Levi, el hijo del presidente de Estados Unidos, y Demian, el hijo del narcotraficante más poderoso del país. Juntos en una misma Universidad, luchando por no odiarse demasiado.
Enfrentando tensiones y prejuicios, estos dos chicos nos enseñarán que e...
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—Y es por eso, que Félix y yo fingimos estar en una relación.— dije, al final de la historia.
Miré a Félix sentado a mi lado, estaba de brazo cruzados, enojado por la decisión que acabo de tomar, y es que ya no podía soportarlo, por todo en general. Mentirles a mis padres, a las personas, a mí mismo, ya no aguantaba, era un peso que llevaba en mi espalda que no sabía que tanto pesaba cuando descubrí lo que es amar de verdad a alguien. Sabía que esto a Félix no le iba a gustar, lo de dejar la mentira atrás y decirles la verdad a nuestros padres para después decirle al mundo entero, solo quería quitarme este candado de encima, y si a él no le gustaba la idea, no iba a obligarme a seguir con este juego. Él sabía que esto acabaría algún día, hemos logrado los objetivos que queríamos cuando iniciamos esa mentira, ya no entiendo por qué hay que seguir mintiéndonos a nosotros mismos.
Mis padres se vieron al mismo tiempo, no sé por qué mi padre se ve menos sorprendido que mi papá.
—Ay gracias al cielo.— mi papá soltó el aire que había retenido. Mi padre le dio un pequeño empujón.— digo... no puede ser, esto es... sorprendente, dios... que mal... que horrible esta noticia tan escandalosa, esto para nada me está alegrando.— todos sabíamos que se estaba conteniendo su sonrisa.
—Hoy yo hago la cena.— dijo Mark, recostado en el marco de la puerta.
Mi padre miró a Fredy cuando escuchó una pequeña risa, este último hizo silencio de inmediato y llevó su mano a su boca fingiendo sorpresa.
Mi padre me miró. Él no tenía la misma cara que los demás, el de él si era real. No estaba feliz, tampoco sorprendido, no sabía lo que estaba sintiendo. Y me sentía mal por pensar que estaría decepcionado de mí.
—Usar su relación, aun así, haya sido falsa, para ganar publicidad, es peligroso.— inició.— mentir nunca es bueno, aun si haya sido por una buena causa y las cosas, afortunadamente, haya funcionado, pero ahora tienen que asumir las consecuencias con los problemas que vendrán después de decir la verdad.
Asentí.
—Lo sé, padre.
—Si, señor, lo sabemos.— dijo Félix.
Mi padre miró a su secretaria.
—Vamos a reunir a la prensa, tenemos que quitarnos este problema antes de que puedan enterarse y empiecen a odiar a mi hijo.— nos miró.— vamos a decir que han terminado, nada de haber fingido, los dos se amaron por unos meses, pero se dieron cuenta que con el tiempo no funcionó, los dos dirán que quedaron en buenos términos y que ahora son los mejores amigos
—De acuerdo.
—Y Félix, te harás cargo de decirle a tus padres la verdad antes de la rueda de prensa.
