Levi, el hijo del presidente de Estados Unidos, y Demian, el hijo del narcotraficante más poderoso del país. Juntos en una misma Universidad, luchando por no odiarse demasiado.
Enfrentando tensiones y prejuicios, estos dos chicos nos enseñarán que e...
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—Quiero que me dejen ver a Demian, quiero saber cómo está... ¡solo se lo llevaron como si fuera un delincuente!— caminé de un lado hacia el otro, la habitación me parecía demasiado pequeña.
—Levi...— Fredy habló, yo lo interrumpí porque sabía lo que iba a decir.
—¡No, Fredy! Tú sabes que lo que pasó es totalmente injusto, exijo que se le proporcione abogados, quiero que mis abogados lo defiendan, y también exijo saber sobre su salud.— Estaba alzando mi voz sin saber que lo hacía.
—Ahora empezó a exigir.— Franco leía sentado en su cama mientras me observaba.
—Podemos hacer algo, estoy seguro que podemos llamar a la estación de policía y... preguntar... ¡Fredy, tu fuiste policía! Debes de saber algo o... puedes llamar a tus amigos y... ¡Fredy!
Fredy suspiró por una quinta vez.
—Si me dejaras explicarte.— me quedé callado.— siéntate, por favor, solo siéntate y escúchame.
—No quiero escuchar razones por las cuales no debemos de entrometernos, porque si eso es lo que dirás, lo haré yo mismo, saldré de aquí ahora.
No sabía cómo iba a hacer eso, pero Fredy siempre cae cuando trato de poner mi propia vida en peligro para conseguir cosas, parece algo malo, pero juro que siempre lo hago por una buena causa.
—No voy a hablarte sobre razones, solo estoy intentando informarte de lo que está pasando.
—Oh, eso es bueno, dejémoslo hablar.— dijo Franco.
—Bien.— crucé los brazos y me senté en la orilla de mi cama.— escucharé.
—Demian está bien.— inició y mi corazón se tranquilizó.— Hay un amigo que es policía, se llama Been, él me ha estado informando de la situación.
—No lo dejaste solo.— sonreí, asombrado.
—No, no dejé a ese niño solo, no soy tan mala persona y... él tampoco.
—¡Lo aceptaste!
—Si, y espero que no me haga cambiar de opinión.
—Genial, ahora somos team sangre de Demian.— dijo Franco alzando su puño hacia arriba en modo de festejo antes de bajarla de nuevo hacia su libro.
—Entonces... Demian está bien, pero aun así se lo llevaron, ¿Qué fue lo que pasó? ¿lograron solucionarlo?— pregunté rápidamente, necesitaba muchas respuestas.
—Si, Been le ayudó, resulta que es su amigo también, además, Brad no cargó cargos en su contra, ya que se dio cuenta que terminaría perdiendo. Demian salió más rápido de la esperado.
—Eso es bueno.— Mi corazón ya podía palpitar con normalidad, pero seguía teniendo dudas.— y entonces, ¿Dónde está?
