• 𝘐𝘯 𝘋𝘦𝘣𝘵 • 𝘒𝘢𝘳𝘭𝘕𝘢𝘱𝘐𝘵𝘺

𝑁𝑒𝑒𝑑 𝑜𝑓 𝑎𝑓𝑓𝑒𝑐𝑡𝑖𝑜𝑛

Todo estaba oscuro, no podía escuchar nada, era como si estuviera bajo el agua, intentó abrir los ojos pero estaban demasiado pesados, trató de moverse pero sus extremidades le fallaban.

¿Qué estaba haciendo ahí?

¿Debería volver a casa?

...

¿Siquiera tenía dónde volver?

...

Quizá sea mejor dormir otro poco, seguir el ejemplo de su hermano.

...

Hermano...

...

¿Cuál era su nombre?

...

Si tenía un hermano, ¿También tenía un padre?

...

Había algo suave.

Algo debajo de su espalda, apenas lo notó.

Lo que escuchaba no era el agua, ¿Eran voces?

Eran dos... bueno, ahora solo una.

Su mano izquierda picaba, había algo filoso haciendo un poco de presión sobre su dorso, abrió un poco los ojos, aún le costaba pero ya no tanto, el lugar era gris ahora...

Detestaba el gris.

Un color que no era ni bueno ni malo, no era tranquilizante o peligroso, simplemente existía.

Si le preguntaban a muchos, ¿Cuál era el color del vacío?, varios dirían blanco o negro, pero el respondería gris.

Gris...

¿O quizá era plateado?

...

Qué aburrimiento, quizá vuelva a dormir.

[...]

Dos días.

Puffy había llegado ahí hace dos días.

La de cabellos platinados no se había despegado del delgado chico que aún seguía durmiendo en aquella cama.

Uno de los trabajadores de Quackity les llevaba comida algunas veces al día, ¿Cuál era su nombre?, quizá debió prestar más atención a quienes entraban en la habitación.

Durante ese tiempo durmió en el suelo, bueno, recargada en la cama, pero prácticamente en el suelo, tenía miedo de dejarlo solo.

Su espalda dolía demasiado al igual que sus piernas y cabeza, pero no iba a dejarlo hasta que despertara.

- Karl... - Murmuró débilmente, mirando al chico inconsciente, suspiró y mordió levemente el interior de su labio, continuando una vez que pudo deshacerse del nudo en su garganta.

- No estoy segura si puedes escucharme, me das señales confusas... - Dejó de mirarlo y se sentó de nuevo en el suelo, recargando su espalda contra el marco de la cama.

- ¿Despertarás pronto?, en serio, ansío verte... mi niño... - Estaba al borde de las lágrimas, abrazó sus piernas y recargó su barbilla sobre sus rodillas, mirando la pared grisácea de la habitación, hizo una mueca, no era muy fan de ese color.

- ...e... - Tan débil y suave que casi no lo distinguió, pensó que era una alucinación suya pero al sentir un movimiento detrás de su espalda se dió la vuelta y encontró al castaño con los ojos apenas abiertos, mirando al techo.