Levi, el hijo del presidente de Estados Unidos, y Demian, el hijo del narcotraficante más poderoso del país. Juntos en una misma Universidad, luchando por no odiarse demasiado.
Enfrentando tensiones y prejuicios, estos dos chicos nos enseñarán que e...
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Los primeros días saliendo con Levi fue un manojo de nervios. No unos raros e incómodos, eran todo lo contrario, esos típicos sentimientos que nos dan cada vez que nos damos cuenta que alguien gusta de nosotros y sentir que ese alguien te hace sentir bien. Ese tipo de nervios de no saber lo que está pasando exactamente, de tener todo tan rápido y sentirte tan afortunado que no sabes exactamente si lo mereces o no. Días en los que me la pasaba preguntándome si en algún momento esto va a cambiar, porque no quería que lo hiciera. Estaba seguro que quería estar con ese chico toda mi vida hasta mi muerte. Lo sé, sueno a alguien que está totalmente demente y que no sabe lo que dice, ¡pero realmente es lo que siento!
¿En qué momento llegué a pensar en todo esto?
Aunque.
Ciertamente, había otra clase de nervios dentro de mí. Levi me dijo que no estaría manchando su imagen porque no hacemos nada malo, pero yo pienso que si, al menos la campaña de su padre. Es normal que la gente piense que me he criado con lobos y con un padre malvado que solo me enseñaba a usar armas de toda clase como si realmente quisiera que yo fuera lo que él es. Y si lo hizo, ¿está bien? Pero no soy así, porque él no me enseñaba a ser como él, él me preparaba del mundo que me esperaba. Lo sé, no debió hacerlo de la forma en como lo hizo, pero aquí estoy, y al menos por ahora he sobrevivido. En todo caso, la mayoría de personas piensan que en algún momento saldré con una gran bolsa de drogas y en cierta parte, la mayoría ya lo piensa, otras piensan que Levi me está cambiando (cosa que si lo está haciendo), y la otra es la que piensa que nunca fui malo en primer lugar.
El significado de ser malvado es no tener corazón, y yo si lo tengo, porque revive cada vez que miro a Levi.
Fue difícil para mí deshacerme de esas inseguridades que me creé yo mismo. No soy una persona perfecta. Mi vida se había arruinado desde el momento en el que me di cuenta que mi familia no era la familia normal y perfecta que la televisión mostraba, y si las personas se enteraban, que yo estaba enamorado de Levi, y él de mí, y que ahora salimos ya no como amigos, iba a ser un caos. Un caos del que no iba a perdonarme. Porque entonces no solo habría arruinado más vida, sino que también la vida de Levi, su familia y la campaña.
Tal vez ahí sí podría ser una persona malvada.
—Y pues me enamoré —sonreí como bobo, recostándome en la encimera del desayunador de la cocina y sintiendo un calor agradable en el pecho.
Olga aplaudió exageradamente, sus ojos brillaban con una alegría desbordante.
—¡Al fin! Pensaba que nunca traerías una chica a la casa —dijo, buscando algo en el refrigerador con una sonrisa traviesa en los labios como si esas palabras hubieran sido a propósito.
—Es un chico.
Olga se detuvo un segundo y luego soltó una risa suave, volviendo a su tarea.
—Eso es mucho mejor —respondió sin mirarme, sacando varias cosas del refrigerador y colocándolas sobre la mesa—. ¿Quieres que invitemos a Levi a cenar? Así me lo presentas como tu enamorado y hago unas deliciosas hamburguesas vegetarianas.
