La luz tenue ilumina sus rostros concentrados. El silencio es el protagonista de la sala, y ambos, sin mirarse están sumergidos en sus fuentes bibliográficas tratando de hallar las respuestas, para poner fin a sus obligaciones. El sonido latente de las agujas del reloj resuenan en la habitación, marcando el ritmo de su arduo trabajo.
Juliana, quien había afirmado que aprendería nuevos conocimientos por participar de la reunión, se retiró de la sala a penas habían transcurrido quince minutos de intenso estudio. La historia no es lo suyo.
-Sí te parece, puedo llevar las hojas para entregarlas ese día-asegura Diana con certeza, mientras reúne todos los papeles segundos después de que él haya terminado.
-¿Y por qué no podría entregarlo yo? ¿Acaso crees que me robaría las hojas?-responde él entre risas.
-No, pero me siento más segura cuando las cosas están bajo mi dominio.
-No siempre se puede tener el control de todo, te lo dice un líder innato y primogénito heredero de la política.
-pero uno siempre busca tener todo bajo control, no me lo niegues...y aunque desearía quedarme para ganarte en este debate, debo irme, ya son las 15:09 p.m-responde Diana mirando el reloj ubicado en la parte superior de la pared situada en frente de ella.
‐te acompaño- expresa Angelo extendiendo su mano izquierda para que ella inicie la caminata hasta la salida.
-espero ahora sí tengas modales para despedirte-ataca risueño él, mientras ella está atravesando la guía base del portón metálico ubicado en la fachada de la mansión.
‐adiós‐contestó Diana sin poder disimular el sonido de su sonrisa, aún con los ladridos de la mascota de la familia.
°°°
-¿Ya se fue? Acabo de escuchar ruidos un poco intensos-asegura confundida Juliana, minutos después de ver a su novio solo en la sala de estudio.
-Sí acaba de irse, el perro hizo un bullicio demás, solo fue eso.
-Que mal me ha caído esa chica amor.
-Sí, por lo visto tiene una actitud un poco complicada de tratar.
-¡Bue, re boludo! Es demasiado altanera para ser pobre. Yo pensé que esa gente no opinaba, pero ella es insoportable ¿no ves como me atacaba con esos comentarios? Demasiada soberbia y no sabe diferenciar un zapato de Gucci con uno de Zara.
-Igual vos le tiraste algunos comentarios un poco clasistas ¿no lo crees? -responde Angelo, tratando de equilibrar las acciones de ambas.
-¡¿Encima la defendés?! Sólo quería hacerle algunas preguntas y ser amable interesándome por su marginalidad-exclama ella, no muy contenta por la respuesta de su novio.
-Amor, no quiero discutir contigo por ella-aclara él con una sonrisa acercándose a los labios de Juliana.
-Yo no discuto por ella. No es tan relevante, solo señalo actitudes para que vos tengas cuidado...aunque no creo que sea necesario, ya que imagino que será la última vez que trabajes con ella- comenta segundos antes de unir por completo sus labios con los de él, en un ardiente beso.
-Sí, aunque esa y yo somos compañeros, serán contadas las veces que interactuaremos‐responde él para continuar dándole besos por su boca, hasta bajar lentamente a su cuello.
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La política del amor
RomanceUn mínimo error y pasas de ser un líder con influencias en colegios privados a ser un simple número en una secundaria estatal. Angelo cometió una equivocación, y es el precio que debe pagar por ser el hijo de un candidato a la reelección en la polít...