Cuídame

26

Las risas en el piso de abajo despertaron a Charles, la noche anterior la había pasado pésimo y apenas consiguió dormir alrededor de las 6 am. Se levantó de la cama y observó el reloj en la pared, era mediodía casi la una de la tarde, fabuloso ya había perdido la mitad de un día durmiendo.

Acomodó algunas sábanas de su nido y bajó a la sala siguiendo el sonido de las escandalosas risas de Elara. Cuando llegó abajo, encontró a la pequeña sentada en el suelo con un marcador en la mano riendo a carcajadas, a su lado estaba Carlos acostado sobre el sofá, sin camiseta, tenía el rostro tapado con ambas manos y también reía.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Charles al ver a sus dos amores tan felices. Caminó hasta estar junto a ellos y se hincó frente a la cachorra sin dejar de sonreír.

"Buenos días a ustedes dos".

Elara detuvo su risa un momento, sonriendo y con la respiración agitada, estiró sus brazos hacia el omega y lo abrazó por el cuello con cuidado de no mancharlo con el marcador. "Buenos días mami".

"Buenos días Char", Carlos descubrió su cara y se giró a verlos.

"Parece que alguien se está divirtiendo mucho por aquí", Charles se acomodó en el suelo dejando a Elara sobre su regazo y recargó la barbilla en su hombro para verlos a ambos.

"Le estoy dibujando dinosaurios a papi y después él va a ir con tío Pierre para que se los tatúe".

"Eso suena genial".

"¡Lo es! Pero papá se movió y ahora el ojo del dinosaurio es una línea y se sale de su cabeza", Ela hizo un puchero de reclamo hacia su padre.

Charles posó su mirada sobre el dinosaurio dibujado e un costado del abdomen de Carlos y no pudo evitar reírse al ver la extraña línea que le atravesaba la cabeza al animal.

"¡No es gracioso Mami! Papi arruinó mi obra de arte", dijo habiendo un puchero.

"Todo está bien cariño, se puede borrar con alcohol y un poco de algodón, te ayudaré después. Mientras puedes terminar de hacer tu magnífico dibujo", él omega alentó a la pequeña a seguir.

"Bien, pero solo por eso ahora debes dejarme hacer 2 dinosaurios".

"Está bien peque puedes hacer dos, prometo no moverme esta vez".

"Claro que no te vas a mover, si lo haces mami ya no te va a dar besos, ¿verdad?",  Ela se giró hacia Charles con una gran sonrisa de complicidad.

El castaño le devolvió la sonrisa y miró a Carlos. "Es verdad, no arruines más el arte de mi niña".

Desde la primera vez que Charles besó a Carlos, ambos se habían vuelto adictos a los besos, sobretodo el alfa que llegaba a hacerle pucheritos a Charles para que lo besara y por supuesto el castaño no se lo iba a negar.

Elara los vió besándose una de esas veces pero no pareció tener mayor problema con ello, incluso se veía más feliz que Papi y Mami se vieran como una pareja.

"Eso no me parece nada justo".

"No es tan difícil alfa, solo no te muevas", Charles tomó la mano de Carlos y besó sus nudillos sacándole una sonrisa.

"Bien, supongo que puedo quedarme quieto unos minutos".

"Gracias alfa que amable, ¿qué desayunaron?"

"Cereal con leche, no teníamos ganas de hacer algo grande..."

"Genial, creo que ya no es hora de comer cereal así que ¿Qué vamos a comer?"

"Ela quiere que haga comida Italiana, así que supongo que eso..."

"Uhhh eso suena bien".

"Papi hace la mejor comida italiana", El's habló sin dejar de ver su dibujo.