Los tres se quedaron en silencio, sin saber qué hacer, a Fyodor no se le ocurría que decir para proteger a su muñequito. Esperen, ¿realmente estaba tratando de pensar de qué manera excusar a un juguete de trapo?. Definitivamente Alexander lo estaba atontando con sus raras sospechas.
- ¿Y qué hacemos?.- Pregunto Iván, no sabía que más decir.
- Lo que sea que hagamos, ¿podríamos discutirlo en otro cuarto?.-
- Bien comamos algo mientras pensamos.- Índico el dueño de casa, dirigiéndose hacia la cocina.
- ¡Fyodor no traigas a ese demonio de trapo contigo!.-
Solo cuando Alexander grito Fyodor se dio cuenta que como todas las mañanas llevaba a Kolya en sus brazos. Sonrió algo apenado, lo iba a dejar sobre la cama, pero antes de hacerlo sacudió su cabeza molesto.- ¡Oigan todo esto es una gran estupidez, no sé qué está pasando!, lo único que sé es que mi payasito no tiene nada que ver, es solo un bonito adorno inanimado que me gusta mucho.-
- Bien si crees eso, entonces que lo demuestre.- Dijo de forma retadora Alexander mientras se mantenía detrás de Iván.
- ¿Cómo va a demostrar algo así, es un pedazo de trapo?.- Dostoyevski pregunto ya molesto de toda esta situación.
Mientras discutían la culpabilidad o inocencia de Nikolai, Iván saco dos hojas de su cuaderno y escribió. – Listo con esto, podemos comprobarlo. Fyodor dile a tu payasito que le vamos a hacer una pregunta, si la respuesta es sí que se acerque a la hoja que dice si y si es negativa a la hoja que dice no.-
- ¿De verdad vamos a hacer esta tontería?, no se puede mover, como va acercarse a cualquiera de las dos hojas.-
- Si no quieres, es porque lo estas encubriendo.-
- Te lo advierto Alexander, sigue fastidiándolo y te vas.-
- Oye desde ayer en la noche que quiero irme de tu casa.-
- ¿Bueno lo intentamos o no?.- Interrumpió Iván a sus compañeros.
- Está bien, Kolya, escucha, si puedes moverte lánzate hacia la hoja que dice si.-
- -Oye si puede moverse eso está claro, pregúntale si es malvado o no, o pregúntale si quiere matarnos.- Le reclamo Alexander.
- Pushkin si quiere matarte o es malvado no te lo va a decir.- Contesto con obviedad Goncharov.
- Ya le hice la pregunta. Si te puedes mover ve a la hoja que dice si.- Dejo a su muñequito en el suelo, a cada lado tenía una hoja con la palabra si y otra con la palabra no. Los tres se subieron arriba de la cama y se quedaron sentados esperando.
Este era el gran momento de Nikolai, lo que había esperado durante todos estos días, podría lograr algún tipo de comunicación y luego entre todos lograr encontrar alguna solución a su terrible problema. Por fin la suerte lo estaba favoreciendo, solo era cuestión de concentrarse y demostrar que no era el simple adorno tierno que Fyodor estaba llevando a todos lados, era un ser humano hechizado que necesitaba urgentemente volver a la normalidad o iba a terminar enloqueciendo.
- ¿Cuánto tenemos que esperar?.- Iván ya estaba aburrido de mirar casi sin pestañear al muñeco de trapo, esperando ver algún movimiento o reacción de este.
- ¿No lo sé?, Pushkin, tu eres el experto, ¿a qué hora se supone que se mueve mi simpático payasito?.- Hablo de forma burlesca Dostoyevski.
- ¿Quizás es tímido, y no quiere moverse mientras lo miramos?.- Alexander dijo lo primero que se le ocurrió.
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Intercambio.
FanfictionDespués de fastidiar a un brujo, Nikolai Gogol se ve envuelto en una incomoda situación, donde solo su amor verdadero podrá ayudarlo. Los personajes no me pertenecen. Se prohíbe cualquier tipo de copia o plagio de la historia.