~16~ Creo que puedo confiar en tí

196 12 4
                                    

Narra Dustin

Pasé dos semanas sin hablar con Maddie, la veía pasar por el pasillo a su habitación y cerrarla.

Me la pasaba en los descansos con Tatiana y los chicos populares.

Sí, la había perdonado, en verdad la amaba.

Y veía al grupo de Maddie reir y juquetear.

Extrañaba esos tiempos.

Nos avisaron en una clase que habría una salida a ver arrecifes de coral al otro día por la pérdida de aquella flora marina.

Clases un sábado, lo último que tenia en mi agenda.

Cuando salí de la última clase me encontré a Eric saludando a Tatiana, pero no le dí importancia, solo pasé al frente de ellos y los saludé normalmente.

Llegué a mi habitación y como no tenía nada más que hacer, me puse a repasar acordes.

[...]

Ya me aburría saber que mis amigos no me llamaban

Solo una idea rondaba por mi mente: hablar con Maddie, ayudarla sobre lo que me había contado... y había escuchado.

La había visto camino a cambio de clases mientras estaba en clase con la profesora de pintura.

Nada más

"Está en su habitación-pensé-. A diez puertas de mi"

Me puse las manos en la cara, no podia pensar en ella.

Yo era fuego abrasador, y ella era fina seda.

Me hacía sentir extraño.

Era tan encantadora, y animada como los primeros días que la ví; es valiente y defensiva, sin temor a enfrentarse a la peor persona; y esos ojos, que hacen que le digas tus más grandes secretos...

Gruñí

-No quiero pensar en ella-dije-.No quiero pensar en ella-repetí esa frase por 10 veces, pero nada funcionaba, solo podia pensar en ella.

-¡Rayos!- exclamé

No se me iría este estrés si no hablaba con ella.

Narra Maddie

●El timbre sonó al tiempo que terminaba el trabajo de clase.

La señorita Parks, de pintura, colgó mi trabajo para que secara, y al final me felicitó.

Salí del salón al tiempo que veía a Tatiana y a Eric caminar por el pasillo riendo a carcajadas.

Aún la seguía viendo con Dustin, y de vez en cuando notaba a este saludar a Eric.

Hace mucho que no hablaba con él.

De seguro su bipolaridad lo hizo cambiar otra vez.

Solo nuestras miradas se encontraban en alguna que otra clase y descanso... pero no me hablaba, y queria hablar con él.

Recuerdo que hace unos días al salir de mi habitación lo había visto doblar la esquina con una guitarra. Yo me volteé de prisa y simplemente caminé. 

Caminado de espaldas a él, me habia quedado preguntandome por un pedazo de segundo "¿Por qué no me atreví a hablar con él?".

Y habia llegado a la conclusión de que no quiero que me cambie la razón con las idioteces que hace.

Alejé esos pensamientos mientras seguía caminando fuera del edificio y salía al aire libre.

Ya en la plaza busqué a Sam y a los otros, pero no los ví. Decidí ir a la tienda, la cual quedaba entre el Centro Cultural y el Edifico Central.

Llorar no es una Alternativa [University Life]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora