• El evento •

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El reloj marcaba las 21 p.m. de la noche, en pocos minutos, emprenderían el viaje para poder llegar al elegante evento.
Angelo se encontraba frente al espejo, ajustando la ubicación de su corbata color beige, para estar a tono con el vestido de su novia.
Mientras ejecutaba los arreglos de pequeñas imperfecciones en su indumentaria, repasaba mentalmente las conversaciones que esperaba tener y las conexiones que planeaba hacer durante la noche. El zumbido de la expectativa se sentía en cada rincón del lugar. Él sabía que este evento era una nueva oportunidad para interactuar con personas influyentes, ampliar su red de contactos, y mejorar su reputación ante ciertos dichos por la prensa.

—Ay gordo que hermoso que estás...ayyy amo el detalle de la corbata, i love you —expresa Juliana dándo un pequeño contacto entre sus labios.

—Vos estás hermosa —responde él con una sonrisa.

—Tus padres están afuera, en breve nos iremos.

—Sí, me coloco mi fragancia de perfume y bajamos juntos.

Toma el envase de su perfume "Tom Ford de Solei Neige" y comienza a rociar por todo su cuerpo.

—Me derrito cuando usas ese perfume—dice su novia mirándolo con ternura, mientras él, respondiendo a su halago, toma su mano acompañado de una sonrisa, y comienzan a descender por la escalera para poder iniciar el recorrido de viaje.

—El chófer en minutos estará aquí, aproximadamente demoraremos veinte minutos hasta llegar al evento—informa el padre tras verlos atravesando el umbral de la puerta que conduce al exterior de la mansión.

—Se ven preciosos —asegura su mamá viéndolos con cara de orgullo.

—Gracias suegris, estoy segura que hoy daremos de que hablar como pareja, seremos la envidia de todos —responde Juliana con una sonrisa manifestando victoria.

El automóvil lo estaciona frente al garaje, y cada uno de los miembros empieza a introducirse en el interior.

—¿Juliana tus padres van no?—pregunta Augusto expectante.

—Así es suegrito.

— Ya observo que una vez más irás con nosotros.

—Sí, así todos nos verán cruzar de la mano junto a mi bebé —responde muy animada.

Y después de varios segundos de silencio, Augusto enciende la radio durante todo el recorrido. Al llegar al sitio, el conductor frena el vehículo frente a la entrada, para que tras descender, él pueda trasladar el automóvil hasta un estacionamiento.

A su llegada, son recibidos por un despliegue de seguridad y un grupo de fotógrafos que capturan el momento de su ingreso. El gobernador saluda a los presentes con una sonrisa mientras camina extendiendo su mano derecha que lentamente se desplaza de un lado hacia el otro. La atmósfera estaba llena de expectación y emoción mientras la familia se adentra al lugar, listos para participar de esta significativa velada.

—Amor, somos demasiados bellos juntos—comenta Juliana con una sonrisa con el fin de ser captada bonita por una cámara en el interior del evento.

—Así es —responde él mirándola con felicidad solicitando un beso con su mirada.

Segundos después se acercan a saludar a unos jóvenes descendientes de familiares con puestos políticos, mientras hablan de algunos temas en particular bebiendo un refinado vino espumante blanco.

Angelo, al ver que su atuendo no estaba en óptimas condiciones, se retira un momento para dirigirse al baño y ajustar la camisa de su traje en el interior de su pantalón.

En ese momento de la noche, escucha el sonido de su celular, le acaba de llegar un mensaje por WhatsApp. Piensa si verlo o dejarlo para más tarde. Pero debido a que había terminado de perfeccionar su indumentaria, decide extraer de su bolsillo su iPhone en buscar de extinguir las dudas sobre la emisión del texto.

Cuando logra ingresar a la app, ve que un número le ha escrito por mensaje: "Tu novia" como epígrafe de una captura de pantalla donde se observa una conversación subida de tono entre ella y Agustín uno de sus amigos.
Él, desesperado le responde "¿quién eres? Al número que solo tienen ese icono "~" que acompaña las cifras. Al ver que a esa persona no le llegan los mensajes, deduce que le había bloqueado tras enviarle esa información ¿Qué debía hacer? ¿Confiar en un extraño?
Sumergido en un mar de dudas, empieza a caminar hasta poder encontrar a Juliana.

En el camino algunos jóvenes lo saludan, pero él, responde cordial de forma instantánea y continúa buscando a su novia.

—Ay amor por fin te encuentro...demoraste mucho en los sanitarios...un prestigioso fotógrafo nos está por tomar una foto.

—Necesito hablar contigo —responde él  extremadamente serio mirándola a sus ojos.

—Vamos por la foto y luego...

—¡Ahora! — exclama elevando su voz asustando a Juliana.

Ambos se trasladan a un sitio del hotel más tranquilo, donde no haya personas que puedan presenciar la comunicación entre ellos. Aunque honestamente, la prensa en estos momentos está expectante con la pronta llegada del senador.
En el camino, él no expresa ningún tipo de palabras, sin embargo cuando llegan a una posición fija, extendiendo su mano para enseñarle la foto dice:

—Quiero que me expliques esto—dice tratando de contener un cierto dolor interno.

—Ay amor, obviamente eso es un montaje...gordito yo solo te amo a vos, creo que te lo he demostrado una y otra vez con mis acciones.

—Hoy antes de venir aquí, mencionaste que recibiste una notificación de advertencia, al parecer ingresaste a tu cuenta de Instagram de dos dispositivos distintos...hasta llegaste a pensar que te hackearon.

—Sí, gordo pero no fue así, todo se resolvió.

—Tal vez la persona que entró a tu cuenta, sacó captura y ¡me envió para que deje ser un estúpido cornudo!

—Amor, me estás ofendiendo. Yo sería incapaz de arruinar nuestros dos años de noviazgo por una aventura...además me duele que le creas más a un número random antes que a mí que soy tu novia— responde tratando de que se vean lágrimas en sus ojos.

—Si no tienes nada que ocultar, entonces ahora mismo ingresa a tu cuenta de instagram, sino hasta aquí llegó lo nuestro —amenaza él tratando de mantener la calma por fuera, aunque internamente siente un mundo de revoluciones.

La política del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora