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Stella Fraser Nilsen

Al llegar a mi casa pase directo a mi habitación. Aún vivía con mis padres, estaba terminando la universidad, estudiaba medicina, había entrado más adelantada que todos a la universidad por mi promedio excelente, mente prodigio y ser más inteligente que los demás chicos de mi edad, bue, ya lo sabía. Es que soy lo máximo. El punto es que una vez que termine la universidad me iría a una mejor universidad en otro estado de Estados Unidos lejos de Asfil, quería especializarme en psiquiatría, amaba la mente humana y las locuras que podrían estar dentro de ella.

Mi padre no me tenía mucho aprecio, él odiaba mi naturaleza novena y quería echarme pero mi hermano Nicolás lo amenazó al igual que mamá, entonces viviría aquí hasta que termine la carrera.

Ahí sentada en la habitación me quedé observando el lugar: las paredes pintadas de un gris oscuro, una lámpara de luz tenue y blanca, la enorme cama con sábanas negras y estrellas azules, un escritorio marrón oscuro con libros de medicina, cuadernos y lapices encima, la tesis me tenía mal, también habían manchas de pintura y libros de Edgar Allan Poe y Julio Verne, que curioso, al lado de mi cama había una mesita de noche con mis anteojos encima y un reloj antiguo, el closet quedaba de fondo junto a una mesedora y uno que otro póster de Elisabeth Kübler, El Resplandor y la naranja mecánica, las ventanas cerradas y cubiertas por cortinas azul oscuro.

Me gustaba mucho mi habitación tan a mi manera.

Pensaba en Padme y su ingreso al mundo peligroso y arriesgado de los novenos, Padme era una vieja amiga de la infancia, una muy... Muy pero muy cercana, bastante.

No quería que le hicieran daño y Damián parecía tener otras intenciones.

Me quedé ahí analizando la situación, la manada y todo eso, ¿cuánto tiempo llevaba ahí?  Jamás la había visto, aunque tampoco iba mucho a la cabaña que digamos, estaba muy ocupada en otras cosas y prefería cazar y tomar ambrosía por mi cuenta, jamás fui de manada, únicamente mi hermano y más nada.

Pensé en ese rubio, su mirada grisasea y divertida con mi confusión.

Tenía mucho tiempo sin tener algo con alguien, la última vez no termino tan bien y yo no tenía tiempo para nada de eso así que da igual.

Solo tenía muchas preguntas, ¿Cuando se enteró Padme de todo? Diría que hace mucho, tuvo un cambio drástico desde hace mucho, ¿qué ocurrió con Eris y Alicia? ¿Estuvieron involucradas? No fui a la cacería de ese año, fui invitada a la mansión pero no quise ir porque según tenía influenza (tenía sueño) y yo misma tuve mi propia cacería con tres deliciosas presas, lleve mi justificativo y no se me comentó nada de lo que ocurrió pero si me enteré que algo muy malo paso y Nicolás estuvo involucrado pero jamás quiso contarme.

Escuché el toc toc de la puerta, el distintivo toc toc toc toc toc.

—Pasa—ordene dando vueltas en mi silla mientras jugaba con mi navaja

—Hola, hermanita.

Gallowdance [Poe Verne × tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora