3| MARK Y FREDY

7.2K 602 346
                                    

—| Celoso de tu araña |—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—| Celoso de tu araña |—

Subí mis pantalones. Abroché y subí el cierre. Vi mi reloj en la mesita de noche, no recuerdo habérmelo quitado, sabía que no había sido yo y me sorprende que él lo haya hecho con tanta facilidad y precisión para no sentir cómo me empezaba a desnudar. Me senté en una esquina de la cama al lado de la mesita al ver todas mis cosas ahí, mi celular, billetera, corbata, y cinturón. No entiendo cómo es eso posible. Empecé con el reloj negro, estaba siendo demasiado torpe a la hora de intentar ponerlo, era como si mi mano izquierda fuera menos inservible ahora. No sabía si era porque estaba cansado o porque estaba nervioso al sentir su mirada todo el rato.

Me quejé al no poder ponérmelo. Él, al ver que no iba a llegar a ningún lado con esto y al ver que estaba desesperado por terminar con esto, simplemente se sentó a mi lado y me quitó el reloj.

—¿Qué haces?— pregunté, aunque ya sabía la respuesta.

No respondió. Tomó mi mano y me colocó el reloj. Tan sutil y tan lento en sus movimientos, como si lo estuviera haciendo a propósito.

La sábana blanca de la cama cayó por encima de sus piernas dejando su pecho desnudo al descubierto, su rostro estaba rojo, su frente tenía una gota de sudor que recorría una parte de su mejilla. Su cabello desordenado y varias marcas de su cuello lo rodeaban, eran rojas y moradas al mismo tiempo. También sus piernas y su abdomen, algunos rasguños por sus brazos y sus pezones... dios, sus pezones estaban hinchados.

—¿Te gusta observar tu obra de arte?— preguntó Fredy.

Tragué grueso. Yo hice eso. Lo bien que se siente saber que todo eso es de mi autoría.

Terminó por colocar el reloj. Aclaré mi garganta tomando mi cinturón antes de levantarme al empezar sentir caliente mi cuerpo de nuevo.

—Te traerán algo de comer, y tómate la medicina.— ignoré su última pregunta. Le señalé la mesa pequeña que estaba al frente donde había dejado unas cosas que le podrían ayudar con el dolor mientras dormía.

No dijo nada. Me observó mientras me colocaba el cinturón, él seguía desnudo y una pequeña parte de la sábana tapaba su entrepierna, estaba seguro que podía sentir mi rostro caliente en este momento, solo quería que terminar de arreglarme completamente antes de que pueda perder el control, pero él simplemente hizo sus brazos hacia atrás sosteniendo su cuerpo y quitando otro poco de la sábana, sabía que lo estaba haciendo a propósito.

—Puedes solo quedarte y comer conmigo, no cenaste.— sugirió.

Lo miré.

—Pensé que era solo sexo.

Subió los hombros.

—Si, pero no es como si estuviera vendiéndote mi cuerpo.

Negué.

En sinfonías distintasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora