate.

Me senté y les dedique una sonrisa de boca cerrada a cada uno. Detalle a la chica de cabello con puntas verdes y azules, al castaño, a la piedra de Damián y a Poe él cuál se veía brutalmente feliz.

—No hemos tenido tiempo de presentarnos como es, ella es Tatiana, Archie, Damián y Poe, aunque creo que ya conoces a Poe —dijo Padme señalando a cada uno

Ellos me miraron con algo de duda, más que todo Damián él cual repasaba cada parte de mi rostro con atención hasta que finalmente desvió su mirada a Padme.

—Un gusto, Padme nos hablo mucho de ti—dijo Tatiana finalmente con una sonrisa agradable.

Está chica no es una novena, lo veo en sus ojos.

—Un gusto igualmente—hable mirando de reojo a Poe—y si, ya conozco a Poe, se dió a conocer muy bien.

—Me adoraste, lo sé, todos lo hacen, Stella—hablo Poe, chasqueo los dedos estirando su brazo y una camarera con vestido púrpura llegó hasta nuestro encuentro, sus caderas meneandose con seguridad y su mirada seductora—¿Que desean?

—Queso—dijo el castaño

Los demás solo miraron con una pequeña sonrisa a Poe él cuál giro los ojos con diversión

—Una bandeja de queso, una botella de ambrosía y... ¿que quieres tú, Stella?—ronroneo con picardía

—Vino, por favor, a cuenta de

—Poe Verne, todo a cuenta de Poe Verne, el mejor vino para la dama—me interrumpió Poe, la camarera se fue taconeando

—No tenías, yo puedo pagarlo —dije mirándolo fijamente, él nego con una sonrisa ladina

—Yo invito, lo mejor para mi dama—canturreo Poe

—Dejala, la vas a espantar —le regaño Archie

—Tú que eres una garrapata debes espantar a Tatiana, mírala, pobrecita—bramó Poe fingiendo lastima y poniéndose una mano en el pecho—parpadea tres veces si necesitas ayuda.

Solté una pequeña risa para depsue mirar a Padme.

Ella veía a Damián al igual que él a ella, los dos se veían profundamente y dentro de su locura muy enamorados.

En unos minutos llegó la camarera, todos tomaron sus ambrosías, Archie su queso y antes de que pudiera tomar la copa y la botella Poe la tomo y con habilidad vertió el líquido rojo en la copa y me la extendió

—Gracias, no sabía que tenías habilidades de barman—comente tomando la copa no tan fría entre mis manos

—Tengo habilidades con las manos, muchísimas—dijo con guiño dándole un sorbo a su ambrosía

—¿Por qué no tomaste ambrosía?—pregunto Padme con su característica curiosidad

—Emborracha muy rápido, el vino no tanto y necesito estar fresca mañana, tengo examen de anatomía—explique saboreando mi delicioso vino

—Si quieres te ayudo—pronunció Verne con su voz sugerente y divertida

—Te verías muy lindo con una cuerda en tu boca o en tu cuello—hable con un tono sarcástico

—Que candente, mujer, que feroz—bromeo Poe—¿Bailamos?

—Perdón, tengo piernas de madera—dije fingiendo tristeza

—Me mata tu indiferencia —dice levantándose junto a Padme, Archie y Tatiana que si iban a bailar

—¿Y si te mato con un hachazo?—respondí sacándole el dedo de en medio

Me quedé ahí sentada con Damián y su mirada negra perdida

—Siempre supe de tu fijación con Padme pero no pensé que organizarias un plan para meterla en esto—comente mirando a Damián él cual me observo inmediatamente. Mire a mis espaldas y ví a Padme bailando con seguridad y elegancia—es una chica increíble

—Lo es, si que lo es—responde Damián dando un sorbo a su ambrosía y después no hablo más

Paso un rato largo hasta que los muchachos volvieron. Pude ver a Poe tambaleandose y Padme tomándolo del brazo, ella le dedicó una mirada de complicidad y después Poe cayó al suelo como una tabla, Archie y Tatiana miraron sorprendidos

—¡Poe! ¿Que te paso?—pregunta Padme fingiendo demencia

¿Me creen tan tonta?

—No lo sé, ¿tal vez una caída de azúcar?—caída de un barranco se ganaría Poe si seguía molestando

Me acerque a él y con una fuerza que hasta él le sorprendió lo tome entre mis brazos y lo senté en un sillón, Damián lo observó de reojo y negó con la cabeza agotado, Poe tenía una mano sobre su rostro con una expresión de dolor y él condenado dramático hasta pálido se veía

—Y cuéntame, Poe Verne, ¿te sientes muy mal?—pregunte poniendo mi mano sobre su frente

—Terrible, se me bajo el azúcar, necesito dulzura—bramó fingiendo dolor, fingía bien el zorro astuto, Archie y Tatiana de lo creían

—Debes descansar, Poe, descansar y una galleta—susurre quitándole la mano de la frente

—Que mal, tan bien que la estábamos pasando, ¿me llevarías a casa y me revisarías? Vivo a cinco casas de la tuya, Stella—pidió Poe con ojos de perrito

—¿No preferirías que te lleve Damián?—me excuse mirando al mencionado que nego alzando las manos en señal de paz—¿y que te revise un médico más calificado?

—No, no. Te servirá de práctica ya que te gradúas pronto—insistió con voz gélida y aparentemente agotada.

Apreté los labios y mire a cada uno, Padme me miró con una pequeña sonrisa

—Claro. Nos vemos luego, les traeré a esta cosa viva para mañana.