Intercambio.

Nikolai

Nikolai fue el primero en despertar, estaba muy ansioso, el fin de semana Fyodor lo paso muy tranquilo, pero Gogol estuvo todos los días inquieto, las palabras de Sigma anunciando como una mala premonición que Nikolai volvería, no lo dejaba tranquilo.

Espero de forma paciente que Fyodor despertara se alistara, lo guardara en su bolso y fueran a clases.

Fyodor estaba sentado junto a sus compañeros conversando de cualquier cosa mientras esperaban al maestro, Nikolai de forma discreta estaba sentado en la mesa de su compañero, teniendo una buena vista de los estudiantes que entraban, hace poco había visto a Sigma llegar saludar a Fyodor y dirigirse a su puesto, por un momento pensó que el haber escuchado a Sigma decir que hablo con él y que volvía esta semana había sido producto de su imaginación, se estaba auto convenciendo de eso cuando lo vio, o mejor dicho se vio, era él, no lo podía creer era su cabello sus ojos su estatura, era él, se vio a si mismo entrando al salón de forma despreocupada como siempre, sentarse al lado de Sigma y escuchar como el bicolor le reclamaba el no haber respondido sus llamadas o mensajes, indicándole que si no fuera por su madre se hubiera asustado.

De forma exagerada Nikolai le explicaba:

- De verdad lo siento, pero me tenían castigado, mi madre no me dejaba usar el celular, ¡fue terrible!.- Contesto con todo el dramatismo que le caracterizaba.

- ¿Por tanto tiempo?.- Pregunto Sigma.

- Si, fue terrible Sigma, se me ocurrió acortar camino para regresar a casa, por el callejón de los brujos, un extraño anciano me ataco, me golpeo con fuerza la cabeza, cuando logre recobrar la conciencia, llegue a casa, lo primero que hicieron fue llevarme a urgencias, tuve que estar en reposo un par de días y en observación, debido al golpe que me di en la cabeza, mis padres tenían miedo que quedara con secuelas. ¡Ah no sabes las cosas raras que soñé!, ¿te has imaginado alguna vez como si fueras un juguete de trapo?, pues te diré que tuve muchos y diversos sueños de ese tipo, vayas aventuras que viví siendo de algodón y obviamente cuando se aseguraron que no quedaría con ninguna secuela estuve castigado sin poder usar redes sociales o mi celular por estarme paseando por un callejón de dudosa reputación. Así que allí estaba haciendo reposo sin enterarme de nada de lo que ocurría en el mundo, ¡totalmente incomunicado!, y ahora que me dieron el alta, aquí estoy intentando ponerme al día de todo lo que ha ocurrido.- Le contaba a Sigma moviendo de forma exagerada sus manos, dándole todo el dramatismo que podía.

- Todos saben que ese callejón es peligroso, te he dicho muchas veces que no cruces por ese lugar.- Lo reprendió Sigma.

- Lo sé, después de lo que me paso no pienso volver a entrar a ese sitio, es cierto cuando dicen que uno no sabe con quién o con que se puede encontrar.-

El Nikolai de trapo casi se cae de espaldas al escuchar al otro Nikolai, ¿fue imaginación suya o cuando dijo lo último volteo a mirarlo directamente a él, o miro a Fyodor?. Sigma y Nikolai interrumpieron su plática cuando el maestro llego y empezaron las clases, pero nuestro pequeño protagonista no dejo de observar al otro Nikolai, era como verse a sí mismo, las mismas tonterías que hacía en clases, sus mismas payasadas, al tocar el momento del descanso lo observo alejarse con Sigma que lo estaba poniendo al día en todas las materias y contándole los últimos chismes del lugar.

Como si Fyodor intuyera que su payasito estaba observando algo no lo guardo en su bolso lo llevo entre su brazo. De esa forma Nikolai pudo vigilar a su otro yo. ¿O al verdadero Nikolai?, ya no entendía que ocurría.

Estuvo todo el día atontado, sin entender que pasaba, él era Nikolai, se sentía como Nikolai, pero ese otro, ese otro Nikolai era, era él, era igual a él se comportaba igual y... y... tenía su pequeña mente echa todo un lio. No sabía si para mejor o peor, Sigma le pregunto al maestro si Nikolai podía estar en el trabajo de historia con ellos. Fyodor no estaba muy contento con esa decisión, Nikolai estaba llegando cuando casi tenían todo listo, pero no podía hacer nada cuando el mismo maestro considero que era una buena idea.