●Al rato dejó de llover, y por la ironía de la vida salió un arcoiris.
Dirán, ¿Un arcoiris nocturno? ¿Existen?
Y les responderé, Sí, existen.
Me lo quedé mirando por un largo rato, y luego al notar unas luces extrañas al fondo fui corriendo a la profesora a decirle.
La lancha había llegado
Nos subimos, congelados, y dimos marcha a la bahia.
Me senté al lado de Sam, y ella recostó su cabeza en mi hombro. Luego yo recosté mi cabeza sobre la suya, y nos quedamos dormidas.
Luego de un rato sentí un toque en el hombroy desperté
Sam me siguió y bostezó.
Miré a mi lado y ví a Dustin mirandome impasible, con ganas de hablar, pero con los labios sellados
-Ya, eh...- se quedó sin palabras y se rascó la nuca-, ya casi llegamos- dijo finalmente.
Miré al frente donde se divisaba la costa y afirmé con la cabeza, sin mirarlo.
Puso una mano en mi hombro y luego se fue
Suspiré y cerré los ojos.
Le estoy haciendo daño, más daño del que me hacían en la escuela.
Hice una mueca y abrí los ojos.
El cielo seguia de un azul claro para ya ser las siete y media de la noche.
Las estrellas titilaban, como pequeñas luciérnagas perdidas en la oscuridad.
Y la luna, resplandeciendo contra el mar azul, las suaves ondas del agua la reflejaban. Tenía la forma de la sonrisa del gato de Alicia en el País de las Maravillas.
Miré a la orilla, un pequeño bosque extendiendose por la playa, con la oscuridad consumiendolo por dentro.
Sin darme cuenta, el barco ya estaba parqueando en la orilla.
Me bajé y me quité el chaleco.
Varios chicos de otros barcos que habian llegado hace 6 horas corrieron a recibir a sus parejas o a sus amigos.
Hasta David llegó corriendo y se nos acercó preocupado por la noticia de las altas mareas.
También nos mencionó que ibamos a recoger las carpas ya que consiguieron un hotel cercano en el cual las personas se quedarían
Luego de un rato me separé para no hacer de mal tercio, y me dirigí a las carpas que quedaban
Entré a la mía, y cogí mis cosas.
Salí y justo me encontré a Dustin.
Suspiré y volví a entrar para dejarlo pasar.
Al entrar cerró la cremallera y lo miré confuso.
-¿Podemos hablar?- preguntó seriamente
-Como quieras- dije
-¿Qué es lo que te sucede?- preguntó mientras guarda sus cosas
-¿Qué es lo que me sucede de qué?- pregunto
Él suspira y cogió su maleta
-No te hagas la que no sabe- abrió la cremallera y salió-. Sal o guardaré esto contigo adentro.
Salí rápidamente y me incorporé.
-No sé por qué hice eso...
-¿Vas a dejar de decir eso?- preguntó quitándole las varas a la carpa-.
-¿Por qué te tenias que poner encima mio?
Se quedó callado un rato
Luego me miró y sonrió
-"Me pusiste nervioso"- dice con un tono agudo
Suelto las varas de la carpa y las dejo caer al piso.
Dustin me mira enarcando las cejas, y acto seguido me volteo y camino a la punta de la colina, donde el mar choca contra las piedras.
No escucho pasos, así que Dustin no me sigue, o eso creía
Siento unas manos en mis caderas y las quito de una.
-¿Qué sucede?- dice Dustin riendo
-No tienes que ser así- respondo y miro al cielo.
Aún está el arco iris nocturno, y el cielo sigue igual de claro.
-Es un lindo arcoiris- dijo él cambiando de tema
Suspiro y me siento en el cesped; él se sienta al lado mio.
-Supongo- respondo
Por el rabillo del ojo noto que él me mira
-¿Por qué me miras?- digo cerrando los ojos
-Porque eres tan hermosa, inigualable e hipnotizante como uno de esos arcoiris nocturnos- me coge la mano y me tenso
Lo miro a los ojos y él alza otra mano para acariciarme la mejilla.
Cierro los ojos y siento la suavidad de su piel contra la mia.
Luego siento su calor corporal cerca de mí, abri los ojos de repente y me alejo un poco.
-Maddie...- suspira harto-. No seas así
-Y tú ¿Qué?- me incorporo-. No se soluciona nada con besarme, aún estoy molesta contigo
Sonrie y se recuesta sobre sus brazos
Desvio la vista, hago un ruidito de impaciencia y salgo caminando colina abajo a terminar de empacar la carpa.
-¡Maddie, porfavor!- escucho a lo lejos, siento la mirada penetrante de Dustin en mi espalda, pero no me volteo-. ¿Qué te dijeron esas dos chicas de mi? Se que te dijeron algo, ¡Dime!- su voz alzaba de tono, pero yo solo salí corriendo y en modo super velocidad guardé la carpa.
Cogí mi maleta y me dirigí a dejar la carpa en su sitio.
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Llorar no es una Alternativa [University Life]
Random¿Será que los secretos duran? ¿Que el amor se toma en serio? ¿Que las lágrimas se secan? ¿Que... llorar no es una alternativa? Tratando de superar un pequeño incidente de sus 5 años, Maddison Colligan es una chica de 17 años que tendrá que enfrentar...