10

2.5K 319 41
                                    

Carlos miró el reloj del local por tercera vez en el día, lo habían llamado del Hospital para decirle que Charles sería dado de alta a las cuatro y aún faltaba una hora y media para eso pero el seguía mirando el reloj todo el tiempo como el alfa nervioso que era.

"Si sigues mirando ese reloj se va a caer".

"Perdón estoy nervioso, me dijeron que Charles sale a las 4".

"Ya sé Carlos, me lo dijiste como 18 veces, no le va a pasar nada y el tiempo no va a pasar más rápido porque mires el reloj todo el tiempo alfa nervioso".

Carlos suspiró y mordió su labio mirando una última vez al reloj, después pasó su visita hacia su cachorra que jugaba alegremente con Yuki.

Estaba sentada en el mostrados al lado de la caja registradora y saludaba a cada persona que entraba. Los clientes la adoran y se alegran mucho cada vez que la ven, es una niña adorable.

El alfa se acercó hasta ella y besó su mejilla. "¿Cómo estás El's?, ¿aún no te aburres?"

"Nop, hoy no, tío Yuki es muy divertido".

"Que bueno princesa, si necesitas algo dímelo".

"Papi..."

"Dime preciosa".

"¿Podemos hacerle un pastel a Char? Para que se sienta mejor cuando salga".

Carlos sonrió enormemente. "Claro que podemos bebé, esa es una gran idea".

La pequeña aplaudió sonriente y estiró los brazos hacia su padre para ser levantada. Carlos la cargó feliz y le llenó la cara de besos.

"Papá yaaaa, me haces cosquillas", la pequeña reía y Yuki los observaba sonriente.

"Corre alfa, vayan a hacer su pastel o no lo tendrán listo a tiempo", el omega palmeó el hombro de Carlos y lo empujó hacia la cocina.

El resto de la hora Carlos la ocupó haciendo un pastel para Charles con la ayuda de Elara.

Cuando terminaron de decorarlo Carlos lo puso en una de las cajas del restaurante y chocó los cinco con su niña. Luego de una exitosa hora sin haberlo hecho miró el reloj y se dió cuenta que que faltaban solo 20 minutos para que Charles saliera.

Tomó la caja del pastel y la puso junto a sus otras cosas. Comenzó a recoger los juguetes y crayones que la cachorra había dejado regados por todo el local y después llenó los mostradores y refrigeradores para dejarle el menor trabajo posible a Yuki.

Guardó sus cosas en el auto con cuidado y entró para despedirse de su amigo con un abrazo.

"Muchas gracias Yuki, eres el mejor".

"Ya lo sé bobo, cuídate y cuida bien a ese omega, mañana pasaré a tu casa por el medio día".

"Está bien, te esperaré con comida como siempre", ambos rieron y se separaron del abrazo, esta vez fué turno de Elara para abrazar a su queridísimo tío.

"¡Adiós Tío! Gracias por jugar conmigo", Yuki acarició el cabello de la pequeña sonriendo.

"No fué nada cariño, puedes venir cuando quieras, y mañana iré a tu casa un rato, puedo quedarme a jugar si quieres".

"¡Sí!", la niña dio pequeños saltitos y finalmente le dió un beso en la mejilla a Yuki para irse.

Carlos subió al auto con su cachorra en el asiento trasero y condujo hacia el hospital. La niña quiso poner música y él no le puso peros, ahora Taylor Swift resonaba en el auto.

Al llegar al hospital, Carlos bajó la maleta con la ropa para Charles y caminó hacia la entrada con Ela colgada de su brazo.

Al entrar fué directo a la recepción para darle sus datos a la enfermera y pedir que le llevaran su ropa a Charles. Le pidieron que lo esperará en la sala de espera y así lo hizo.

CuídameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora