Soluciones.

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- No estamos aquí gracias a ustedes, que no fueron capaces de darme ninguna buena idea, tuve que humillarme y pedirle consejos a Sigma, aun no puedo creer lo bajo que estoy cayendo con esta situación. ¡Estoy haciéndole caso a Sigma!.- Le reclamaba Fyodor a sus amigos,

Nuevamente llegaba el fin de semana. Durante los días anteriores, el ruso casi no paso en su casa, por insistencia de sus amigos, estuvo un par de días en casa de Alexander y otros días en casa de Iván, todo estuvo tranquilo y pudo dormir bien, casi se le olvida el motivo por el que estaba de allegado en la casa de sus compañeros, hasta que el día viernes decidieron volver a dormir en la casa de Fyodor. Y si lograron dormir bien, despertaron un par de veces en la noche, revisaron que todo estuviera en orden y nada malo ocurrió.

El sábado por la mañana hasta se atrevieron a bromear con la situación ocurrida los días anteriores, y ya más tranquilos y confiados pasaron un buen día.

Y Nikolai, bueno el paso la mayor parte de esas noches en el bolso de Fyodor así que no pudo hacer mucho, nuevamente intento gritar, pero nadie le escucho, con el pasar de los días se volvió un experto en abrir y cerrar el bolso de su compañero, lo malo es que solo logro hacerlo a la perfección el día sábado y al lograr sacar su cabeza busco de inmediato a Dostoyevski con la mirada. Se arrastró como pudo, subió a la cama y le dio un gran abrazo a su amor platónico, lo había extrañado tanto, en casa de sus compañeros el ruso no lo saco, no le hablo y Nikolai sentía que si no tenía contacto con el pelinegro moriría de pena. Así se quedó unos momentos disfrutando del contacto físico.

En la madrugada empezó el escandalo al despertar el grupo de Fyodor no lograba explicarse como nuevamente el payasito que estaba en la mochila logro llegar a la cama del peli negro.

Es así como Fyodor recordó el consejo de Sigma y allí estaban los tres más un Nikolai de trapo en frente de un templo buscando alguna manera de limpiar la casa, porque ya había quedado claro, el muñequito no tenía nada que ver con lo que ocurría, ¿de moverse porque no lo haría en las otras casas?. Fue el razonamiento que uso Dostoyevski, para librar de cualquier culpa a su pequeño amigo de trapo. Claro Nikolai trato de reclamar y de auto echarse la responsabilidad, lo cual no funciono, ahora las teorías que tenían mayor fuerza eran:

1. La casa está cargada por malas energías.

2. Un grupo de duendes despistados se está quedando en casa de Fyodor.

3. Un fantasma anda rondando el lugar.

4. La casa fue construida bajo un cementerio y solo ahora a los muertos se les ocurrió reclamar su terreno.

5. Alguien le hizo un mal de ojo a Dostoyevski.

Quizás no eran los mejores razonamientos y el peli negro sentía que estaba haciendo el ridículo, pero aquí estaba decidió a pedir algún tipo de protección para él y su hogar.

- Espérenme aquí, voy a hablar con el sacerdote.- Dejo sus cosas a cargo de sus amigos y entro a explicar la situación.

En cuanto Fyodor se alejó Pushkin abrió el bolso y tomo a Nikolai afirmando sus brazos en la espalda como si fuera un criminal.

- ¿Qué haces?, no juegas con el muñeco.- Lo reprendió Iván.

- Iván en todas las películas de terror que he visto los sucesos paranormales empiezan a ocurrir cuando llega algo diferente a la casa y lo único que ha llegado a la casa de Fyodor es este muñeco. Además en todas las películas el muñeco es el malo. Solo mírale el rostro, esa carita sonriente es muy sospechosa, algo oculta.-

Intercambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora