9| Te cruzaste en mi camino

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La vida no es para nada simple, y el que lo diga, es porque en realidad no ha vivido de verdad

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La vida no es para nada simple, y el que lo diga, es porque en realidad no ha vivido de verdad. O tiene privilegios que nadie más tiene, o tal vez tenga demasiado dinero, o tal vez tenga una familia funcional. En todo caso, mi vida, no es simple. Y es que las personas no dejan que mi vida sea simple. Siempre se entrometen en lo que no les importan, ven una vida de alguien y rápidamente quieren ser parte de esa vida, ¿Y quién los llamó? Nadie. Jamás te pedí tu opinión, jamás te pedí que me prestaras atención, jamás te pedí que miraras o leyeras artículos de pura fantasía de mi en la televisión o en revistas de mentiras estúpidas.

Además, a todo el mundo le encanta meter sus narices en la vida de otra persona, ¿Por qué? la verdad es que no lo sé, no logro tener ese sentimiento, a mí me da absolutamente igual lo que le pase, con tal de que su vida no perjudique la mía, que haga lo que se le dé la gana.

Digo todo esto porque ha pasado una semana en el que Levi me había hablado en persona, y desde ese día, al parecer, se han cabreado conmigo. La verdad, es que no se las razones exactas, pero David fue en busca de información, y todo indica que es porque Levi es un buen chico que no se le debe pegar lo pedófilo de mi cabeza. Increíble, ¿no? ahora soy un pedófilo. Ojalá mostrarles el significado de la palabra pedófilo.

En todo caso, he tratado de ignorarlos, aunque es muy difícil.

David hacía un baile extraño de robot frente a mí. Lo ignoré, la música de mis audífonos estaba tan alta que no lo lograba escuchar. Guardé mis cosas en mi casillero, otras cosas las saqué para la siguiente clase. David no paraba de mover la boca, sabía que algo me estaba diciendo, pero no lo estaba escuchando hasta que cerró mi casillero y cruzó los brazos mientras movía uno de sus pies con una expresión de molestia.

Entonces me quité mis audífonos.

—No importa que no te agraden las personas, pero tienes que leer este artículo que habla de ti ahora mismo.— Me entregó su celular.

—No tengo ganas de leer estupideces hoy.

—¡No es ninguna estupidez! Solo mira lo que Levi ha dicho de ti.

Lo miré confundido, tomé su celular y leí un pequeño recuadro donde había dos fotos, una mía y otra de Levi por separado. Y muchas reacciones junto con muchos comentarios de muchas personas. ¡La página colapsaba!

 ¡La página colapsaba!

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