Certezas.

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- Fyodor te ves terrible, ¿Qué paso?.- Pregunto Iván al ver entrar a su compañero al salón de clases con cara de zombi andante, arrastrándose a su asiento, o mejor dicho tirándose sobre su asiento.

- Digamos que no me dejaron dormir.- Respondió mirando con molestia a Nikolai que estaba sobre su mesa con su mejor carita de inocente. El ruso procedió a contarles a sus amigos lo que vivió el fin de semana.

- ¿Estás seguro Fyodor?.-

- Si Iván, eran como lloriqueos y gritos, era un ruido insoportable. Les juro que no lo soñé. La primera noche revise toda la casa pero no había nada extraño y luego las noches siguientes los ruidos continuaron, ya no eran lloriqueos ahora eran insultos y creo que hasta escuche que alguien cantaba, ¿pueden creerme?. - Fyodor estaba recostado en su puesto, intentando mantenerse despierto.

- Yo te creo Fyodor. De seguro en tu casa está ocurriendo algún fenómeno paranormal.-

- Pushkin, no es momento para tus chistes. ¿Iván crees que alguien haya tratado de entrar a mi casa, o la esté vigilando?.- Necesitaba un consejo de alguien un poquito más cuerdo que Alexander.

- No lo creo. No hubieran hecho tanto ruido, hubieran entrado de forma silenciosa.-

- Quizás tengas razón. Si lo hubieran oído, me asusté mucho la primera noche, eran como lamentos y lloriqueos, me pase toda la noche despierto.-

- ¿Lamentos de ultratumba?.-

- No Pushkin, esas cosas no existen.-

- Igual queda la duda, ¿Quizás alguien se enteró de lo de tu casa y bueno tu sabes?.- Indago Iván de la forma más delicada que podía, no quería incomodar a su amigo pero le preocupaba que pudiera pasarle algo. Fyodor lo miro incorporándose de inmediato.

- ¡He sido muy cuidadoso. Preferiría que fuera un fantasma!.-

- No puedes descartar nada. Si alguien está rondando tu casa tienes que hacer algo.-

- Tienes razón Iván. ¿Oigan podrían quedarse a dormir en mi casa hoy?, siento que si no duermo bien esta noche no seré capaz de levantarme mañana.- Pregunto con su mejor carita de ayúdenme soy buena persona.

- ¡Claro que no!, ¿en tu casa están penando y quieres que nos quedemos?.-

- Claro que si Fyodor, nosotros te acompañamos.- Era bueno contar con Iván que siempre lo apoyaba y Alexander, bueno él iba a terminar siguiéndolos de todas formas.

Ya en la noche el grupo se acomodó en la pieza de Fyodor. Sus dos amigos estaban desparramados en el suelo.

- Buenas noches a todos.-

Mientras todos dormían Nikolai estaba muy inquieto, había escuchado la charla que tuvieron en la escuela. Fyodor o al parecer su subconsciente lo escucho lloriquear, cantar e insultarlo, no se sentía orgulloso de lo último, pero los días anteriores llego a pensar lo peor de su compañero. Ahora se sentía más tranquilo lo que había descubierto era bueno, era muy bueno, su compañero no lo estaba ignorando o negándole ayuda, solo no lo escuchaba bien. No quería asustarlo, pero necesitaba hablarle desde más cerca, si lograba acercarse y hablarle mientras dormía quizás Dostoyevski entendería que ocurría.

Empezó a concentrarse nuevamente, - vamos ahora sí, es ahora o nunca muévete, Nikolai muévete, vamos, vamos, vamos.- Y lo logró, la automotivación funcionó. Bueno si a lograrlo se puede decir que perdiera el equilibrio y cayera de cara sobre la cabeza de Pushkin.

Intercambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora