~13~ Dolor y más dolor

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●Dustin estaba aún en mi habitación, pero estaba recostado sobre la cama.

-¡¿Qué mierdas te pasa?!- me miró confundido-. Sal de la habitación- le señalé la puerta-, ¡Ahora!

-No sin antes decirme cómo sabes eso de Tatiana- se paró de la cama y caminó lentamente hacia mí.

-¡Oh, por favor!- exclamé haciendo una mueca

Cuando estaba a nueve centímetros de mí tuve que inclinar mi cabeza para verlo

Mi cabeza quedó justo unos centímetros bajo su pecho. Parecía que tuviera 14 años al lado de él

-Pareces de 14- me dijo

Ahora te lee la mente •dijo mi subconsciente

-Tengo 17- dije, y me comienzó a doler el cuello, así que bajé la cabeza y miré hacia un lado.

Dustin me agarró la barbilla y me la inclinó para arriba para verlo a los ojos; él se inclinó un poco para quedar de mi estatura

-O me dices, o habrán problemas

-¿Como cuales?- quité su mano de mi barbilla y me alejé un poco de él, pero él se acercó a la misma distancia que separé

-Pues no sé... preguntarles a tus amigos si alguno de ellos fue te dijo...

-Se nota que eres estúpido- dije riendo

Él entornó los ojos

-Si les dices a mis amigos, que también resultan ser tus amigos, estarás contándole el secreto a todos- dije con un pequeña sonrisa

Seguí retrocediendo hasta que con la espalda toqué la pared, el se acercó a mi cerrando la distancia y puso una mano al lado mío en la puerta; lo miré a los ojos

-¿Por qué quieres saberlo?- pregunté-. No me caes tan mal como para decirlo

-Vaya, ¿No te caigo mal? Es una pena- dijo ladeando la cabeza-. Tessa, Tessa, Tess- me miró a los ojos-. Tú y tus preguntas- me tocó la punta de la nariz con la punta del dedo de la mano libre-. Déjame hacer las preguntas ahora-dobló las rodillas para quedar frente a frente- ¿Quién?

-No...

Mi voz fue interrumpida por el sonido de alguien tocándo la puerta

Dustin retrocedió y yo me empiné para mirar por el anillo de la puerta; lo tenían tapado con la mano, qué ingenio

-¿Quién es?- pregunté, miré a Dustin y este permaneció en silencio al lado de la puerta del baño.

-¡Thomas Jefferson! ¿Quién crees?- era Sam-. Déjame entrar, necesito ver que estés bien antes de ir a la siguiente clase.

Miré con los ojos como platos a Dustin y le señalé el baño, él se dirigió a él, no sin antes hacer que la puerta se cerrara de un portazo.

-¿Qué fue eso?- preguntó-. Vamos Maddie, no tendrás ganas de cagar en estos momentos, ¿O si?

-Estoy recogiendo un poco el desorden, ya voy- dije poniendo un canasto lleno de ropa al frente de la puerta del baño

Al situarlo salí corriendo a la puerta y la abrí; una Sam muy preocupada se lanzó a abrazarme

La recibí en mis brazos y reí mientras ella me apretaba; ya no sentía dolor en la espalda.

-¿Quién es ese tal Eric y por qué es así contigo?- preguntó una vez nos soltamos

Cerré la puerta y alcé una ceja ante la pregunta

-En mi anterior colegio era muy marginada... lo cual era lo que quería hacer aqui pero los encontré a ustedes y es un sentimiento muy genial, pero bueno, era tan marginada que los chicos me tomaban como un blanco demasiado fácil- tomé aire y me senté en la cama; Sam se sentó en la silla del escritorio-. Un día Eric se acercó y comenzó a gritar que dejaran de molestarme... ya sabrás cuales eran sus intenciones.

Llorar no es una Alternativa [University Life]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora