Cuídame

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La alarma de Carlos sonó, despertó confundido y algo adolorido por la posición en la que estaba, tomó su teléfono para apagar la alarma y al verlo saltó del sofá alarmado, se había quedado dormidos en el sofá y era lunes, debía apurarse o si no llegarían tarde.

Despertó a la pequeña y la mandó aún medio dormida a ducharse y arreglarse, mientras tanto el preparó el desayuno y un almuerzo para la pequeña más rápido que nunca, cuando estaba poniendo el plato de la niña en la mesa, ella bajó con el cabello aún mojado y el uniforme desarreglado tallándose los ojos.

La sentó en la mesa y mientras ella desayunaba, él le arregló el cabello en una simple coleta que quedó con algunos mechones fuera. Corrió a su habitación para al menos cambiarse la ropa, se puso lo primero que encontró y se echó un poco de desodorante pues no le daría tiempo de darse un baño, bajo corriendo y tomó las cosas de la chiquilla que apenas terminaba de desayunar, le escribió una nota rápida a Charles y salieron con prisas de la casa.

Una hora después de que ellos se fueron, el omega despertó y salió de su habitación con sumo cuidado. Bajó las escaleras y encontró la sala vacía con cosas tiradas por todos lados, un delicioso aroma a comida le llamó la atención así que se adentró a la cocina, ahí encontró una sartén con huevos y jamón y al lado la tostadora con dos rebanadas de pan, también había una nota pegada al mango del sartén, Charles la tomó y leyó.

"Buenos días, espero que veas esto, en el sartén hay desayuno para ti, no te preocupes no tiene nada extraño es lo mismo que comimos Ela y yo, lamento el desorden que dejamos, después lo limpiaré, volveremos hasta la noche así que puedes tomar lo que quieras de la cocina para comer. En cuanto puedas, toma un baño y cambia tus vendajes, no olvides limpiar las heridas con antiséptico, todo lo que necesitas está en el baño y en la cajonera hay un poco de rора" -Carlos <3

Charles terminó de leer la nota y la dejó a un lado observando el sartén con el desayuno, aún no confiaba completamente en el alfa, y era entendible sus traumas y secuelas no desaparecerían de la noche a la mañana. Olfateó un poco la comida y después se sirvió un poco en un plato junto a las tostadas. Devoró toda la comida y terminó acabándose todo lo que había en el sartén. Cuando terminó limpió su plato en el fregadero y lo dejó de nuevo en su lugar.

Salió de la cocina y observó la sala pensó en recoger las cosas, pero descartó de inmediato la idea, no era su casa y además el alfa le había dicho que lo limpiaría el mismo.

Volvió a subir a la habitación que ahora era suya y se metió al baño, se daría un baño como le habían dicho. Se quitó la delgada bata de hospital que lo cubría y se observó frente al espejo. Repasó todas sus cicatrices y heridas con la mirada pasando su mano por encima de algunas, sintió asco de sí mismo, se sentía usado y sucio, odiaba no haber podido hacer nada para evitar lo que le pasó y se odiaba a si mismo por no intentar más.

Finalmente, su mirada cayó en su cuello, más específicamente en la rosada y redonda marca que éste poseía, la acarició con sus dedos sintiendo un leve cosquilleo y luego hizo una mueca frente al espejo, extrañamente esa era la marca que menos le desagradaba, pero la que más le asustaba.

Abrió la llave del agua esperando a que se llenará la tina y se despojo de la última prenda que le quedaba, la guardó junto a la bata en una canasta que había junto al lavabo y volvió a la tina. Una vez estuvo llena se adentró lentamente en ella y dentro del agua pudo al fin relajarse, sentir el agua tibia cubrir su cuerpo calmó todas sus preocupaciones y dolores y le permitió pensar con más claridad.

Mientras enjabonaba su cuerpo y cabello se puso a pensar en lo que haría, lo había decidido la noche anterior. Se quedaría por el momento, a pesar de todo el alfa no parecía querer hacerle daño, además la marca en su cuello lo unía a él, esperaría al menos a que sus heridas sanaran y después buscaría como volver a tener una vida.